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Daily Archives: noviembre 6th, 2008

obama123El próximo presidente de Estados Unidos deberá pugnar por que se cumplan los tres ideales que, según John Maynard Keynes, debe satisfacer todo sistema económico: eficiencia, justicia social y libertad personal. En los últimos decenios, Estados Unidos se ha ido alejando inexorablemente de estos ideales. Por sus reflejos anacrónicos y su ignorancia, McCain en la presidencia profundizaría el desastre en estas tres dimensiones. Obama podría ser, efectivamente, factor de cambio. Pero para ello, él mismo debe completar una transformación importante.

En Estados Unidos la eficiencia económica dejó de ser la llave del crecimiento hace mucho. Desde la década de 1970, la evolución de la productividad se convirtió en tema de preocupación. Industrias que habían sido la clave del desarrollo estadunidense (la siderúrgica, la automotriz, la de máquinas, herramientas y la química) comenzaron a atrasarse con respecto a sus competidores que inexorablemente fueron arrebatándole parcelas del mercado mundial. Décadas más tarde, la industria aeronáutica y la de semiconductores empezaron a experimentar los mismos síntomas del rezago frente a sus competidores en Europa y Asia.

El retraso en competitividad minó la posición del sector externo de Estados Unidos. En 1971 Washington abandonó el sistema Bretton Woods, reconfigurando el sistema financiero mundial. Eso precipitó el desmantelamiento de las restricciones a la libre circulación del capital, abriendo las puertas a la especulación y a la expansión del capital financiero que marcó el último tercio del siglo pasado.

En Estados Unidos, el sector manufacturero fue derrotado por el capital especulativo. Los empresarios estadunidenses se concentraron en los rendimientos de corto plazo y en cocinar estados financieros de importantes compañías y bancos. Como otras economías en su etapa crepuscular, los cuadros empresariales olvidaron las innovaciones industriales y se convirtieron en grandes inventores de productos financieros.

La crisis financiera es la muestra más clara de la profunda irracionalidad del capitalismo estadunidense. Si además consideramos los indicadores sobre consumo energético, de papel, aluminio, cemento, hidrocarburos, agua, y otros, observamos que Estados Unidos es efectivamente una colosal sociedad de desperdicio. Todavía no hay una política para revertir esto y encaminar esa economía en un sendero menos dañino para el medio ambiente.

¿Qué hay de la justicia social y la libertad personal? El próximo presidente enfrenta una estructura social altamente inequitativa que debe revertir porque constituye una amenaza para la viabilidad del capitalismo estadunidense. Pero la crisis acabó por comprometer el grado de libertad en política fiscal. El rescate del sistema financiero (que no está claro si funcionará) ha costado demasiado. La magnitud del saldo fiscal deficitario es una restricción que impide lanzar grandes iniciativas en el terreno social, educativo y científico-tecnológico.

En el ámbito de la libertad personal, Obama revertiría la tendencia a la destrucción de las libertades individuales, comenzando con la aceptación de la tortura como una práctica aceptable en la “lucha contra el terrorismo”. En este terreno Obama podría lograr avances espectaculares en poco tiempo. En contraste, McCain enseñó sus cartas con el nombramiento de la señora Pallin, personaje que muestra el lado más siniestro del proto-fascismo en Estados Unidos.

Regresando al terreno económico, la pelea por el programa de Obama comenzó hace meses. Robert Rubin, uno de los más influyentes representantes del mundo financiero, se le acercó cuando Hillary perdió la postulación. Rubin fue director de Goldman Sachs antes de ser secretario del Tesoro bajo Clinton. Desde ese puesto convenció al presidente para apoyar la ley Gramm-Leach y la Ley de modernización del mercado de commodities. Estas leyes perfeccionaron la desregulación financiera en Estados Unidos y catalizaron lo que hoy constituye la peor crisis del capitalismo estadunidense.

Si Keynes hubiera profundizado en su análisis del capitalismo contemporáneo habría anticipado que la mezcla de inestabilidad (inherente a los mercados capitalistas) e incertidumbre (sobre la composición de pasivos de los grandes agentes económicos) genera un coctel explosivo. Al incorporar en su Teoría General el impacto pleno del capitalismo financiero y especulativo, quizás habría concluido que ese sistema no puede llegar a la eficiencia.

Según la economista Joan Robinson, Keynes estaba mudando de piel mientras escribía su Teoría General, y nunca acabó de quitarse plenamente la antigua envoltura. Por eso no pudo hacer una crítica plena del capitalismo (y por eso fue recuperado por lo que la Robinson llamó el keynesianismo bastardo). Lástima. Pero eso nos deja una lección importante: en la ciencia y en la política, la crítica no puede ser a medias tintas.

Ésa es la lección que Obama debería aprender. La crítica incompleta se traduce en la recuperación por el enemigo. De llegar a la presidencia, Obama tendría que desechar la piel vieja cuanto antes. Deberá poner atención a la economía real, dentro de un esquema de responsabilidad social y buscar una mejor relación con el medio ambiente. Si no lo hace, la lógica financiera y los amigos de Rubin acabarán por comérselo a él y a las reformas que apenas ha comenzado a articular.

Our Words In Resistance

Artículo Original: La Jornada

Juan Antonio Zúñiga y David Carrizales. La Jornada.

El gobierno federal salió al rescate de Vitro, uno de los principales fabricantes de vidrio en el mundo, al facilitar 100 millones de dólares a través de un fideicomiso constituido en el Banco Nacional de Comercio Exterior (Bancomext) con “activos no productivos en bienes inmuebles” de este corporativo.

En un comunicado a la Bolsa Mexicana de Valores (BMV), Grupo Vitro, una compañía con más de mil 242 millones de pesos en pérdidas al tercer trimestre del año y problemas de liquidez por su exposición en instrumentos derivados, informó que con el objetivo de mejorar su liquidez a niveles normales de operación, “ha aportado activos no productivos en bienes inmuebles a un fideicomiso y ha recibido un pago inicial de 100 millones de dólares por parte de un banco de desarrollo”.

Esta estructura, explicó, “permite a Vitro hacer inmediatamente líquidos estos activos para restaurar su posición en efectivo, así como contar con el tiempo suficiente para maximizar el monto que Vitro puede recibir por los activos que serán vendidos”.

Pulso crítico

J. Enrique Olivera Arce

Alimentos, salud, vivienda, educación y transporte, prioridades que están íntimamente ligadas al empleo y salario, están dentro de las principales preocupaciones de la mayoría de la población ante el deterioro que paulatinamente viene registrando la economía familiar, no de ahora frente a la crisis que ya nos golpea, sino que viene de lustros atrás con la adopción del modelo de desarrollo neoliberal, que privilegia los beneficios de las grandes empresas privadas por sobre los requerimientos de supervivencia, seguridad, y bienestar en general de las mayorías.


Los precios mantienen su tendencia al alza, no así el salario que se mantiene congelado desde hace más de dos décadas. Ello es suficiente indicador de por donde habrá de golpearnos la actual crisis y por ende, sobre que renglones el gobierno tendría que actuar para atemperarla. La red de seguridad para la gente que menos lo necesita, subsidiado por la gente que más lo necesita, no es ya opción válida.


No basta rescatar empresas quebradas, o invocar a la inversión extranjera como panacea, si no se incrementan empleo y salarios que fortalezcan el poder real de compra de la población; existe una estrecha interrelación entre empresas y los consumidores y esto no se puede ignorar. Las primeras no pueden sobrevivir sin fuerza de trabajo y ventas en tanto que la población no puede vivir sin empleo y capacidad real de compra. O se actúa simultáneamente en la producción, distribución y consumo, o la cuerda tenderá a reventarse primero por el hilo más delgado, los consumidores a los que nadie tiende la mano para su rescate.


Al menos esto indica el sentido común y, por lo que se alcanza a percibir, no se está respondiendo con la misma lógica. Antes al contrario, impulsada por la inercia neoliberal, la sociedad mexicana insiste en transitar por la vía equivocada. Se reducen la masa salarial, la contribución fiscal y la aportación empresarial a la seguridad social, al mismo tiempo que el Estado renuncia a su responsabilidad de ser garante, en primer término, de los mínimos de bienestar de la población que hagan posible tanto la reproducción de la fuerza de trabajo como el fortalecimiento del mercado interno.


Si la situación actual que vive el mundo, tiene carácter multidimensional, presentándose como crisis económico financiera, crisis alimentaria, crisis energética, crisis medioambiental y crisis social y política, lo menos que se puede esperar es que se reconozca su gravedad y se actúe en consecuencia en ambos lados de la cuerda, pues no puede pedírsele a la población que se apriete el cinturón, en tanto se destinan miles de millones de dólares de la reserva nacional al rescate de la ineficiencia, imprevisión y especulación de la empresa privada. Con ello se estaría matando de hambre a la gallina de los huevos de oro; sin la adecuada reproducción de la fuerza de trabajo y la supervivencia de esta en condiciones mínimas de alimentación, salud, vivienda, transporte y educación, el capitalismo estaría suicidándose.


En Veracruz ello no se entiende o no se quiere entender, subestimándose tal carácter multidimensional de la crisis y la gravedad que representa. La mezquindad de una clase política insensible, se impone sobre la razón y la previsión. La atención está puesta en la política electoral y de esta se deriva una magra atención a la crisis global; todo aquello que no concurra a afianzar al PRI en el gobierno de Veracruz, o a impedírselo, carece de prioridad. Así, mientras los personeros de los partidos políticos en pugna hacen de la bacinica instrumento electoral, y eso incluye a la administración pública que se asume como beligerante, la ciudadanía, en franca indefensión espera entre paciente y atemorizada lo que se nos viene encima.


Cuidado, la democracia se nutre de ciudadanos satisfechos; quien se muere de hambre no vota.


pulsocritico@gmail.com

http://pulsocritico.com

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