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  • Honduras: La hora del pueblo

Miles de partidarios del derrocado presidente Manuel Zelaya que caminaron durante una semana llegaron a Tegucigalpa cansados, pero con ánimos para exigir en mítines y protestas el retorno de su líder a la presidencia. Los caminantes se congregaron en el Bulevar Juan Pablo II, en el centro de Tegucigalpa, escuchaban y aplaudían fogosos discurso exigiendo el regreso de Zelaya y condenando el gobierno de facto del presidente Roberto Micheletti. Luego, la multitud avanzó un poco hacia un punto cerca de la casa presidencial en donde quemaron neumáticos.


Las dos grandes caminatas simultáneas comenzaron el miércoles pasado para concluir en las principales ciudades del país: Tegucigalpa y San Pedro Sula, a unos 180 kilómetros al norte de la capital. Recorrieron 15 kilómetros diarios por siete días hasta llegar a sus destinos. Tras varias horas de discursos, aplausos y arengas a favor del retorno de Zelaya, los manifestantes abandonaron los predios cercanos a la Presidencia, que era resguardada por unidades antimotines de la policía.


Las marchas coincidirían con la llegada de una misión de la Organización de los Estados Americanos (OEA) que busca una salida a la profunda crisis política que atraviesa Honduras por el golpe de estado militar a Zelaya el 28 de junio. Sin embargo, el gobierno de facto canceló la llegada de la misión por estar encabezada por el secretario general de la OEA, José Miguel Insulza, porque considera que ha actuado sin objetividad en la crisis hondureña. Más tarde el gobierno anunció que aceptaban la presencia de Insulza sólo como «observador».


El Frente Nacional de Resistencia en un comunicado declaró que si en los próximos días el gobierno de facto no restituye a Zelaya aumentará sus acciones pacíficas para afectar «el normal desenvolvimiento de las operaciones comerciales» de empresas que apoyan el gobierno. También anunció que promoverá en instancias internacionales el castigo penal contra los responsables de las violaciones de los derechos humanos y que incluyen los asesinatos de participantes en las marchas.

Nota completa en: La Crónica de Hoy 11/08/09

Honduras: La hora del pueblo

Helen Umaña

Por Honduras Libre / San Pedro Sula. 10 de agosto de 2009

Ríos humanos marchan por los cuatro puntos cardinales de Honduras.

Con sandalias o botas de hule. Las camisas no lucen blancas sino mugres, sudadas, ajenas a desodorantes de refinada marca. Cientos de «chuñas» vencen distancias y, por cinco días, caminan sin cesar. Campesinos de tradición lenca desde las altas montañas del occidente. Garífunas del litoral atlántico con la rebeldía vibrando en sus ritmos y tambores. Zambos de La Mosquitia. Pechs de Dulce Nombre. Chortís del Trifinio y de la cuna de ancestro maya. Mestizos chorotegas, olanchanos, trujillanos, pateplumas, comejamos de Olanchito. Jóvenes que por primera vez han visto el rostro amargo de la represión. Profesores, taxistas y buseros. Amas de casa. Abogados, médicos y enfermeras. Sacerdotes y pastores evangélicos. Todos caminan al lado de los pobres y humillados de la tierra.


Pies llagados tras 20 o 25 kilómetros de diario recorrido. Dolores de cabeza por insolación. Músculos acalambrados. Mujeres y hombres con el cuerpo cansado, pero dueños de un espíritu que los impulsa hacia adelante. Toman un trago de agua y ahí van. A paso que dure y no que madure. Con fe en conquistar la meta propuesta. Los jóvenes esperando a los viejos. Los viejos, queriendo alcanzar a los jóvenes. Los guía un objetivo concreto: mostrarle al mundo que la Resistencia no es de unos cuantos «gatos». Mucho menos, es gente pagada o «turba» de revoltosos. Caminan y desafían obstáculos porque los guía un sueño, una esperanza. Con apabullante claridad, demandan el restablecimiento del estado de derecho, grito que resuena por las montañas y caminos del país y cuya magnitud no podrá ser ocultada por el cerco mediático levantado por la alta burguesía.


Sólo las vivencias templan el corazón humano. De la experiencia surge la claridad de la consciencia. En cada hombre o mujer que, por cinco días, camina en peregrinación hacia Tegucigalpa o San Pedro Sula, ha nacido o se ha fortificado un sentimiento de fe en sí mismos: la satisfacción de haber respondido con dignidad al atropello perpetrado por los usurpadores de la democracia.


Poseídos de una lucidez que los intelectuales de la burguesía les niegan, saben, sin sombra de duda, cuál es su meta inmediata: trazar los pasos concretos para llegar, organización y unidad mediante, a la redacción de una nueva Constitución, única opción para la restauración global del país.


De la fuerza de voluntad que se necesita para marchar bajo el sol o la lluvia y del espíritu de sacrificio implícito en más de cien kilómetros de caminata, se puede extraer una gran lección: sea cual sea el resultado de la manipulación diplomática, el pueblo hondureño se ha fortalecido y capitalizará la experiencia en futuras batallas democráticas. Gracias a los golpistas, a la velocidad de la luz, un nuevo ciudadano ha nacido en el país: el de hombres y mujeres a quienes se les ha caído la venda de los ojos y que, por lo mismo, nunca más, los políticos de oficio podrán manipular.

One Comment

  1. GRACIAS A NUESTRO CREADOR DEL UNIVERSO POR LAS BENDICIONES QUE DERRAMA SOBRE CADA UNO DE MIS HERMANOS QUE SE MANIFIESTAN EN LAS CALLES ANHELANDO EL REGRESO A LA DEMOCRACIA,A LA IGUALDAD DE DERECHOS A LA PAZ DE NUESTRAS FAMILIAS.
    CADA VEZ QUE PUEDO ME UNO A USTEDES Y CUANDO NO ESTOY ALLI HAGO RUEGOS A DIOS PARA QUE LA SANGRE PODEROSA CUBRA SUS VIDAS.

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