Frente a lo que viene en el 2012, la ruptura del PRI con el chaparrito pelón de lentes es más que evidente. Entre la sarta de recriminaciones vertidas en Acapulco, entre las que no faltó el que Manlio Fabio Beltrones calificara a Calderón como inepto, rescatamos la de Beatriz Paredes, quien expresó que cuando el Gobierno federal y al PAN necesitaran del PRI lo llamaron para formar coaliciones y ahora piensan que pueden ignorarlo”.»¡Qué olvido!, ¡se les olvida quiénes somos la mayoría!», exclamó.
Con perdón de la folklórica y devaluada dirigente nacional del PRI, la del olvido es ella, pues la verdadera mayoría está constituida por la suma de todos los electores que elección tras elección no votamos por el PRI, incluido el voto en blanco y el abstencionismo. Flaca memoria de la partidocracia, encabezada por el PRIAN, que se olvida de que su poder es prestado. Si alguien tiene autoridad moral y política para recriminar el desbarajuste de la administración pública que preside “el espurio”, y el nada despreciable desmadre que le acompaña en las 32 entidades federativas de un país al borde del colapso, es ni más ni menos que la auténtica mayoría popular con la que la clase política está en deuda.
¡Y nadie la pela!