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Monthly Archives: noviembre 2010

Pulso crítico

J. Enrique Olivera Arce

Bueno, llegó la hora de recoger los tepalcates y reconstruir la vida económica, social y política de la entidad. Cambio de página, cierre de una etapa más en la historia de Veracruz, y a lo que sigue. El tiempo no se detiene, sigue corriendo y exigiendo nos adaptemos a su ritmo, pensando y actuando en consecuencia, dejando atrás el pasado, ubicándonos en el presente y lo que este representa para el futuro.

No más triunfalismo sin sustento ni estériles confrontaciones y mutuos agravios entre las diversas fuerzas políticas que conforman el mosaico político e ideológico, multicolor, plural y con marcadas diferencias a lo largo y ancho de Veracruz. Sumando y multiplicando y no dividiendo esfuerzos, talentos y creatividad que hoy por hoy exige el recoger los pedazos y reconstruir con visión de futuro, a una entidad federativa sumida en el estancamiento y el atraso.

Reconociendo fortalezas y debilidades con objetividad y apego a la honestidad intelectual que exige nuestra interpretación de una realidad agobiante y sin rumbo claro, enfrentemos rezagos, combatiendo desigualdad y pobreza, desempleo, a la par que consolidando logros, que los hay. Correspondiendo a la nueva administración a cargo del Dr. Duarte de Ochoa, la tarea de convocar y organizar a la sociedad en su conjunto para, en torno a propósitos y objetivos comunes, la recoja de los tepalcates, reconstrucción e impulso al crecimiento económico y el desarrollo,  rinda con equidad frutos positivos para todos.

Siendo lo anterior lo deseable, en el terreno de lo posible surgen dudas de hasta donde la voluntad, capacidad y visión de futuro de la sociedad veracruzana, golpeada y dolida, está dispuesta a remontar el pasado y sumarse a la unidad y esfuerzos comunes para, con renovado optimismo, hacer frente a nuevos y cada vez más complejos retos que la realidad nos impone. Hasta donde está  dispuesta para avanzar por el camino del cambio de mentalidad, actitudes y acciones concretas, aceptando marchar de común acuerdo por distintos derroteros a los que, hasta hoy, mantienen un estado de cosas,  caduco, agotado y freno a todo impulso para conducir a Veracruz por el camino del progreso.

Pero más se duda en relación a la disposición y voluntad política de la administración pública para asumir que si bien la tarea es de todos, el gobierno del estado debe ser guía y conductor del obligado proceso de cambio y definición de nuevos derroteros.

Cuando se actúa en sentido inverso a lo que la lógica indica, integrándose un gabinete de primero y segundo nivel de colaboradores cercanos del gobernador, sin antes contar con un plan estatal de desarrollo surgido de un diagnóstico técnica y socialmente sustentado, da lugar a interrogantes.

¿El perfil de cada uno de los funcionarios designados, corresponde a las tareas por realizar, o son éstas las que deberán de adecuarse al perfil, capacidad y experiencia de los funcionarios que integran el gabinete? Es la interrogante que de inmediato salta a la vista, porque si no existe ni diagnóstico objetivo ni mucho menos un plan estatal de desarrollo consensuado con la ciudadanía, la definición de propósitos, objetivos y metas de mediano y largo plazo, quedará en los funcionarios previamente designados, cumplan o no con los requisitos mínimos para la tarea.

Y lo que hasta hoy es dado observar, más allá de las especulaciones interesadas de los medios de comunicación, es que la integración del gabinete y los personajes que se mencionan,  responde más a criterios de compromiso político que al mínimo de conocimiento y experiencia científico-técnica requerido para el rescate de los tepalcates y reconstrucción de la vida económica y social de la entidad. Debiéndose esperar por tanto, un plan estatal de desarrollo inmediatista y sujeto a intereses focalizados, ajenos al desarrollo integral, regional y sectorial que el armado racional del rompecabezas exige.

Entre expertos de planeación estratégica, domina el criterio de que lo ideal es conjugar lo deseable con lo posible, a partir de lo disponible. Luego me pregunto ¿En Veracruz no hay más gente preparada, capaz, honesta y consecuente, fuera del estrecho círculo de viejos y nuevos profesionales de la política, que acerque lo deseable a lo posible?

Son estas dudas sobre el papel a  asumir por la administración pública, que alimentan las que a su vez bullen en amplios segmentos de la sociedad y a las cuales nos hemos referido.

Javier Duarte de Ochoa tiene que salir a darles respuesta, de manera pertinente y creíble,  antes de convocar a la unidad y esfuerzo compartido. De lo contrario,  en el imaginario popular seguirá perenne la idea que castra e inmoviliza, de que en todo cambio de gobierno lo que debe esperarse es “más de lo mismo”.

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Intervención de Fernando Yunes Márquez, diputado local por el Distrito XXII, durante la comparecencia del mandatario estatal, Fidel Herrera Beltrán, ante el Poder Legislativo, dentro de la glosa del Sexto Informe de Gobierno. E-consulta

Señor Gobernador:

Hoy asistimos a los funerales de la fidelidad.

Genio y figura, hasta la sepultura.

Dip. Yunes Márquez

Hoy viene usted a este Congreso, cobijado por la sombra de la noche, a repetir las mismas mentiras, las mismas historias que nadie le cree sobre ese Veracruz virtual que sólo existe en su mundo de esquizofrenia y fantasía.

Viene de noche, en viernes, para eludir a los ciudadanos, para acotar la difusión en los medios, pero también para hacer sentir que hasta el último día impuso su voluntad a este Congreso. El día y la hora que usted decidió.

Su nueva historieta es la candidatura a la Presidencia de la República.

Nadie se la compra Gobernador, es sólo un escudo para escapar de aquí al 30 de noviembre, fecha en que se le termina el fuero.

Dice que se va a dedicar a dormir, y yo le digo que muchas veracruzanas y veracruzanos honestos dedicaremos parte de nuestro tiempo y esfuerzo a quitarle el sueño, porque no merece un descanso y un sueño placentero quien saqueó a Veracruz, quien destruyó sus instituciones, quien le abrió las puertas a la delincuencia organizada, quien acabó con la vida democrática, quien deja a más de la mitad de la población en la miseria extrema.

Tendrá mucho que hacer para explicar a las autoridades de dónde salieron los miles de millones de pesos que componen hoy su fortuna.

¿Cómo le hizo para comprarse un jet de 125 millones de pesos?

¿En qué etapa de su vida se dedicó a la actividad empresarial?

¿Para eso usó el pinche poder?

Para dejar un estado donde los robos, los homicidios, los secuestros, levantones y el pago de derecho de piso lo sufren todos los días miles de veracruzanos menos usted y sus cómplices? Llegó con las manos llenas de sangre con el asesinato de Raúl Gibb y se va peor con el homicidio de Gregorio Barradas.

Enrique Tierno Galván decía que «los bolsillos de los gobernantes deben ser de cristal», los suyos son una caja fuerte, llena obviamente.

Seguramente leyó a Groucho Marx quien afirmaba: «el secreto de esta vida es la honestidad, si logras fingir eso ya la hiciste».

Ha fingido, pero nadie le cree, todo Veracruz sabe, siente y sufre el saqueo del que fuimos objeto.

«Un político pobre es un pobre político» dijo uno de sus maestros, Carlos Hank González.

Usted hoy es un político rico, pero no deja de ser un pobre político, porque su riqueza no podrá cubrir ni cambiar nunca la opinión que el pueblo de Veracruz tiene.

Usted está confiado en la complicidad de quien le sucederá en el cargo.

Pero Duarte está en una paradoja: si lo encubre no podrá gobernar, si lo descubre estará inculpándose.

Ya veremos si a partir del primero de diciembre actúa con autonomía y visión histórica o como marioneta.

Si actúa con responsabilidad tendrá todo mi apoyo, si por el contrario se confunde y en lugar de Gobernador se convierte en encubridor, tendrá toda mi rechazo y oposición.

Señor Gobernador:

Sin duda usted ya tiene un lugar en la historia.

Como también lo tienen Antonio López de Santa Ana, Victoriano Huerta, Luis Echeverría y otros mexicanos que se encuentran en el basurero de la memoria del pueblo de México.

Al igual que Lopez de Santa Ana con México, usted prácticamente vendió a Veracruz.

No me refiero sólo a lo que se robaron usted y sus cómplices, sino también al patrimonio público de los veracruzanos que ha quedado comprometido con los banqueros por los próximos treinta años, como consecuencia de la brutal deuda que usted y Javier Duarte deja a Veracruz.

Al igual que Victoriano Huerta usted eliminó la vida democrática y destruyó sus instituciones.

De Echeverría, su padre político, heredó usted la incontinencia verbal, la demagogia como instrumento de la mala política, el desorden, la corrupción y la mentira.

Seguramente estos tres y otros más le darán la bienvenida a la historia negra de Veracruz y de México.

¿Tiene sentido hacerle alguna pregunta cuando le faltan menos de cien horas para dejar el cargo?

Yo sostengo que no.

La respuesta sería la misma verborrea demagógica, las mismas mentiras.

Lo escuché en la entrevista de Adela Micha mintiendo en cadena nacional.

Dijo –entre otras barbaridades- que durante su gobierno se habían construido en Veracruz 182 hoteles de la clase y categoría del Hotel Emporio ubicado en el Puerto de Veracruz.

Dijo también que no dejaba deudas, que dejaba finanzas sanas y que había utilizado un sistema para «sacar oro de las piedras» que se llama bursatilización.

Sí es cierto, sacó oro de la bursatilización, se llevaron usted y sus cómplices más de trescientos millones de pesos de «comisiones» y pago por «asesoría jurídica».

Hace días señaló que le dejaba a Duarte 6 mil 500 millones de pesos en caja.

Nadie sabe donde están, ni Duarte.

Termino cambiando de opinión, si le voy a hacer algunas preguntas:

¿De dónde sacó su fortuna multimillonaria?

¿No le da vergüenza que usted se va con miles de millones de pesos mientras más de cuatro millones de veracruzanos no tienen para comer mañana?

¿No le remuerde la conciencia?

¿En verdad va a dormir tranquilo?

Xalapa, Veracruz. 26 de noviembre de 2010.-

Fidel Herrera Beltrán

No tengo nada que ocultar y mucho de que enorgullecerme, sentenció el gobernador Fidel Herrera Beltrán al comparecer esta noche ante la LXII Legislatura, donde invitó a la oposición a revisar los datos del INEGI para que constaten los avances y logros que obtuvo Veracruz en los últimos 6 años.

También invitó a los proveedores, para que pasen a su oficina a cobrar deudas que existen pendientes, aunque aseguró, dejará en caja más de 5 mil millones de pesos.

Ante los cuestionamientos del diputado panista Fernando Yunes, el Mandatario Estatal le refutó con altanería que “no responderé a las cartas de papá”, reiterando con una falta de respeto a la soberanía popular, su pleito personal con  Miguel Ángel Yunes Linares, padre del diputado panista.

 

Panismo en Veracruz, Aún respiran por la heridaReprochando una mala actuación en su contra durante su sexenio, el Partido Acción Nacional aseguró que no asistirá como fuerza política a la última comparecencia del gobernador Fidel Herrera Beltrán en el Congreso del estado: “Va a echar puro rollo, no hay nada de fondo importante que realmente vaya a realizar”. El dirigente estatal del PAN, Enrique Cambranis Torres ratificó que su partido no estará presente en la comparecencia del mandatario estatal por considerar que este acto protocolario y constitucional carecerá de argumentos válidos siendo solo una oportunidad más para un mero protagonismo:” Lo que hemos aprendido es que es bueno para rollero, y eso es a lo que va, a a echar puro rollo, no hay nada de fondo importante que vaya a realizar. Son temas que no trascienden y siempre tienen algún cuento que contar en cada tema”. Crónica del Poder

Pulso crítico

J. Enrique Olivera Arce

Fidel Herrera Beltrán

En Veracruz  el cólera afortunadamente aún no nos llega, pero lo que es la cólera esta está presente y crece, reflejándose en el lenguaje, verbal o escrito, con el que coloquialmente la gente recurre para expresar, con rico léxico jarocho, el malestar que hace presa de su ánimo ante el ignominioso panorama político que nos ofrecen,  hombres y mujeres,  en el desempeño del servicio público y en especial el de los que se dicen representantes y voz autorizada de la voluntad popular.

No se trata del efecto del cambio climático en el ánimo de la gente. Mientras este no inunde nuestro hogar y dañe nuestro escaso patrimonio, nos es indiferente. Es la reiterada manifestación de cinismo impune que con motivo de los últimos días del gobierno de Fidel Herrera Beltrán, se insulta a la inteligencia de la ciudadanía. Como buenos veracruzanos somos güevones y valemadristas, pero vamos a misa, la mayoría no tiene un pelo de tonto.

El que ya se va, afirma sin el menor decoro y empacho que en la tesorería del gobierno estatal se tiene una reserva de 6 mil quinientos millones de pesos, dispuesta para pagar a los varios cientos de acreedores, proveedores, contratistas y humildes servidores públicos. Pero no se puede disponer de ésta, que de existir realmente, posiblemente esté “sudando”, en espera de hacer efectivos los pagos pendientes estratégicamente en el momento de mayor impacto mediático, mientras aumenta desesperación y cólera de los afectados.

Y el que llega, se truena los dedos ante la evidente amenaza de que para hacerle aparecer como “el bueno de la película” y heredero fiel, será quien generoso, como primer acto de gobierno disponga del dinero en caja para hacerle frente a los acreedores y, de paso, sea quien contrate la línea de crédito bancario por 10 mil millones de pesos. “Son chingaderas” se escucha en los corredores de la SEFIPLAN, “tenemos meses esperando se cubra lo que nos adeudan y, 6 mil quinientos millones de pesos, “sudan en los bancos”. ¿Si hay dinero n las arcas públicas, porqué no pagan?

Y la cólera crece y crece, reforzándose con aquella de los que tras las promesas no cumplidas, se quedaron colgados de la brocha; agregándose la que indudablemente acumulan miles de humildes servidores públicos que ni se le cubren a tiempo sus emolumentos honradamente devengados y, sin más, se les da a entender que no habrá aguinaldo.

Y mientras la cólera crece, se retroalimenta con  el malestar que causa ver el enorme dispendio en que incurre la administración pública, con cientos de espectaculares que a lo largo y ancho de la entidad, con la imagen del ahora “negro de oro” en primer plano, anuncian que Fidel y Rosita le cumplieron a los veracruzanos. En la prensa impresa, radio, televisión y hasta en internet, que a  lo largo del sexenio sirvieran de alfombra mágica para elevar a las alturas del Olimpo al “mejor gobernador que ha tenido Veracruz”, la misma cantaleta, ofendiendo la inteligencia de la audiencia.

En teoría el primer servidor público de la entidad, no se manda solo. Está sujeto a lo que manda la ley y dispone el Congreso local. Eso es teoría y grosera demagogia. Ni se atiende a la ley ni la diputación local está dispuesta a ir más allá de lo que el patrón impone. La mayoría priísta, justifica el exceso, en tanto sus opositores, pecando de ingenuos o de estultos, exigen transparencia en el gasto mediático de promoción de imagen y propaganda electoral en que incurriera a lo largo de seis años, quien, cual jibarito cancionero, marcha loco de contento hacia el autoexilio, con las arcas personales plenas del fruto del desorden y saqueo que tiene hoy al gobierno en bancarrota.

Se trata de “información reservada y restringida por el Instituto Veracruzano de Acceso a la Información”, el señor que manda en Veracruz decretó que durante 12 años permanecerá oculta a los ojos de los veracruzanos, es la respuesta oficial de la diputación priísta ante el berrinche de sus pares que, tras la derrota de sus candidatos a gobernador aún respiran por la herida, exigen información y transparencia.

Los beneficiarios del dispendio mediático, hoy multimillonarios, aplauden y se frotan las manos, en tanto que aquellos que sólo recibieran migajas, se unen al reclamo opositor.

Veracruz,  refrendando amor a la par que ofrece despedida, canta ya, en referencia a quien en 6 días  dice que se va, -afirmando, en los hechos, que seguirá gobernando a Veracruz-, no  el escatológico chascarrillo del borracho que solía disfrutar en momentos de libaciones y alegría de aquella vieja melodía de la “Barca de Oro” para, al día siguiente llorar su desgracia. No, con alegría jarocha entona el “Yo ya me voy, solo vengo a despedirme / adiós mujer adiós para siempre, adiós / No volverán mis ojos a mirarte ni tus oídos escucharán mi canto / Voy a aumentar los mares con mi llanto / adiós mujer, adiós para siempre, adiós.

Los románticos, aquellos que medraran a la sombra del caudillo, entonan “las golondrinas”,  en remembranza de aquella histórica despedida que al pie del “Ipiranga”, con  lágrimas en los ojos  dedicaran a  Don Porfirio.

Los coléricos, los más afectados por el peor gobernador que ha padecido Veracruz, impotentes sólo cantan la cuenta regresiva, al compás de claridosas referencias maternales, entresacadas de ese florido  y folclórico lenguaje coloquial, tan propio  de malhumorado jarocho.

Sin embargo no todo es oscuro y tenebroso en Veracruz. Dios no quiere a los negros, pero,  hasta el día de  hoy, no nos castiga con el cólera, pandemia de la pobreza, que azota a los pueblos que han estado a merced de reyezuelos demagogos, autoritarios  y rampantes.

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Pulso crítico

J. Enrique Olivera Arce

Antes de entrar en materia, con todo respeto y sin ánimo de polemizar, no estoy de acuerdo con la ligereza con la que Toño Nemi Dib trata un tema de la mayor relevancia, como es la obra de Marx, en su contexto histórico, y su vigencia en la etapa actual de crisis del capitalismo salvaje en todo el mundo. La declinación y derrumbe del socialismo real en la Unión Soviética y el este de Europa, no tiene nada que ver con el marxismo ni con su carácter doctrinario, como expresión de la utopía de un mundo mejor libre de la explotación del hombre por el hombre.

La inversión extranjera aplicada a la dinamización del aparato productivo, protección del empleo e incremento de la masa salarial en Veracruz, indudablemente es bienvenida en tanto suena agradable a nuestros oídos y, la costosa promoción para atraerla, por lo consiguiente. De ahí que los constantes y costosos viajes al extranjero del titular del ejecutivo con tal finalidad no sólo se justificaran, sino que merecieran el aplauso popular y el alto nivel de aceptación del gobernante por parte de una ciudadanía engañada y manipulada.

Es común escuchar que la fortaleza de Veracruz reside en sus ventajas comparativas y en ello se sustenta la promoción gubernamental; destacando la disponibilidad de materias primas, agua, energéticos, mano de obra barata, estabilidad social y política, así como nuestra inmejorable ubicación geográfica, cercana a la mayor economía del mundo, y a ello se enfocó la oferta del gobierno estatal en su política de promoción económica.

En teoría, tales ventajas serían suficientes, a considerar por el inversor extranjero en tanto garantiza,  bajo el supuesto de un mercado laboral excedentario con salarios congelados, precios a la baja de las materias primas disponibles y políticas fiscales proteccionistas, opción viable de altas tasas de ganancia y acumulación.

A la luz de la lógica, lo anterior sería suficiente para la canalización de nuevas inversiones en las actividades productivas y relanzamiento de la economía veracruzana. La realidad económico financiera global, sin embargo, apunta en contrario, y de ahí el fracaso de la promoción económica del gobierno de Fidel Herrera Beltrán.

Para los que saben del paño, en las condiciones actuales de contracción económica, lo mismo en el ámbito internacional, que en el doméstico, existe duda respecto a la factibilidad de que tal inyección de recursos se concrete en el corto y mediano plazo; en que áreas específicas podría aterrizar, y cuales serían los beneficios inmediatos para la mayoría de la población.

A las ventajas comparativas que supuestamente garantizan al inversor extranjero menores costos de producción y por tanto mayores índices de ganancia y competitividad en el mercado internacional, se les opone la contracción de la demanda de bienes y servicios en aquellos países que, gracias al TLCAN, estarían llamados a ser destinatarios naturales de la producción veracruzana, caso de estar esta orientada a la exportación como así está contemplado. El bajo costo de oportunidad  a ofertar como ventaja, en tales condiciones y en tanto no se resuelva el problema de la recesión en las economías de nuestros socios comerciales, pareciera haber sido  irrelevante en la promoción del crecimiento económico sectorial y regional de la entidad.

El mercado interno, como segunda opción,  estaría prácticamente descartado y fuera de la prioridad del posible inversor extranjero; el desequilibrio entre oferta y demanda laboral, la congelación salarial, y la restricción crediticia,  limitan la capacidad real de compra de la mayoría de la población  y,  por ende, a la luz de la relación costo beneficio, el margen de ganancia que podría esperarse en este momento de la inyección de recursos frescos al aparato productivo estatal, no le es suficientemente atractivo al capital foráneo.

No así para las grandes cadenas comerciales que ofertan de todo, menos productos veracruzanos, “cachando” con indudable beneficio lo que pueden de la exigua capacidad real de compra de la población,  prioritariamente destinada al consumo de alimentos, y de lo cual el fidelato auspicia y se siente satisfecho.

De ahí que los montos de recursos aplicados a la presunta promoción económica del gobierno de la fidelidad en el extranjero a lo largo del sexenio, no se vean reflejados en destacada ampliación de la planta productiva, con impacto en empleo real, incremento de la masa salarial, ahorro,  y fortalecimiento del mercado interno.

Los resultados de la política económica diseñada y aplicada por el gobierno que concluye, fueron más mediáticos que reales. Mucho ruido y pocas nueces, anuncios espectaculares, triunfalismo sin sustento, con el que se engañara a los veracruzanos con un alto costo y opacidad en propaganda gubernamental.

Lo señalábamos en artículo anterior. Tanto el gobierno de la República Popular China, como la administración del presidente Barack Obama en los Estados Unidos, está mostrando el camino; señalando enfáticamente como prioridad el fortalecimiento y expansión de la oferta y demanda interna, apoyando con criterios proteccionistas, en primer término, al  consumidor, y en paralelo a la pequeña y mediana industria.. En las actuales condiciones de México, esto estaría algo así como en sánscrito. No hay dinero ni voluntad política para modificar el esquema macroeconómico a favor de la economía familiar en el corto plazo. La ceguera gubernamental hace marchar al país en sentido inverso, propiciando estancamiento y retroceso.

Bajo esta óptica, el sentido común indicaría que al contrario de las falsas expectativas del gobierno de la fidelidad, antes que confiar al capital foráneo la reactivación del aparato productivo de la entidad, habría que poner primero el énfasis en el fortalecimiento del mercado interno; con políticas públicas que propicien y posibiliten el incremento de la capacidad real de compra de la población, descongelando el régimen salarial, incentivando en términos reales y no con simples declaraciones o apoyos insuficientes, asistencialistas y extemporáneos, al campo y  pequeña y mediana empresa industrial, poniéndole freno a la importación indiscriminada de bienes y servicios.

Estando a unos pasos de estrenar nueva administración pública en la entidad, en términos muy pragmáticos, por lo que toca a la mayoría de los veracruzanos, valen las siguientes interrogantes en relación a mantener la misma estrategia de promoción económica gubernamental, basada en la inversión extranjera, como parece ser la intención ya anunciada de Javier Duarte, en un contexto nacional por demás restrictivo.

¿Veracruz está en condiciones de ir contra la corriente mundial y ofrecer con políticas públicas neoliberales, crecimiento económico y desarrollo?

¿Abatiría la tendencia al alza de los precios de la tortilla, los energéticos, el transporte, el cuidado de la salud, e incluso la educación?

¿En que medida abatiría la creciente tendencia al desempleo formal?

¿Cómo incidiría en la obtención de mejores niveles salariales para varios millones que perciben ingresos entre uno y cinco salarios mínimos?

¿Que oportunidad ofrecería  a las nuevas generaciones, hoy sumidas en el desencanto y pérdida de expectativas para el futuro?

Vale la pena reflexionar sobre ello, antes de aplaudir por anticipado el que el nuevo gobierno incurra nuevamente en una onerosa promoción gubernamental para la obtención de nuevos y mayores montos de inversión extranjera en Veracruz. Ya nos engañaron una vez, no más espejitos a cambio del desastre.

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Javier Duarte de Ochoa

Lo pasado, pasado está, salvo para los necios. Parafraseando al chaparrito pelón de lentes que despacha en Los Pinos, “Haiga sido como haiga sido”, Javier Duarte de Ochoa, gobernará a Veracruz en los próximos seis años. En fatídicos 13 días, la ojalá irrepetible experiencia de un pésimo gobierno será una página cerrada más en la historia de la entidad. Y a otra cosa mariposa.

Es lo que cada vez en mayor proporción se escucha lo mismo en las tertulias de café que en reuniones familiares, o de empresarios que cifran sus esperanzas en un nuevo estilo de gobernar en el que el equilibrio entre finanzas públicas y economía privada, se complementen armónicamente para bien de Veracruz.

Y es en estos últimos, al margen de lo que pudiera adeudárseles como proveedores de bienes y servicios, en donde con mayor énfasis priva la esperanza de que con Javier Duarte, si se aplica con inteligencia, voluntad política, pero sobre todo humildad para reconocer la realidad por la que atraviesa la vida económica y social de  la entidad, se encontrarán los mejores caminos para salir de la postración y el atraso. Recuperándose tiempo y oportunidades perdidas.

Si Javier Duarte y su equipo de trabajo aceptan que las fórmulas neoliberales para enfrentar la crisis que el mundo padece, están agotadas y que, como lo está poniendo en práctica la República Popular China, si se orientan políticas públicas y visión estratégica de mediano y largo plazo, hacia el fortalecimiento del mercado interno, como el mejor camino para hacer frente a la incertidumbre de una economía mundial que no encuentra recuperación y estabilidad, podemos tener la oportunidad de recuperación, fortalecimiento y consolidación de la planta productiva de Veracruz, me comenta un por cierto exitoso empresario.

La solución en el corto plazo está en el campo y en el aprovechamiento pesquero de nuestro amplio litoral, comenta. Tenemos que construir auténticas cadenas productivas que vinculen producción primaria, industrialización y distribución, orientadas al fortalecimiento de la demanda de productos veracruzanos por veracruzanos. Consumir lo que Veracruz produce, es una falacia, agrega, si previamente no generamos la oferta suficiente para competir con productos que nos llegan de otras entidades del país o del exterior.

Reflexionando sobre lo anterior, mi interlocutor parece tener toda la razón. Acceder al mercado exterior y a la inversión extranjera es cada día más difícil y complejo. El fenómeno del proteccionismo en las economías de los países tradicionalmente consumidores de materias primas y producción de los países emergentes, es más que evidente; a la par que el capital externo se orienta en mayor medida a la especulación financiera. El capital “golondrino”, busca el camino más corto para mantener altas tasas de ganancia y, éste no es precisamente el de la producción de bienes y servicios y generación de empleo que demandan los países huéspedes.

Veracruz cuenta con un mercado de más de siete millones de consumidores. Mercado potencial no aprovechado y supeditado a la oferta externa, como puede observarse en las grandes cadenas comerciales que operan en la entidad. Coincido con el empresario que me ilustra sobre el tema. Estamos más que obligados a revertir tal tendencia. La reconversión y reordenación productiva, aprovechando nuestras fortalezas a partir de un adecuado proceso de planeación regional y microregional por cuencas hidrológicas, identificando y aprovechando nuestras ventajas comparativas en relación, sí,  al mercado interno y no a la exportación que hoy por hoy está controlada por un reducido número de empresarios vinculados al capital externo y apoyados por el gobierno estatal.

Producir lo que demanda el amplio mercado interno veracruzano, substituyendo importaciones, capitaliza a la entidad, genera empleo y crea las condiciones para entonces sí, contribuir entre todos a consumir lo que Veracruz produce. Las circunstancias que hoy vivimos en el medio de una crisis nacional y global, lo exigen. Nuestra entidad tiene que adecuarse a la nueva realidad del mundo..

Se dice fácil, lo difícil estriba en la decisión de política política,  para privilegiar una política económica que implica visión de largo plazo, cambio de paradigmas y actitudes, y el compromiso decidido de erradicar corrupción e impunidad, orientando finanzas públicas a resultados concretos, medibles, transparentes, sin  falsos espejismos, en el proceso de rescate, reorientación y consolidación de la vida económica y social de Veracruz.

La impresión personal que guardo de Javier Duarte de Ochoa, lo he sostenido, es la de un hombre joven, aún inexperto, pero sin duda inteligente y bien intencionado. En sus manos está, insisto, el proponerse llevar adelante cambios positivos que contribuyan, ahora sí, al crecimiento económico y al desarrollo. No se puede repartir riqueza si antes esta  no se genera, por lo que hablar de justicia social y reducción de desigualdad y pobreza, es demagogia si no se modifican viejos y caducos moldes de distribución equitativa de la riqueza, si esta sólo existe en el discurso.

Orden, eficacia con transparencia, austeridad y seguimiento puntual del gasto, visión, y voluntad política con disposición al cambio, sin duda redundaría en un mayor bienestar para la población, sin demagogia y falso triunfalismo. Este es el reto para nuestro joven gobernador. Este es el Javier Duarte en el que nos gustaría cifrar esperanzas. Esperemos que en el menor tiempo posible se libre de ataduras del pasado y que, con honestidad intelectual por delante, aplique  racionalidad a la administración pública. El buen juez por la casa empieza, no más “sanguijuelas”, “tepocates” y “víboras prietas” medrando al amparo del erario público.

La condición para avanzar es la humildad. Duarte debe así reconocerlo. Menos proyección de imagen y más administración; caminar, eso sí, a paso firme, pero sin pretender correr dando vueltas y más vueltas al molino, generando falsas expectativas y promesas incumplidas. Es lo menos que de el se espera.

Para la ciudadanía, lo primero es entender y aceptar que los  cambios que exige Veracruz no son tarea de un solo hombre. La tarea es de todos y la primera disposición al cambio está en cada uno de nosotros. Si no nos cegamos frente a falsos paradigmas y modificamos actitudes, priorizando principios y valores sustentados en la honestidad y en el trabajo, el cambio es posible. “Haiga sido como haiga sido”, estamos obligados todos a cerrar filas en torno a Javier Duarte, sin que ello implique extenderle un cheque en blanco, como suele ser nuestra inveterada costumbre.

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En mi opinión

Uriel Flores Aguayo

13 de noviembre de 2010

Aprovechando que era necesario nombrar a un dirigente interino, oportunidad histórica para relanzarlo, hace casi dos años le manifesté a Jesús ortega, que había que rescatar al PRD veracruzano de su tendencia a la muerte por inanición. Simuló entender la situación y nos engañó con cortinas de humo. En ese momento se dictó la suerte para el partido del sol azteca que, en Veracruz, se ha convertido en un membrete fantasmal. Este PRD marginal no tiene liderazgo, en tanto que quienes lo administran no entienden ni les interesa promoverlo como un partido real y con identidad. Su máxima labor es mantener una chambita.


Con estos u otros representantes el PRD llegará hasta el dos mil doce, después vendrán los deslindes y las convocatorias a nuevos partidos de izquierda. Es evidente que está por agotarse su ciclo de vida; le puede ocurrir lo que pasó con los partidos paleros (PPS, PARM Y PFCRN) después del campanazo electoral de 1988.

La más baja presencia legislativa en su historia la tiene el PRD en estos momentos al contar sólo con dos diputados; ya de por si su actividad sustancial será marginal para tener que cargar con la mala fama que le dejaron sus inmediatos antecesores. Un partido acéfalo, sin ideas, sin compromiso social real y sin lucha no puede ser más que un cascaron a la deriva. Peor: palero.

La crisis política de México, expresada en crisis de partidos, precariedad democrática y débil estado de derecho, también tocó al PRD, deslavándolo de ideología, abaratando sus principios e incorporándolo, conformista, al “estatus quo”, al sistema de explotación y control del país. Si ya es una contradicción tener políticos ricos con pueblo pobre, lo es más que, entre los primeros, estén los que se llaman de izquierda.

El PRD nacional es de autoconsumo y anda sin rumbo, confundido, sin pueblo, sin lucha y sin reflexión. El PRD habla de sí mismo y da la espalda a su razón de ser que son los ciudadanos y, sobre todo, los más pobres. Para sus dirigentes se trata de tener poder a costa de lo que sea, lo cual explica su línea aliancista con el PAN, en un acto no sólo de desmesura sino de liquidación de la izquierda como opción de gobierno con identidad propia.

En esa ruta burocrática y politiquera obviamente están chocando con Andrés Manuel López Obrador, bajo cuyo impulso muchos de sus detractores llegaron a ocupar cargos legislativos.

Para quienes tenemos una definición histórica de izquierda la tarea política del momento es rescatar y refundar al PRD tanto en Veracruz como en el resto del país. Es de elemental acuerdo que la izquierda tenga un solo candidato a la presidencia de la republica, pero de similar importancia es que se plantee a la nación un proyecto de trasformaciones sociales, económicas y políticas profundas. No se trata nada más de que llegue determinada persona sino de comprometer el voto, el honor y hasta la vida por cambios trascendentes que, por lo tanto, no deben ser “gato pardistas”.

Con todo y el humo enredador que producen la demagogia y la guerra mediática estamos obligados a transparentar nuestras obligaciones y a definirnos públicamente. Por lo tanto, luchemos por que el PRD deje de ser la caricatura que es y se constituya en un partido democrático y de izquierda; reconozcamos la valía de López obrador, y apoyemos activamente su posición de principios. Muchos pensarán que únicamente se puede mover este sistema con una revolución, tal vez estén en lo cierto pero creo que no saben en lo que nos meteríamos; es preferible seguir intentando por medios pacíficos aunque se llegue a los límites de la desesperación y el desaliento. Para seguir intentando tener un país con justicia y prosperidad se requiere mucha paciencia, coherencia y no bajar las banderas que tienen que ver con colores, siglas y coyunturas pero más con actitudes y formas de ser ante la vida.

Pa que no pasen hambre los consejeros del IFE se les asignan ingresos mensuales de más de 300 mil pesos.

México, DF.- Los consejeros del IFE recibirán en 2011 un sueldo de 334 mil 393 pesos mensuales, poco menos de 12 mil pesos respecto de lo que percibe el Ejecutivo federal, señaló el consejero presidente de dicho organismo, Leonardo Valdés. El funcionario del Instituto Federal Electoral señaló que será hasta febrero cuando cambie el tabulador y dijo que su salario no es importante respecto de las responsabilidades que tiene el instituto en comparación con los compromisos y servicios que le hace a la ciudadanía. De acuerdo con lo establecido en el Presupuesto de Egresos de la Federación, aprobado por los diputados, la remuneración total anual bruta de los consejeros electorales para 2011 será de cuatro millones 12 mil 716 pesos, es decir, 334 mil 393 pesos mensuales. El monto incluye sueldo base, prestaciones, aguinaldo (436 mil pesos), compensación garantizada, prestaciones, prima vacacional, ahorro solidario, aportaciones a seguridad social, seguro de vida institucional, seguro colectivo de retiro y seguro de gastos médicos mayores, entre otros.

Quien esté a favor de que desaparezca el IFE que levante la mano

Fidel Herrera Beltran. VI Informe

La misma actitud, el mismo triunfalismo sin sustento, las mismas mentiras y, lo más grave para toda persona que quiera y pueda pensar, es el insistir en el “encargarle» a su sucesor, atienda lo que quedó pendiente del tiradero de la fidelidad. Falta de respeto y de consideración para con quien habrá de gobernar a Veracruz los próximos seis años. ¿A cuenta de que le hace encargos? ¿Será que lo sigue considerando su empleado incondicional, mandadero  y agachón?, como lo han sido todos los integrantes del “gabinete” de Fidel Herrera.

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