“Los electores cada vez más exigen y valoran desempeños y capacidad democrática. Este punto es importante recalcarlo también, pues no se le ha escapado al electorado que verbigracia, el PRI al buscar la renovación de su dirigente nacional a inicios de 2011, ni ha efectuado una convocatoria amplia de candidatos ni hubo contienda interna optando por uno único ni se le ha votado de manera directa ni ha dado participación a sus correligionarios, cuyo número se desconoce. Todo lo ha decidido una camarilla o ni eso. Se aplicó el llamado “dedazo” y eso, uno de los mejores e injustos representantes del vetusto régimen político que encarnaron sus siglas por siete décadas, amén de torcer los más estrictos valores de la democracia, no ha sido bien recibido por una sociedad que percibe las mismas viejas prácticas de un partido que no se ha renovado. Allí están los hechos. Y es que la sociedad mexicana de 2011 no es la de 2000, su pluralidad exige transparencia y democracia y las cobran donde escasea. No sería importante esta observación ni hablar de la debilidad institucional del único candidato Humberto Moreira, si no fuera porque hay elecciones en siete entidades federativas y desean ganar las presidenciales de 2012. El discurso de ser un partido renovador que esgrime este instituto político a diestra y siniestra, no casa a todas luces con su proceder”, nos dice Marcos Marín Amescua en gurupolitico.com