Pulso crítico
J. Enrique Olivera Arce
No hay que ser genio para entender que a estas alturas del proceso electoral el PRI, en su nerviosismo por haber desarrollado una estrategia fallida equivocándose de adversario a vencer, recurrirá a cualquier cosa para impedir que a nivel nacional López Obrador desbanque a Peña Nieto del presunto primer sitio en las encuestas, como si estas realmente fueran determinantes a la hora del sufragio.
Lo que estaría por verse es si la dupla PRI-PVEM, ahora caminando de la periferia a un centro que le es hostil, tenga tiempo con amagos de “guerra sucia” para impedir que el candidato de las llamadas izquierdas se alce con el triunfo.
En este escenario de descompuesta crispación del tricolor habría que ubicar la demanda en contra de Andrés Manuel López Obrador por la sola presunción de que éste obtiene financiamiento ilícito para su labor de proselitismo. Golpe bajo sin sustento como respuesta al permanente cuestionamiento público por los excesos priístas en gastos de campaña y el abierto apoyo en recursos humanos, materiales y financieros de gobiernos estatales y municipales que reciben Peña Nieto y Josefina, sin que el IFE, árbitro electoral en la contienda, mueva un dedo para impedirlo.
Como la experiencia indica, faltando 27 días escasos para la elección cualquier impugnación que en éste lapso se presente, esta será resuelta por el Tribunal Federal Electoral meses después de ahogado el niño, salvo consigna en contrario. La aceptación tácita de Vicente Fox de haber metido la mano en la elección presidencial del 2006 sin que pasara nada, es prueba evidente de ello. De risa, pero así es la incipiente democracia en México.
No obstante, por salud pública Andrés Manuel López Obrador, su equipo de campaña y los sedicentes partidos de izquierda que le postulan, están más que obligados política y moralmente a transparentar origen, legitimidad y aplicación de los gastos de campaña autorizados por el IFE. El presunto “pase de charola” es golpe dado y, de no aclararse oportunamente a satisfacción del electorado, ni Dios lo quita en demérito de la imagen de frugalidad y honestidad que como tónica de campaña proyecta Andrés Manuel.
El domingo 10 de los corrientes con el segundo debate de los presidenciables en Guadalajara, será la última oportunidad para que el PRI recomponga la ya deteriorada imagen pública de su abanderado presidencial y, para eso, sin duda pondrá en primer plano del encuentro el presunto “pase de charola” que le imputa a López Obrador. Tema que por su parte procurará capitalizar la Sra. Vázquez Mota para justificar su fracaso ante Calderón Hinojosa, así que Andrés Manuel no podrá andarse por las ramas prestándose al juego de dimes y diretes a sabiendas de que sus oponentes ya están a la defensiva. Cuentas claras y a otra cosa mariposa.
En última instancia, á unos días de la elección lo que deberíamos considerar no es saber quién como el comal y la olla se presenta más tiznado, sino quién de los candidatos concrete la mejor propuesta. El electorado tendrá que decidir, con conocimiento de causa si el sufragio ciudadano favorece al más de lo mismo o se arriesga a apostarle a la opción de cambio cuando lo que está en juego es el futuro de la Nación.
Lo que si debería ser motivo de preocupación para todos es que el PRI se desgarre las vestiduras ante una presunción no probada y, con el mayor desparpajo y sin chistar acepte en la Cámara de Diputados que los representantes populares se premien repartiéndose 230.3 millones de pesos de un cochinito engordado con esmero. Doble moral que no extraña a nadie pero que confirma el cuestionamiento simultáneo a un régimen político decadente y a la candidatura de Enrique Peña Nieto. El interés personal y de grupo de la diputación federal estando por encima del bien común es apenas un pálido reflejo de lo que la juventud de México condena.
Hojas que se lleva el viento
En nuestra próspera aldea, la abrumadora cargada de la mayoría de medios de comunicación y comentaristas que en respaldo al Sr. Peña daban por muerto a López Obrador se desvanece. Ya sólo los más obcecados y con mayor nivel de entrega y compromiso con el gobierno priísta estatal, insisten en el triunfo inobjetable del abanderado tricolor poniendo el énfasis en la lucha por el segundo lugar entre Andrés Manuel y Josefina.
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Al margen de otras consideraciones, vale la pena destacar que Alejandro Montano, candidato Coalición Compromiso con México a la diputación federal por Xalapa rural (8vo. Distrito) asumió una actitud franca en su encuentro con los integrantes de la Asociación Civil Otero Ciudadano. Sin tapujos hizo referencia lo mismo a las fortalezas que a las debilidades de la región que le correspondería representar, aceptando que por encima del enorme potencial en recursos naturales y humanos con que se cuenta, el rezago, desigualdad, y pobreza sobresalen en el paisaje. Carencias en infraestructura carretera y de atención a la salud, así como de fuentes de empleo apoyo al campo e inversión productiva fueron destacados a detalle como principales reclamos de la población. Nada que ver con la idea del Veracruz próspero que desde las esferas del poder se nos quiere enjaretar. Sin un proyecto claro de Nación para los próximos sesenta años, alimentado con un proceso de planeación del desarrollo regional respaldado desde el Congreso de la Unión, Veracruz y el país seguirán aletargados, expresó sin falso triunfalismo el ex secretario de seguridad pública.
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Crónica del Poder, joven portal veracruzano de noticias en la Internet mostró el músculo en la celebración de su IV Aniversario con una comida a la que fueran convocados colaboradores, amigos, políticos y representantes de organismos empresariales. Su destacada presencia en la Web fue confirmada con cientos de felicitaciones que con motivo de un aniversario más recibieran sus distinguidos directores. Mi reconocimiento sincero a un esfuerzo periodístico, plural, respetuoso y de indudable calidad profesional en el que tienen cabida todas las voces.