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Monthly Archives: diciembre 2014

Pulso crítico

J. Enrique Olivera Arce

Fuera de contexto las palabras del Sr. Senador Héctor Yunes Landa no dejarían de considerarse tremendista y franco rompimiento con el Sr. Dr. Javier Duarte de Ochoa y una escalada más en la rebelión al interior del PRI veracruzano. En el boletín de prensa difundido el pasado viernes, Yunes Landa por conducto de los medios informativos bajo el título “Primera estocada a la democracia está dada”, Yunes Landa dice a los lectores:

“La aprobación por parte del Congreso del Estado de Veracruz de una próxima gubernatura de dos años pervirtió la democracia, expresó el Senador por Veracruz, Héctor Yunes Landa quien refirió que lo grave será que se afectará la economía, se comprometerá la seguridad pública y se cancelará el bienestar de millones de veracruzanos…”

Palabras fuertes en el marco de la sumisión que no respeto, de la clase política veracruzana y en especial el priísmo, a la primera autoridad en la entidad. Empero, más allá de su efecto mediático en el contexto de la realidad real que se vive en el país y específicamente en Veracruz, no pasan de ser balandronada demagógica que lejos de hacer mella en el ánimo del Sr. Dr. Duarte de Ochoa, le fortalecen ante los ojos del Sr. Peña Nieto, como un gobernante que se suma con eficacia al tendido de la cortina de humo con la que se quiere ocultar el estado crítico del Estado mexicano.

Para empezar, “la estocada a la democracia” no es la primera ni la única. El pueblo de México vive bajo una democracia secuestrada, pervertida a lo largo de los últimos cien años, víctima de la simulación, el engaño, la corrupción e impunidad como ha quedado evidenciado con el destape de la cloaca a que diera lugar el crimen de Iguala.

Por cuanto a la economía, peor no puede estar en México bajo la conducción de un régimen político en crisis, ciego, sordo y torpe. Veracruz no es la excepción, registrando estancamiento y recesión bajo el mandato de un señor que no alcanza a ver más allá de su ombligo.

Por los mismos senderos transita la seguridad pública, cuando el crimen se combate con palos de ciego en las cañerías de la sociedad mientras los verdaderos malandrines, los de cuello blanco, en las alturas saquean impunemente al país, generando inseguridad, incertidumbre y un “Jesús en la boca” de millones de mexicanos.

¿Cancelar el bienestar de millones de veracruzanos con una gubernatura de dos años?

Con perdón de ustedes, los pocos que siguen estos maquinazos, el Sr. Senador quiere tapar el sol con un dedo orinándose fuera del tiesto. ¿Cuál bienestar? Más jodida ya no puede estar la gran familia veracruzana, ahora “beneficiada” con un incremento salarial para el 2015 de unas míseras monedas. ¡Ni la burla perdona!

Con un gobierno estatal de dos, tres, o seis años, las cosas seguirán igual. Ya llevamos diez de un pésimo mandato, caracterizado por el saqueo de las arcas públicas y un permanente desentenderse de la vida cotidiana de esos millones de veracruzanos que rondando la miseria extrema, para el Sr. Senador un capricho no exento de oscuros intereses del Sr. Dr. Duarte de Ochoa pone en riesgo su bienestar.

Así, contextualizado, lo expresado por Yunes Landa no se diferencia en nada de las ¿estupideces? de la señora que en la entidad pastorea al PRI. La gubernatura de dos años estipulada en la reforma constitucional aprobada por una mayoría casi absoluta de lacayos en el Congreso local, ni perjudica ni beneficia al pueblo de Veracruz, sino todo lo contrario parafraseando a Luís Echeverría. Son los intereses personales y de grupo de una clase política pandilleril los que están en juego y así se refleja en el pseudo debate y desgarre de vestiduras que la prensa difunde. Simple cortina de humo que no logra acallar el descontento y hartazgo de una sociedad lastimada que está diciendo ¡Basta!

Así los veracruzanos deberíamos considerar lo que en el seno de la clase política se cocina y, si queremos ir más lejos, es el pleito elevado al absurdo entre Fidel herrera Beltrán y Miguel Ángel Yunes Linares en la disputa por el botín. Irrelevante para los veracruzanos todos, si no fuera por sus nefastas consecuencias que a lo largo de ya diez años, viene padeciendo la entidad.

Que con su pan se lo coman Javier Duarte y las mafias partidistas en contienda, que para las mayorías los comicios del 2015-2016 y 2018, son episodios circunstanciales que no contribuyen al esfuerzo de rescate de democracia y buen gobierno.

Arribamos al final del 2014 e iniciamos el 2015 con más de lo mismo. Ni los agravios se olvidan ni la lucha legítima por el rescate de nuestra incipiente y hoy secuestrada democracia, cede. La crisis multifactorial del Estado mexicano y su expresión en la debacle de la partidocracia, no varía en lo más mínimo, antes al contrario, se profundiza arrastrando a toda la nación. Frente a una más de las cortinas de humo que al pueblo de México el régimen corrupto y senil receta, abrir los ojos, ampliar la visión de futuro, que resistir es el camino.- Xalapa, Ver., diciembre 21 de 2014.

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Pulso crítico

J. Enrique Olivera Arce

Teniéndose en alta estima al que paga, y entre mejor pague mayor mérito, diversos medios informativos descuidando a sus lectores no dudan en faltarles a éstos el respeto que se merecen, subestimando la inteligencia de aquellos a los que, en teoría, deberían servir. Cosas de un moderno periodismo-empresa en el que la censura y la autocensura tienen valor de cambio.

En este marco, es explicable, aunque en lo personal no justifico, el que con motivo del I Informe de gobierno del alcalde xalapeño, se oculten ineficiencias y carencias, destacándose la imagen de un Américo Zúñiga que, afirman, estando haciendo bien las cosas merece reconocimiento público y aceptación de los xalapeños. “A mí me trata bien, cosa que le agradezco, afirma el diputado federal perredista Uriel Flores Aguayo, haciendo eco de lo que la mayoría de la prensa oficialista difunde.

Lo que bien se guarda y se esconde tras la autocensura, es que la añeja problemática de la ciudad capital, desde tiempos de Reynaldo Escobar Pérez, seguido de David Velasco Chedrahui, Ricardo Ahued y Elizabeth Morales, no ha pasado de un simple manoseo mediático en el que un superficial maquillaje no basta para solucionar lo sustantivo de una ciudad que languidece en medio del atraso económico, carencias de infraestructura urbana, asentamientos irregulares, caótica vialidad y comercio informal, así como un palpable abandono oficial.

En el primer año de cuatro, con Américo Zúñiga al frente de la comuna, la tónica del gobierno municipal no ha cambiado. La pavimentación e introducción de drenaje en algunas calles o la “manita de gato” en parques y jardines, no es respuesta a una problemática que se incrementa con el desordenado crecimiento de la mancha urbana.

Lo más evidente en las “cuatro Xalapas” que conforman la capital veracruzana, es el problema de la seguridad pública, seguido de la basura, el comercio informal y la cada vez más complicada vialidad en la que toda calle es estacionamiento vehicular. Temas recurrentes a los que hace alusión la población en referencia a su vida cotidiana. Minimizándose la ausencia de un crecimiento urbano ordenado, así como la existencia de cientos de colonias periféricas cuyas calles siendo lodazales intransitables, en ellas se asientan humildes viviendas que careciendo de servicios básicos, hacen de sus moradores clientela electoral segura siempre dispuesta a entregar su voto a cambio de migajas.

No todo es responsabilidad única del alcalde en turno. Para el gobierno estatal Xalapa es el patito feo de Veracruz. Lo malo es que los dos órdenes de gobierno se tapan con la misma sábana, priorizando la proyección de imagen y no la búsqueda de soluciones reales a una problemática que rebasa su capacidad de gestión. Es más útil, para el gobernador y el alcalde, pagar por el silencio a modo, censura y autocensura mediática, que sentar las bases para un crecimiento y desarrollo sostenido. Nada extraordinario, siendo esto último el pan de todos los días, generó ya conformismo en una sociedad que exigiendo poco, muy poco recibe.

Hojas que se lleva el viento

El “buen fin” conspiró contra la tradicional alegría de las fiestas decembrinas. De la clase media “media” para abajo, el aguinaldo, cuando lo hay, apenas alcanza para pagar deudas contraídas en el jolgorio consumista pre navideño. Ya en pleno puente “Guadalupe Reyes”, ha caído como balde de agua fría la noticia de que el incremento al salario será más que insignificante, por lo que el inicio del 2015, es difícil, muy difícil, que a las mayorías les ofrezca torta bajo el brazo. Y en esas estamos, cuando el gobernador de Veracruz turna al Congreso local una iniciativa tendiente a eliminar la tenencia vehicular. Medida pensada para calmar las malas vibras de una clase media que haciendo verdaderos malabarismos para sostenerse en el alambre, ha retirado su simpatía, apoyo y aceptación al régimen duartista. No se pagará tenencia pero el impuesto predial para el año venidero se incrementa, así están las cosas y ni para donde hacerse.

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J. Enrique Olivera Arce

El que manda, manda y si se equivoca vuelve a mandar, sin importar cuantas veces se equivoque… Qué lejos estamos del mandar obedeciendo que propone el zapatismo. Reflexión personal.

Hace algunos meses comentaba que con la imposición de Elizabeth Morales al frente del CDE del PRI en la entidad, era de esperarse una “rebelión en la granja” al interior de este instituto político. Confirmándose mi dicho con un desatado fuego amigo, patadas bajo la mesa y una nada disimulada descalificación tanto de tirios como troyanos, duartistas y no duartistas, en una abierta y futurista lucha interna por el poder, que la señora ex alcaldesa de Xalapa no pudo ni ha podido controlar y mucho menos parar, cuando ella misma es juez y parte al aspirar a una diputación federal en el 2015.

Y en este ríspido escenario en las entrañas del tricolor en Veracruz, la crisis nacional se les dejó caer, tomándoles por sorpresa y con los pantalones en las corvas. Resultado: inmovilidad y confusión que se ha venido incrementando en la medida de que, esperando señales del primer priísta de la entidad, hasta ahora éste no daba color. Tampoco hoy se da por enterado de los graves acontecimientos que están sacudiendo al país, poniendo en jaque la unidad de su partido.

“No pasa nada”, la crisis política, social y económica ni por asomo nos toca. Y, bajo esta aventurada tesis, el PRI en Veracruz dale que dale a lo suyo, arreciando el fuego amigo con vías a los comicios del 2015 y 2016; confiando en que su mafiosa estructura, como los priístas le llaman a un corporativismo a modo, manipulación de la pobreza y compra de votos, así como dinero, mucho dinero de dudoso origen, es suficiente para enfrentar con éxito a una “oposición” venida a menos.

Y en esa estaban, con un ojo al gato y otro al garabato, cada quién cuidando lo suyo y procurando pisarle la cola al de enfrente, ajenos a una ominosa realidad nacional, cuando de sopetón, inoportuna y fríamente calculada por el círculo cercano a Fidel Herrera Beltrán, cual balde de agua fría llega al Congreso local la iniciativa de ajuste y actualización de la legislación político electoral, en la que entre otras cosas, se oficializa la idea de una gubernatura de dos años al término de la gestión del gobernante actual.

Y que se arma la batahola. ¿Gubernatura de dos años?

Clase política, priístas y no priístas, así como la prensa, oficialista y no, en un más que abierto debate rasgado de vestiduras, dimes y diretes, ruedas de prensa y el fuego amigo, directo o cruzado, a todo vapor, sacudiendo la vida política veracruzana.

Todos los partidos políticos metiendo baza, en pro o en contra de la iniciativa, haciendo bailar la perinola y deshojando la margarita, evaluando no la conveniencia o inconveniencia para la entidad de una gubernatura breve y transitoria, sino sus intereses en juego; se olvidan de 2015 y enfocan sus baterías a lo que seguramente aprobará el Congreso en los próximos días para los comicios del 2016.

Tal cual lo hemos venido señalando en nuestros maquinazos, al margen de la prioridad presidencial y de espaldas tanto a la ciudadanía como a la realidad real, de un Veracruz sufriendo el recular de una economía que ya se refleja en los bolsillos de las mayorías, nada más inoportuno e inconsecuente que imponer un capricho tras el cual se pretende ocultar el interés por dar continuidad al proyecto transexenal Herrera-Borunda.

Y ahora sí. La “rebelión en la granja” al interior del PRI, desnuda, cruda y explícita, ignorando las formas, se expresa a gritos y sombrerazos, blandiendo en un todos contra todos las bacinicas, mientras a la par la nación se desquebraja en medio de una crisis multifactorial impulsada por la presión social, la caída del precio internacional de la mezcla mexicana del petróleo exportable, la devaluación del peso, el incremento de la inflación, el deterioro de las finanzas públicas, y los palos de ciego de un gobierno para el que ya no es lo duro sino lo tupido, lo que le mantiene inmóvil e incapaz de enderezar el rumbo.

El que manda, manda y mando una absurda iniciativa al dócil y mediocre colectivo de diputados en el que el PRI y sus partidos secuaces mantienen mayoría, con la consigna de que cuanto antes, con consenso o sin este, sea aprobada. Bajo esta tónica pretextando fortalecimiento de la democracia en la entidad, en medio de la “rebelión” el CDE del PRI en Veracruz por boca de Elizabeth Morales se declara partidario de la enmienda constitucional propuesta que, por cierto, también contempla la permanencia en el cargo del procurador (de injusticias) por un período de 9 años y la criminal reelección de diputados hasta por cuatro períodos consecutivos.

Y por si fuera poco, con el posicionamiento de la cúpula del tricolor esta se confronta con las “estructuras paralelas” al partido que, bajo el control de los senadores Yunes Landa y Yunes Zorrilla, se declaran en franca rebeldía contra la sola idea de una gubernatura bianual.

Si para algunos en Veracruz el PRI no acusaba crisis interna que diera lugar al encendido de focos rojos, no sé cómo éstos podrían calificar lo que al interior del tricolor sucede no sólo en la entidad veracruzana, sino en todo el país, reduciendo las posibilidades de que el instituto político recobre hegemonía como es del interés del Sr. Peña Nieto; ya lo apuntan recientes encuestas que indican una estrepitosa caída en las preferencias del respetable por un partido que, entre otras cosas, se opone a que se legisle en contra de la corrupción oficial.

“Rebelión en la granja tricolor”. Sí señor, en pleno proceso electoral y en medio del estancamiento y recesión de la economía así como de la crisis terminal del régimen político nacional. Y Si el Sr. Peña Nieto esperaba contar con la contribución de la entidad veracruzana para alcanzar mayoría absoluta en la Cámara baja del Congreso de la Unión para el 2015, el Sr. Dr. Javier Duarte de Ochoa ya le responde con la señal de que aquí quien manda en Veracruz, primero antepone el interés mafioso de grupo a los buenos deseos presidenciales.

Y mientras el PRI se desgarra en lucha intestina, para cada vez más amplios sectores de la sociedad veracruzana, si el próximo gobernador lo será por dos, tres, o cinco años, le tiene sin cuidado. De todas maneras a paso lento o en forma acelerada, “nos van a seguir saqueando”, es la opinión que cobra fuerza en la entidad.

Hojas que se lleva el viento

Aunque los resultados de las encuestas son apenas un pálido reflejo de la realidad, no dejan de ser indicador válido para medir las preferencias electorales en los tendidos populares. Es por ello que llama la atención el que en las últimas mediciones Morena, calladito y sin aspavientos, ya como partido político, en Veracruz está creciendo y calando hondo en el ánimo de los electores, mientras que el PRD se desdibuja, pierde presencia como opción electoral de las llamadas izquierdas institucionales y se enfrenta al rechazo público.

Ahora que si Morena quiere mantener el ritmo de crecimiento que se observa, la tarea aún pendiente a concretar en los próximos meses es el demostrar que no todos los partidos ni todos los políticos, son iguales y, para eso, no basta con denunciar e insistir en que el pueblo de México se enfrenta a una estructura de mafiosos. Más organización, más reflexión, más honestidad intelectual y visión de Estado, así como una mayor confianza en lo que se cocina en el seno del pueblo, son asignaturas pendientes.

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Compañeros Internacionales de Periodistas y Editores A.C (CONAPE), condenamos enérgicamente los lamentables hechos sucedidos a nuestro compañero VICEPRESIDENTE DE CONAPE EN ECUADOR, JORGE GUSTAVO PROAÑO RAMÍREZ, al cual le fue confiscado su equipo de trabajo por parte de LA POLICÍA DEL MUNICIPIO DE ESMERALDAS. Desde estas líneas expreso mi solidaridad para con el compañero y amigo Proaño Ramírez.

Xalapa, Ver., diciembre 14 de 2014.

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Pulso crítico

J. Enrique Olivera Arce

Sin pena ni gloria se celebró en tierras veracruzanas la XXIV Cumbre Iberoamericana. Con importantes ausencias, legaciones de 22 países bordaron en vano con buenos propósitos en torno a una realidad global que, como bien señala José Mújica, presidente de la República Oriental del Uruguay y el único que explícitamente se solidarizó con el pueblo de México, no se puede ocultar con  el paraguas.

Cumpliéndose con la parafernalia protocolaria propia de estas estériles reuniones, el presidente Peña como anfitrión, no pudo evitar que la preocupación en el seno de la Cumbre y en el exterior de los recintos destinados para el efecto, se concentrara implícitamente en la profunda crisis que se vive en México y la incapacidad nuestro gobierno para darle un cauce satisfactorio.

La temática, como suele suceder en Cumbres de igual naturaleza, giró en torno al crecimiento, innovación y desarrollo, así como  la cooperación económica y social para la construcción de sociedades más justas. Peña Nieto le definió como la oportunidad para potenciar la riqueza en los países concurrentes, desentendiéndose de la crisis globalizada que rondando los terrenos del estancamiento y recesión,  hace nugatorios los esfuerzos neoliberales por darle salida en el marco de las reglas impuestas por las grandes potencias.

Y en este orden de cosas, la mandataria brasileña de haber asistido es la única que podría aportar algo a nuestro país en la reactivación económica, ya que con excepción de Uruguay, tanto España como la mayoría  de países iberoamericanos con mandatarios y Jefes de Estado presentes en la Cumbre, se encuentran en igualdad de condiciones críticas que México. Sin embargo, Dilma Rousseff está más comprometida con la agenda de UNASUR que con América del Norte.

Independientemente de los logros que pudieran haberse alcanzado en conversaciones bilaterales entre los mandatarios asistentes, las conclusiones generales y acuerdos específicos dados a conocer al término del encuentro, no son nada alentadoras para el bloque iberoamericano como tal. Dando la impresión de que los acuerdos signados son más buenos propósitos y lugares comunes que compromisos viables.

Propósitos como poner empeño en promover la inclusión de los sectores más marginados y de construir sociedades igualitarias, al tiempo que trabajar en estrategias para garantizar una educación universal y de calidad,  en un clima de fortalecimiento de la Conferencia Iberoamericana para una cooperación horizontal que refleje la realidad de la región, son sólo palabras de dientes para afuera cuando la prioridad real es como salir airosos de la crisis globalizada en cada uno de los países participantes.

La Cumbre satisfizo el libreto preestablecido, cumpliendo, para el presidente de México como distractor a la par que oportunidad para recuperar autoridad en el ámbito internacional. Empero, la crisis en México sigue, profundizándose bajo una dinámica en la que los tres poderes de la Unión y los tres órdenes de gobierno, están atrapados frente a una auténtica rebelión de la sociedad movilizada,  a la que no satisface ni la temática del control de daños propuesta por el Sr. Peña Nieto ni la respuesta a bote pronto tanto de los órganos de procuración de justicia como del poder legislativo.

La interrogante que flota en el aire, es: ¿Qué sigue? Cuando 2014 concluye sin restañarse aún  las heridas abiertas.

Hojas que se lleva el viento.

Habida cuenta de que el gobierno de Veracruz no tocó baranda en la organización, desarrollo y clausura de la Cumbre Iberoamericana, al titular del poder ejecutivo estatal le tocó jugar el papel marginal de convidado de piedra y, por más esfuerzos que se le acreditan por estar cerca y tomarse la foto, tanto con el Sr. Peña Nieto como con los mandatarios asistentes, su presencia careció de relevancia alguna, pese a que su vocero y coordinador de comunicación social afirmara lo contrario en sus ya clásicos anuncios de ocasión.

Salvo, claro está, el que para el presidente de México sea relevante el clima de inconformidad social que se manifestara en diversos puntos de la entidad veracruzana durante la Cumbre, dándole marco a la inocultable crisis de gobernabilidad y de inseguridad que con carácter expansivo va cubriendo la casi totalidad del territorio nacional.

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Concluidos tanto los Juegos Centroamericanos y del Caribe como la XXIV Cumbre Iberoamericana, Veracruz retorna a su permanente estado de letargo, disponiéndose sus habitantes a terminar el año en las mejores condiciones posibles; dándose espacio para albergar un poquitín de esperanza y optimismo y pasar las fiestas decembrinas sin sobresalto que altere tranquilidad en el seno de la familia y en el ya de antemano desfondado bolsillo.

Por cierto que las comparecencias de los integrantes del gabinete del jefe ejecutivo estatal que ya también quedaran atrás, aparte de prácticamente no interesar para nada a nadie, confirmaron tanto la vacuidad del IV Informe de Gobierno del Sr. Dr. Javier Duarte de Ochoa como la mediocridad de  diputados locales y comparecientes de entre los cuales, destaca el secretario de turismo, que se aventó la desafortunada puntada de elevar al infinito tanto el número de visitantes como derrama económica a lo largo del IV año de gobierno en la actividad bajo su responsabilidad, mereciendo la rechifla de un respetable harto de engaño y simulación.-

Xalapa, Ver., diciembre 10 de 2014.

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Pulso crítico

J. Enrique Olivera Arce

“Todo el país ha sido cultivado con mucho esmero durante los años recientes para que se esparza en él la desobediencia y la insurrección”. José M. Murià

Gobernador de Veracruz

Gobernador de Veracruz

Estimo que en el estilo personal de gobernar cuenta, y cuenta mucho si no es que lo determina, el origen, las raíces familiares, el entorno de crecimiento y desarrollo, educación, experiencia, ambiciones personales y, sin duda, el estilo de vida a que está acostumbrado el gobernante. Salvo un excepcional garbanzo de a libra, considero que nadie en la llamada clase política escapa a esta condicionante.

No es por tanto casual el que en Veracruz suframos un gobernador como el Sr. Dr. Javier Duarte de Ochoa, cuyo estilo personal de gobernar a mi juicio acusa pobreza de atributos sólidos en su hoja de vida.

En la entidad y fuera de ésta, tal estilo es considerado mediocre y, dada la conformación de nuestra clase política en México, eso es ya decir mucho, más cuando el estilo de gobernar no se ve reforzado con una mediana visión de Estado, sensibilidad, tacto y voluntad política en el desempeño de la función para la cual fue electo. Atributos estos que se sustituyen con alegórica fantasía y triunfalismo mediático, pagado y sin sustento, al cual es aplicable la fábula del emperador desnudo.

Hombre de pocas luces

Si el gobernador veracruzano superara en algo la mediocridad y egocentrismo en su estilo personal de gobernar, habría empezado por rodearse de un equipo de funcionarios preparados, eficientes y eficaces que suplieran sus deficiencias y carencias y, además, desde el inicio de su mandat, romper el cordón umbilical que le mantiene atado a su padrino y antecesor en el ejecutivo estatal. Lejos de ello, así como se ha mantenido el lazo que le une a Fidel Herrera Beltrán, en la misma forma se rodea y hace equipo o establece relaciones de complicidad, con lo más atrasado de nuestra aldeana clase política.

Ser sensible a las necesidades del pueblo que gobierna, saber observar, valorar la realidad y escuchar para actuar en consecuencia, al fin hombre de pocas luces no se le da; sus limitaciones reflejadas en su hoja de vida no se lo permiten. Si a ello le agregamos tozudez para conservar y preservar su propia visión de una realidad inexistente, el retrato hablado está completo.

Luego es absurdo el pretender que el Sr. Dr. Javier Duarte de Ochoa sea congruente con la situación de profunda crisis que hoy día vive México. No está ni en un talante autocrítico que pudiera orientarle, ni en su estilo triunfalista de gobernar; mientras México entero sufre una crisis combinada de estancamiento económico, confusión e inmovilidad del régimen político, deterioro de un estado de derecho cuestionado, así como una movilización social sin precedentes que en la calle expresa descontento y hartazgo, para el gobernador en Veracruz se vive una próspera etapa de prosperidad, seguridad, paz social, economía boyante y en constante crecimiento, acompañada por la aceptación, credibilidad y confianza en las instituciones de los gobernados.

Si el Sr. Peña es incapaz de lograr encontrarle la punta al mecate, desbarrando y dando palos de ciego para poner a salvo ya no su personal proyecto de nación y presuntas reformas estructurales que le sustentan, sino como prioridad su mandato constitucional, en Veracruz el gobernador presume y lo divulga a los cuatro vientos, de que aquí las cosas son diferentes, aquí sí se sabe cómo gobernar.

Ya no es carencia de tacto político que exige guardar cuando menos las apariencias, sino pecado capital de incongruencia y ausencia de visión de Estado. Pasando por alto que Veracruz no sólo es parte y responde al todo nacional, sino que además contribuye en gran medida al deterioro que en todos los órdenes acusa el Estado-Nación. El análisis, diagnóstico y resultados reflejado en estadísticas oficiales divulgadas ampliamente, así lo confirma. Y aun así, el Sr. Dr. Duarte de Ochoa ni suda ni se acongoja, insistiendo cotidianamente en su visión triunfalista de una realidad que no entiende o no quiere entender. Los problemas que aquejan al presidente de la república no son problemas de la incumbencia del gobernador de Veracruz, así de simple.

Para tranquilidad de nuestra conciencia y salud mental, ya no le exijamos peras al olmo con desgastantes señalamientos, crítica y denuncias. Es tan desgastante como estéril perder el tiempo en ello cuando hay otros temas de mayor relevancia de los que ocuparse y preocuparse. Faltan dos años para que termine la pesadilla, el aguantar es la opción. ¿O existe otra?

El proceso electoral en marcha.

Y en este marco se ubica el actual proceso electoral que desembocará en la entidad con la elección de diputados federales. Proceso de capital importancia para el Sr. Peña, exigido a contar con mayoría absoluta en el Congreso de la Unión y que en la entidad veracruzana es desdeñado, privilegiándose en el orden de prioridades electorales la sucesión en el gobierno de Veracruz. ¿Falta de control de la vida política por parte del gobernador? ¿O es el no entender donde tiene puesta la prioridad electoral el presidente de México?

Lo más grave es que son las dos cosas. Ni hay control ni se entiende la señal presidencial. De otra manera los madrugadores senadores no andarían por la libre agitando e avispero, ni el fuego amigo al interior del partido gobernante estuviera poniendo en riesgo en la entidad el por cierto ya dudoso triunfo del PRI en la elección del año próximo. ¿En 2015 vamos a elegir gobernador de dos años o diputados federales? Se pregunta una población confundida.

Si el no saber gobernar es el estilo personal que prevalece, en la hoja de vida del Sr. Dr. Duarte de Ochoa está la respuesta, no hay de otra y así lo debemos aceptar para no seguir dando vueltas a la noria, exigiéndole más de lo que el gobernante puede y está dispuesto a dar.

Para estar en consonancia, pensemos en cuál en una muy flaca caballada, será la mejor opción para suceder al actual mandatario y olvidemos el desgranar la mazorca tratando de encontrar en la mediocridad de la llamada clase política, las mejores opciones para ocupar en el 2015 una curul en la Cámara baja del Congreso de la Unión. O de plano, si convencidos estamos de la inutilidad de tratar de que las cosas cambien para bien en los terrenos de la partidocracia, dejemos que se sigan haciendo bolas, gobernador, partidos y políticos, y esperemos con paciencia la hora del sumar a favor del voto de castigo.

Hojas que se lleva el viento.

Dentro de lo relativo que es lo que debemos entender por libertad, destaca el descaro del deteriorado régimen político mexicano, que nos receta una llamada ley de movilidad universal para proteger los derechos de terceros atentando contra los derechos de todos, en su esfuerzo por tapar el pozo tras el niño ahogado. Lo que no se atreven a decir explícitamente diputados, senadores y el mismo Sr. Peña, “autor” de la iniciativa, es que ante el miedo de que la movilización social tome el camino de una auténtica y legítima rebelión, están optando por el camino fácil de un estado de excepción en México que les de seguridad.

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Para “la gente bonita” lo más destacado de la XXIV Cumbre Iberoamericana que inicia mañana en Veracruz, es el contar con la presencia del rey de España, mandatario que representa lo más rancio del trivial glamour de la aristocracia europea en el ámbito de la crisis económica, corrupción, saqueo y exclusión. Para “la prole” el referente principal indudablemente será José Mújica, presidente de la República Oriental del Uruguay, hoy por hoy paradigma mundial de gobernante honesto y comprometido con su pueblo. Dos visiones en el México dividido, polarizado y transitando por la peor crisis de Estado en los últimos cincuenta años.

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No nos esforcemos en ponerle cortinas al edificio cuyos cimientos apenas estamos pretendiendo construir. Todo a su tiempo, el cambio y transformación del país es un proceso largo, azaroso y no libre de obstáculos que exige voluntad, toma de conciencia, serenidad, trabajo, disciplina, sacrificio, noción de unidad basado en la solidaridad y respeto al pluralismo, así como visión de futuro y mucha paciencia confiando en la fortaleza de un pueblo dispuesto.

No por mucho madrugar amanece más temprano, diría mi abuela y eso cabe para quienes estén dispuestos a transformar a México poniéndolo al servicio de todos. Si no es hoy con nosotros, será mañana con las nuevas generaciones, pero será y en ello hay que confiar.

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Pulso crítico

J. Enrique Olivera Arce

Hay dos maneras de perder el tiempo. Una no haciendo nada, otra es que te lo roben, y esto último es lo que parece está atosigando a importantes mayorías de mexicanos que sintiéndose defraudadas, toman la calle para expresar hartazgo y rabia.

El tiempo, bien intangible que jalona la presencia del ser humano sobre la faz de la tierra, es valioso y debería considerársele como sagrado, integrado e integrador en la cosmovisión de nuestra efímera existencia.

Valioso por tanto para un país que no logra superar sus condiciones de subdesarrollo y éste, el tiempo, gozando de autonomía e independencia se escurre entre los dedos de quienes se lo han robado, perdiéndose miserablemente en la nada, día con día, en un México que transita entre esperanza agotada y estéril incertidumbre de lo que mañana depara.

No son los dos años de gobierno del Sr. Enrique Peña Nieto. Es la acumulación histórica de un proceso de aproximaciones sucesivas de acierto y error, en el que éste último, acumulado, hoy hace crisis, derramado el vaso. Y en el fluir del tiempo robado a los mexicanos, el país lejos de avanzar por los amplios caminos del progreso, frenado está y ya camina en la estrechez de la inmovilidad y el retroceso.

No sólo la economía se estanca y retrocede en perjuicio de todos, también todos retrocedemos en nuestras expectativas de una vida digna normada por principios y valores trascendentes, en perjuicio de la economía. El círculo perverso se cierra y el tiempo no se detiene, perdiéndose lo mismo por robado que por el no hacer nada de las mayorías que ocupadas en lamentar su suerte buscando culpables, poco hacemos por recuperarlo.

¿Qué nos lo impide? La respuesta está en un “qué hacer” en épocas de cólera. En el qué hacer consciente y responsable para tomar en nuestras manos el tiempo secuestrado y encauzarlo por su aprovechamiento en mejores y más amplios senderos. No basta con percibir los obstáculos que se nos oponen como pueblo engañado, frustrado y ofendido; el qué hacer para hacerlos a un lado, superándolos en el camino del rescate y de la reconstrucción del México hoy por hoy desquebrajado, es la tarea.

Marchas, plantones, gritos y sombrerazos ya cumplen con el cometido. El pueblo despierta y el régimen político, arrinconado, balbuceante, ciego y sordo no ofrece la mejor respuesta al clamor popular, pero es insuficiente; sin organización y unidad en torno a un programa mínimo para la acción, propositivo y consecuente con visión de Estado y de futuro, la cólera en la calle se diluye, así como se diluye un tiempo precioso para la construcción de ciudadanía y democracia.

Sabido es ya que los partidos políticos, la clase política larvaria y comodina, son quienes el tiempo han robado. Nada podemos esperar de éstos para la tarea exigida al pueblo. De entre estos, los autonombrados de izquierda, están muertos y sólo resta sepultarlos. ¿Qué hacer y con qué compañeros de camino entonces?

Para quien esto escribe, con un juicio renovado que el optimismo en la fuerza y voluntad permanente de cambio y transformación del pueblo alimenta, sólo hay un camino, el que el pueblo elija de entre el mismo pueblo. De éste, el pueblo, y de nadie más, habrá de gestarse y elevarse la respuesta al qué hacer y con quién para, en épocas de cólera, recuperar el tiempo.

Hojas que se lleva el viento

Menudo paquete. De entre los palos de ciego que el Sr. Peña turnara al Senado como iniciativa para recuperar la seguridad e integridad física de los mexicanos, se contempla el responsabilizar a los gobernadores de la acción inmediata en contra de la creciente delincuencia. Sólo ante la incapacidad de éstos para afrontar la tarea que constitucionalmente la federación delega, será esta última la que se haga cargo de tomar al toro por los cuernos. No más pretextos ni lavado de manos, la tarea queda a cargo de las entidades federativas, así que, para desgracia de los veracruzanos, se cambia para seguir igual, o peor, cuando el punto de partida es el aquí no pasa nada tan acorde y congruente con el aquí no hacemos nada del Sr. Dr. Javier Duarte de Ochoa.- Xalapa, Ver., diciembre 3 de 2014.

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Pulso crítico

J. Enrique Olivera Arce

“La gente que mejor comprende la justicia son aquellos a quienes se les ha negado”. Daniel Raventós · Julie Wark.

Que mejor oportunidad para que el decálogo para el control de daños del Sr. Peña, dado a conocer en cadena nacional, sea aprobado sin ruido ni sombrerazos por el Congreso de la Unión, que la muerte presuntamente súbita del PRD. Senadores y diputados sin obstáculos otorgarán su respaldo absoluto a las reformas legales y medidas anunciadas.

Sin necesidad de un nuevo “pacto por México”, simplemente porque así lo ha concebido y decidido el primer círculo del poder presidencial, en fast track, sin consulta previa a la ciudadanía y ni siquiera a las bases partidistas, las nuevas reformas van.

Nuevamente una minoría partidocrática, representada por un insignificante –en cantidad y calidad- grupo de notables, se impondrá sobre el interés más general de la población en un intento más del control de daños del régimen y darle salida a la crisis.

Esto sin importar la soberanía de las 32 entidades federativas que conforman la Unión y los esfuerzos autonómicos del Distrito Federal.

Dándose un paso más en la marcha atrás de la vida democrática en el Estado mexicano con la profundización del estado de excepción en marcha.

Lo grave no es la farsa legislativa, a ello ya se nos tiene acostumbrados en el marco de la democracia representativa secuestrada y simulada. Lo verdaderamente grave es que con medidas tardías y antidemocráticas, se pretenda resolver la crisis multimodal y multidimensional por la que atraviesa el Estado mexicano, dejando intacta con el borrón y cuenta nueva, una estructura sustentada en abuso de poder, corrupción, impunidad y saqueo, origen del conflicto que hoy se pretende resolver.

Con un mayor control centralizado y fascistoide de la población, estima el Sr. Peña salir del aprieto, atacando consecuencias e ignorando el origen de la crisis.

Para quienes saben del paño, y ya no sólo en el ámbito de la academia, el decálogo no resuelve lo sustantivo. Andarse por las ramas sin enderezar el árbol torcido, ya fue juzgado y condenado en cuestión de minutos por una opinión pública que, en su despertar, ya no cree ni en el Padre Nuestro.

Modificar la Constitución y someter a la población con una cauda de medidas administrativas, presuntamente novedosas, a costa de la soberanía del Municipio Libre y de las propias entidades federativas, así como de las libertades ciudadanas, desde su anuncio ya generó descontento y rechazo; enrareciendo aún más el clima de “insubordinación” consecuencia del deterioro económico y los crímenes no resueltos que ofenden, agreden y lastiman a los mexicanos.

Tapar el pozo tras el niño ahogado, no es controlar los daños, antes al contrario, hacen más complejo e irresoluble el conflicto en marcha. Dando paso a intolerancia y represión por parte de los tres órdenes de gobierno, ante la impotencia de éstos para frenar oleada tras oleada de indignación y resistencia.

La prensa internacional, que ya tiene vela en este entierro, da ya por sentado que el decálogo propuesto es un fracaso anunciado más del régimen político mexicano, con el Sr. Peña a la cabeza. La prestigiada casa editorial, The Economist vocera de los centros del poder global, hace patente sus dudas respecto a la eficacia de las medidas por adoptar del gobierno mexicano. Dudas que se hacen extensivas a la opinión pública mundial y, con mayor razón entre los mexicanos que, en su mayoría están entendiendo que el problema no es de malandrines y policías, criminalidad y justicia, de tal o cual malandro, incluyendo los de cuello blanco, sino de la incapacidad de un régimen cuya crisis interna ya no le permite dar más, salvo más de lo mismo.

Deslindándose la población del ejercicio de gobierno de un régimen cuestionado, el problema ya ocupa el ámbito de problema de Estado, exigiendo, como señala el rector de la UNAM, de cirugía mayor y no de paliativos inicuos como las medidas anunciadas.

El PRI perderá ganando

Muerto, insepulto y mal oliente el PRD, como desde endenantes se ha venido afirmando en estos maquinazos, paradójicamente el PRI pierde ganando. Sin la connivencia de las llamadas izquierdas que la corrupción y carencia de sustento ideológico redujera a oscuros intereses tribales, la cadena de trasmisión de control y manipulación de las grandes masas de desposeídos, está rota y, con ello, negados los canales de comunicación, concertación y gatopardismo a modo que, a lo largo de varias décadas, equilibraran la correlación de fuerzas político electorales. El equilibrio se ha perdido y las masas buscan su propio camino al margen del control institucional.

En los próximos comicios el PRI podrá levantarse con el triunfo legal, con una mayoría relativa consecuencia de ignorancia, valemadrismo, y no poco masoquismo social que inercialmente arrastra la sociedad mexicana, pero no podrá aspirar al mínimo de legitimidad que gobernanza y gobernabilidad exigen. No más beneficio de la duda; desde el primer momento descontento, rechazo y resistencia popular determinarán la agenda electoral y quehacer gubernamental, percibiéndose con justeza que el Sr. Peña tiene razón cuando coloca a Iguala-Ayotzinapa como en parte aguas de un antes y un después en la vida económica, política y social de México.

El Revolucionario Institucional seguirá siendo el mismo de siempre, medrando larvariamente en una sociedad distinta que se niega a reconocer.

El después construido con memoria histórica sobre el antes, en el terreno electoral será el punto de quiebre para el régimen caduco; la respuesta a los grandes problemas nacionales estará en la calle y el PRI estará atado de manos para recomponer a su favor un nuevo escenario que ya en este momento le es adverso. Paradójicamente, no es la oposición sino el propio presidente priísta el que define la debacle de la hegemonía septuagenaria del tricolor.

Hojas que se lleva el viento.

De plácemes un gobernador que no aprende en cabeza ajena. Nuevamente el Sr. Dr. Javier Duarte de Ochoa se toma la libertad de asumirse como la voz autorizada de todos los veracruzanos, afirmando que el presidente Peña Nieto cuenta con el respaldo absoluto de Veracruz. Y nadie entre su pequeño círculo de consejeros de cabecera le indica que hay que hincarse al paso de la procesión. En su discurso ni son todos los que están, ni están todos los que son, privando en la entidad una mayoría que rechaza las medidas de control de daños anunciadas por el Sr. Peña, e incluso, en desacuerdo con la administración pública veracruzana que no ofrece elementos para que el gobierno fallido recupere credibilidad y confianza

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Y dale que dale, duro y tendido, nuestros senadores priístas de frente y hasta topar con pared, mantienen su adelantada campaña proselitista orinando fuera del tiesto, incapaces de entender el tardío mensaje del Sr. Peña de que llegó la hora de modificar el discurso. Y aún hay más, incapaces también de entender que la agenda electoral ya no la define la cúpula de su partido sino la presión popular en rebeldía que ya no está aceptando más atole con el dedo. El “yo soy Ayotzinapa” del presidente es la señal, y no la digieren.

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Sentido por el pueblo de México el deceso de Don Alberto Bolaños “Chespirito” y con este sentir nos solidarizamos, deseando que el emblemático artista descanse en paz. Lo que no se vale es que tanto Televisa como el PRI capitalicen la sensible pérdida manipulado para crear una cortina más de humo, para así distraer la atención del respetable en momentos de álgida crisis. Menos mal que la película “La dictadura perfecta”, ya se encargó de desnudar el clima de complicidad entre los oscuros intereses económicos de Televisa y los del régimen político en México, y el pueblo de a pie ya no se traga la triquiñuela. La crisis sigue y las movilizaciones sociales también.

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Las redes sociales rebasaron en mucho al papel tradicional de la prensa oficialista. Realidad que deberían tomar en cuenta las áreas de comunicación social de los gobiernos estatal y municipal en la asignación de recursos públicos para propaganda de imagen. Cuando la prensa, sobre todo la impresa va, las redes sociales ya vienen de regreso, nulificando todo esfuerzo gubernamental tendiente a convencer a la opinión pública de que aquí no pasa nada, Veracruz cabalga en caballo de hacienda, y tenemos el mejor gobernador y el mejor alcalde de toda la historia. – Xalapa, Ver. 30 de noviembre de 2014.

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