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Category Archives: Riesgo de desastre nuclear

La Jornada

Alto Lucero, Ver., 10 de diciembre. Está trotando el caballo blanco, dijo Rick Irvine, gerente de Minera Cardel, cuando hace dos meses arrancaron las pruebas para que a partir de 2012 se inicie la explotación de la mina, ubicada a tres kilómetros de la nucleoeléctrica de Laguna Verde. Pobladores de las comunidades cercanas a la central nuclear, tienen miedo de que las vibraciones de los explosivos afecten los dos reactores nucleares de Laguna Verde y los productos químicos que se usan en la minería contaminen los mantos acuíferos.

Aun en su fase exploratoria, la mina ya registra los primeros pasivos con la tala del bosque bajo, la destrucción de sitios de reposo de aves migratorias y la extracción masiva de agua para la lubricación de los barrenos, pese a que en muchas comunidades de la zona ni siquiera tienen el líquido para el consumo doméstico.

Senadores cuestionan proyecto minero ‘caballo blanco’ en Veracruz

Los senadores del grupo parlamentario de Movimiento Ciudadano, por conducto del senador Francisco Alcibíades García Lizardi, demandaron hoy se detenga la fase exploratoria del proyecto minero Caballo Blanco, obra a realizarse a sólo tres kilómetros de la planta nucleoeléctrica de Laguna Verde, en el estado de Veracruz, y que se haga una revaluación de las condiciones en que se autorizó la exploración, antes que se pase a la etapa de explotación.

La cercanía de la planta nuclear representa una seria amenaza para los pobladores de los municipios de Alto Lucero y Actopan, e incluso para centros de población más alejados, advierten los legisladores Dante Delgado Rannauro, Luis Walton Aburto, Francisco Alcibíades García Lizardi, Eugenio Govea Arcos y Ericel Gómez Nucamendi, en una propuesta de punto de acuerdo presentada al pleno del Senado.

Incluye la petición de los legisladores de Movimiento Ciudadano la solicitud de que comparezcan ante las Comisiones Unidas de Energía, Medio Ambiente y Protección Civil, los titulares de las Secretarías de Gobernación, Medio Ambiente y Recursos Naturales, y de Energía, así como el titular de la Comisión Federal de Electricidad, para que aporten la información necesaria.

La minería a cielo abierto requiere que se usen hasta 25 toneladas diarias de explosivos, afirman estudios realizados por organizaciones de la sociedad civil, tales como “La Asamblea Veracruzana de Iniciativas y Defensa Ambiental”, conformada por más de 30 organizaciones en defensa del medio ambiente en Veracruz. Señalan asimismo que la excavación afectará ríos, lagunas costeras y el litoral del Golfo de México, de donde se extrae agua para el enfriamiento de los reactores de la nucleoeléctrica.

En otra parte de la exposición de motivos, los senadores manifiestan que hay evidencia de que la empresa minera ha estado aprovechando la infraestructura regional, particularmente  caminos vecinales recientemente pavimentados, que forman parte de la red de evacuación de población prevista en el Plan de Emergencia Radiológica Externa (PERE), de la planta de Laguna Verde.

El alto riesgo de accidente nuclear por la cercanía de la Nucleoeléctrica Laguna Verde, se hace evidente porque la operación del proyecto minero rebasa el límite de seguridad previsto en el PERE, que es de 16 kilómetros; en este perímetro toda actividad industrial debe ser controlada para no arriesgar la operación de la nucleoeléctrica y la seguridad de los habitantes.

Finalmente, no obstante que la Comisión Nacional para el Conocimiento y Uso de la Biodiversidad ha declarado a esta zona como Región Terrestre Prioritaria para la Conservación de la Diversidad Biológica de los encinares tropicales, la Asamblea Veracruzana de Iniciativas y Defensa Ambiental ha detectado observado, entre otras alteraciones:

·         Desmonte de aproximadamente 15 mil árboles.

·         En laderas, depósitos de tierra que sepultan el sotobosque. 

·         Información deficiente e inexacta a las comunidades sobre el proyecto.

·         Descubrimiento y perturbación de sitios arqueológicos en la zona.

Dicha organización civil advierte, además, de los posibles daños socioambientales que ocasionará el proyecto minero:

·  Desplazamiento de pobladores y dueños originales.

· Afectación definitiva de ecosistemas y los beneficios ambientales que proporcionan.

·  Desmonte de mil hectáreas en las fase de exploración y preparación.

·   Descarga de residuos tóxicos y sedimentos en arroyos, lagunas costeras y el mar.

· Bombeo de 40 mil metros cúbicos de agua de manera inicial y 2 mil metros cúbicos diarios para la operación.

· Uso masivo de cianuro de sodio en ciclo cerrado en lagunas supuestamente herméticas para evitar la filtración.

·  Contaminación por metales de la cadena alimenticia.

Comunicación y Medios; Movimiento Ciudadano

Senado de la República, LXI Legislatura

bolmovciudadanosenado@gmail.com

 

Pulso crítico

J. Enrique Olivera Arce

La reciente tragedia por la explosión de una  destiladora alcoholera en Orizaba dio lugar a que la Sra. Nohemí Guzmán Lagunes, secretaria de protección civil del gobierno de Veracruz, afirmara que alrededor de 1200 factorías en la entidad que representan alto riesgo para sus trabajadores y población en general, requieren de su regularización. A ello habría que agregarle el hecho de que miles de kilómetros de ductos de Pemex en territorio veracruzano tienen en absoluta indefensión a comunidades enteras. Lo cual pone de relieve que el error humano, la negligencia en algunos casos rayando en lo criminal,  o por qué no, el disimulo de las autoridades, puede dar lugar a tragedias como la de pluviosilla ya ampliamente comentada en los medios. Cuanti más como resultado de imponderables efectos de fenómenos naturales.

Lo anterior viene al caso por la inquietud que causa en la población la existencia de la nucleoeléctrica de Laguna Verde en la costa veracruzana, tras el percance nuclear en varias plantas de igual característica en Japón, originado por la fuerza de la naturaleza, el afán desmedido de lucro de las empresas generadoras de electricidad, y el aún incipiente dominio de la energía nuclear con fines pacíficos en ese país asiático.

Los llamados de las autoridades a mantener la calma, argumentando sobre la inexistencia de riesgo en la factoría nuclear asentada en Veracruz han sido insuficientes para una población que se siente amenazada.

La experiencia que vive Japón, pese a tales llamados, obliga a pensar a los pobladores en la periferia de Laguna Verde que el riesgo es latente, en una planta que en los límites de la obsolescencia ya registra señales de deterioro dignos de tomarse en cuenta y de ahí una inquietud social que no debe echarse en saco roto.

Llamando la atención sobre esto último, que se afirme de manera insistente que el litoral veracruzano no presenta riesgos sísmicos que pudieren afectar la seguridad en la mencionada planta en el litoral del Golfo de México. Como si la única posibilidad de un desastre tuviera origen en fenómenos naturales no previsibles como el sismo de 6.7 grados en la escala de Richter que el pasado jueves sacudiera a Veracruz. Descartándose el error humano, fallas técnicas u obsolescencia tecnológica.

El riesgo existe, quiérase o no,  luego vale la pena recapacitar sobre ello y tomar cuando menos el mínimo de previsiones para evitar se vea dañada la población en las inmediaciones de la planta en cuestión. Cosa que, hasta el momento, no ha sido tomada en cuenta en lo que se refiere a infraestructura vial suficiente y ad hoc para un pronto, ordenado y eficaz desalojo de quienes habitan en las áreas de mayor riego, como tampoco tiene lugar una permanente campaña de educación de prevención en la zona. Lo cual va más allá de contar con un “Atlas de Riesgo” que, al fin y al cabo, sólo tiene el carácter de indicador.

En este contexto, me parece absurdo e irresponsable  el que oficialmente se declare que Veracruz está preparado para afrontar contingencias derivadas del impacto de huracanes en la entidad,  cuando no es así, generando falsas expectativas e infundada confianza entre la población que pudiera verse afectada por fenómenos meteorológicos extraordinarios que anualmente  se presentan en el Océano Atlántico. Tras el paso del huracán Karl y la tormenta tropical Matthew el año anterior, con la consiguiente secuela de inundaciones, a la fecha ni se han desazolvado los ríos ni se ha reubicado a la población asentada en sitios de alto riesgo. Estando aún pendiente un buen número de acciones de reconstrucción en zonas afectadas.

Lo justo, a mi juicio, sería aceptar que no estamos lo suficientemente preparados para cualquier tipo de contingencia que pusiera en riesgo la integridad física de los veracruzanos y los bienes materiales e inmateriales de estos. Debiéndose tomar con oportunidad las providencias procedentes por parte de las autoridades y de la misma población. El hecho de que Japón, el país más preparado del mundo en materia de prevención de desastres, esté viviendo la pena de más de 17 mil personas fallecidas o desaparecidas a consecuencia de un terremoto y un tsunami, confirma que nunca se está lo suficientemente preparado frente a los embates de la naturaleza. El gobierno de Veracruz debería saberlo.

Luego entonces, cabe considerar que es de carácter de urgente en los tres órdenes de gobierno el avocarse a tareas tan obvias como el desazolve para el libre desfogue de los ríos que históricamente dan origen a inundaciones fuera de control; la aplicación estricta de la ley en materia de prevención en el caso de actividades industriales y comerciales que representen amenaza para la población, así como la reubicación de comunidades y familias asentadas en zonas de alto riesgo. Por cuanto a un por ahora improbable accidente nuclear en Laguna Verde, no está por demás el insistir que debe revisarse el plan regional de contingencias y actuar en consecuencia dotando de infraestructura idónea a la zona. Más vale prevenir que lamentar.

Nada ni nadie puede asegurar que estamos exentos de un tan imponderable como indeseable desastre provocado por la naturaleza y mucho menos de los que pudieran presentarse por negligencia o error humano. Lo acontecido en Japón, es ejemplo de ello. Poner las barbas en remojo para tranquilidad de la población  sería saludable.

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