J. Enrique Olivera Arce
Terca al fin, la realidad real termina por imponerse por sobre deseos, propósitos y voluntades… Y por qué no, también por sobre ofertas y promesas de campaña.
Esta mal decir se los dije, empero de alguna manera hay que recalcarlo, no estando el horno para bollos en un entorno internacional y nacional adverso, la restricción de recursos presupuestales hace prácticamente inviable la pretensión del ahora gobernador electo de rescatar en dos años plazo a Veracruz de su postración.
El peso de la nefasta herencia que en las postrimerías de su gobierno fallido deja Javier Duarte de Ochoa a Miguel Ángel Yunes Linares, prácticamente ata de manos a este último en la tarea de limpiar la casa, pagar deudas y enderezar el rumbo de la administración pública estatal, con mayor razón le invalida en propósitos y objetivos de crecimiento económico y desarrollo que como un bien intencionado afán se propondrían en el llamado “Plan Veracruzano de Desarrollo 2017-2018.
El recorte presupuestal que se anuncia para el 2017 en el gobierno federal, es la puntilla. El deterioro de las finanzas públicas nacionales conjugadas con el desastre de las estatales, opera en contrario a los buenos deseos de un gobierno estatal de “alternancia”.
En su oportunidad lo comentamos al referirnos a las promesas de campaña de los entonces candidatos del PRI, PAN-PRD y Morena al gobierno de Veracruz: ¿Con que ojos?
https://pulsocritico.wordpress.com/2016/01/31/con-que-ojos/
A lo que habría que agregar el peso inercial del deterioro de la economía familiar en la mayoría de la sociedad veracruzana, sumando pobreza y desesperanza social al naufragio de una nave cuyo salvataje a estas alturas se antoja imposible.
Empero, no todo es pesimismo. Queda aún la opción de que el gobernador entrante logre conmover a Peña Nieto y obtenga de éste recursos adicionales no previstos en el presupuesto federal, para paliar cuando menos los embates de la transición. Pero esto tiene un costo político y Yunes Linares muy a su pesar tendrá que pagarlo cediendo terreno al PRI, mandando al archivo muerto la pretensión de ver a Javier Duarte purgando en la cárcel la condena por sus tropelías y agravio a los veracruzanos.
No hay de otra… ¿O sí?
La pregunta obligada entonces: ¿el recorte presupuestal federal es el principio de la derrota de la “alternancia” en Veracruz? Dejémosle la respuesta a la siempre terca realidad.
Hojas que se lleva el vient
Bienaventurados los pobres de espíritu, que de su mansedumbre engordarán las arcas de una iglesia que no tiene llenadera. “Si a la vida”.
—o—
La carencia de dignidad y de vergüenza se enseñorea en la capital veracruzana. Parafraseando a Sor Juana, tal igual es el que peca como el que paga por pecar. Lo lamentable es que la población ya se esté acostumbrando al balilongo de las desnudas de los autonombrados “400 pueblos”. ¿Dónde quedó la capacidad de indignación?
Xalapa, Ver., septiembre 16 de 2016
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