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Tag Archives: Democracia sindical

Pulso crítico

J. Enrique Olivera Arce

El saldo trágico que nos deja el embate de la naturaleza que, en esta ocasión tomara a nuestro país entre dos fuegos, con “Manuel “en el Océano Pacífico e “Ingrid “en el Golfo de México, es una señal inequívoca más de lo que nos espera con un cambio climático que, pese a todo lo que se dice,  no sólo es resultado de la caótica y desenfrenada carrera de la sociedad humana en pos de la ganancia y acumulación de riqueza. Otros factores, el posicionamiento del planeta en el espacio sideral entre los más destacados, inciden en un fenómeno irreversible y casi imposible de prever en sus efectos y consecuencias.

No se puede dar marcha atrás en lo que no está en manos humanas resolver. Frente al cambio climático y el calentamiento global, sólo queda el prepararse en todo tiempo para mitigar sus efectos.

De ahí la importancia y tarea ineludible de la previsión. Entre mejor estemos preparados para afrontar lo que la naturaleza nos depara, menores serán los daños y tragedias como la que hoy se vive en México.

Insisto una vez más, las medidas reactivas frente al desastre, ex post y no antes, nunca han sido suficientes. Cuanto más en los tiempos que corren y los que a futuro se vislumbran.

Sin una cultura de previsión que compete por igual a los gobiernos que a las poblaciones, nunca dejaremos de estar expuestos a las pérdidas de vida y de haciendas. Así como tampoco los recursos disponibles para paliar los daños y reconstruir serán suficientes frente a la magnitud de los desastres.

Más vale prevenir que lamentar, nos dice la sabiduría popular y, sin embargo, hacemos caso omiso a tal conseja. Por comisión u omisión, siempre a la espera de lo peor, no hacemos nada por tomar providencias privilegiando la cultura del lamento, siempre a la zaga en la administración de daños y siempre culpando a otros de nuestra tragedia.

Es por ello que la protección civil, como se denomina a la acción de gobierno para preservar vidas y bienes materiales, debería entenderse como una tarea cotidiana y permanente de toda la sociedad, y no únicamente como obligación gubernamental.

Ejercicio social que debería sustentarse en información, participación, iniciativa y organización a todos los niveles. Lo mismo en los tres órdenes de gobierno que en el resto de la sociedad, tanto antes como durante y después de las contingencias a enfrentar. Esto no es nada nuevo, países como Japón lo tienen puesto en práctica y dan ejemplo al mundo de ello.

El que un pueblo adquiera tal cultura de la prevención no es resultado de la espontaneidad, ni respuesta individual a una necesidad vital. El promoverla, desarrollarla y consolidarla deviene de la acción de gobierno como autoridad normativa y ejecutiva. En México la cultura de la prevención del riesgo brilla por su ausencia, es un desastre anunciado  y en iguales términos, se encuentra en todos los niveles de gobierno.

Ante el desastre las acciones son reactivas, a posteriori e insuficientes por parte de la población civil y, lamentablemente, ejercicio de simulación ineficaz por parte de las autoridades, como es dable observarlo tras el impacto del fenómeno meteorológico en suelo nacional.

Lo cómodo es atribuirle al señor que está en los cielos el castigo divino. O bien, satanizar aquello que la naturaleza tiene e bien otorgarnos en mal momento. Lo más grave, es el que las autoridades se desentiendan de su tarea preventiva y sin más, afirmen que las muertes registradas son consecuencia del descuido de los propios fallecidos o irresponsabilidad por asentarse en sitios de alto riesgo.

Nadie en los tres órdenes de gobierno asume su responsabilidad. Si existen comunidades enteras asentadas en lugares de alto riesgo, ¿qué autoridad oportunamente lo evitó? Como bien lo señala el politólogo veracruzano Alfredo Bielma, corresponde a las autoridades municipales el delimitar los espacios habitables y autorizar permisos de construcción.

¿O no acaso se vierte verborrea oficial hablando de la existencia de mapas de riesgo y protocolos de prevención? ¿Dónde está ubicado el riesgo y a quién compete administrarlo?

Interrogantes sin respuesta, aunque cabe por sentido común sobreentender que corresponde a la corrupción y abulia oficial el determinar el qué y donde espacialmente,  existe riesgo en sus diferentes magnitudes.

Los usos y costumbre a valores entendidos mandatan la imprevisión. La vista gorda de las autoridades propicia la mayor o menor magnitud del desastre. La cultura de la prevención, impedida por intereses creados. O bien, por necesidades de la gente no atendidas con oportunidad.

Las señales son claras, no se puede ni deben ser  ignoradas. Prevenir más que lamentar es la tarea. Claro, si el miedo que el gobierno le tiene a la participación y organización ciudadana lo permite.

Hojas que se lleva el viento

Lo señalaba, la democratización de la vida sindical no tardaba en presentarse como reivindicación en la lucha que mantiene el movimiento magisterial. Por lo pronto, aquí en Veracruz ya está inscrita en el cuestionamiento del líder moral de la Secc. 32 del SNTE y su estirpe.

No es el sindicato el responsable de corrupción e impunidad, son los charros sindicales que se han enriquecido a costillas del proceso educativo y de los trabajadores de la educación  y son estos últimos a los que se les quieren cobrar los platos rotos.- Xalapa, Ver., septiembre 25 de 2023.

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Pulso crítico

J. Enrique Olivera Arce

No hay mal que por bien no venga, dice la conseja popular y, en relación al conflicto magisterial, parece tener plena vigencia.

En la medida en que se extiende la movilización magisterial encabezada por la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), es cada vez más evidente la pérdida de control por parte de las dirigencias nacional y estatales del SNTE sobre sus bases.

El silencio cómplice y la conveniente renuencia de la cúpula del SNTE para apoyar y respaldar un movimiento nacional que con razón o sin esta, cuestiona y rechaza tanto la reforma educativa como sus leyes reglamentarias o secundarias, pone en evidencia el divorcio entre el control vertical, autoritario y corrupto del charrismo sindical y los intereses gremiales de las bases.

Luego no es de extrañarse que uno de los subproductos de la movilización magisterial, sea el retomar la democratización de la vida interna de los sindicatos en México, secuestrada por dirigencias espurias y largamente combatida por los regímenes priístas a lo largo de la historia del sindicalismo nacional, como reivindicación sustantiva del movimiento obrero y trabajadores al servicio del estado en defensa de sus intereses gremiales y políticos.

Esto en el marco de la descomposición y obsolescencia de un régimen político sustentado en un maltrecho Estado de derecho y partidos políticos que, acusando una crisis terminal de ausencia de sustento ideológico definido, credibilidad y representación popular, ponen en entredicho a una golpeada y balbuceante democracia representativa.

No más corporativismo sindical, carne de cañón con fines electorales, simulación política y enriquecimiento más que explicable de líderes corruptos, parece ser el mensaje que al margen de intereses y conveniencias en juego, está dejando el movimiento magisterial de oposición y rechazo a una reforma educativa cuestionada por unos y aplaudida por otros.

Reminiscencia de los viejos tiempos en los que la movilización de médicos, profesores, ferrocarrileros, electricistas, reivindicando democracia sindical, fuera fuertemente reprimida por los gobiernos priístas, al amparo del llamado “delito de disolución social” y aplicándose la “cláusula de exclusión” a los rebeldes como represalia al interior de los sindicatos.

Los tiempos cambian, hoy día el método a seguir en contra de la democracia sindical es otro, para ello se cuenta eufemísticamente con reformas a la legislación laboral y educativa, restringiendo derechos y conquistas sindicales. Pero el propósito sigue siendo el mismo. Evitar que los trabajadores se salgan del control que sobre ellos ejerce el gobierno.

Reformas para cambiar, dejando las cosas como están, salvo restringir derechos de los trabajadores consagrados en la Carta Magna y respaldados por convenios internacionales sobre derechos humanos.

Otro subproducto nada menor, es que con la movilización de la resistencia magisterial asciende la participación de la ciudadanía en el debate de los grandes problemas nacionales. Cuestionando o respaldando pero participando lo mismo públicamente que en la intimidad del hogar o en los centros de trabajo, instituciones de educación media superior o superior; cada vez es mayor el número de mexicanos que tienen algo que decir y lo expresan con plena libertad. Lo que en el pasado, gracias a gobiernos autoritarios, siendo motivo de persecución inhibía la participación.

Son otros tiempos y, para bien, gracias a las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, una población informada difícilmente puede ser acallada. A ello se enfrenta el autoritarismo de Estado que pretende restaurar. Los resultados están a la vista, a mayor participación ciudadana menor es el margen de maniobra para el control y domesticación de la ciudadanía.

Lo que debería seguir en este escenario, es darle cauce organizado y consecuente a la participación ciudadana para que esta trascienda y fructifique. La tarea por lógica debería estar a cargo de los partidos políticos pero, habiendo renunciado estos a la representación legítima de los ciudadanos, poco o nada puede esperarse de estos, salvo estorbar o impedir el avance de la democracia participativa. Así que la asignatura no obstante expresar objetiva y subjetivamente una necesidad histórica para el pueblo de México, seguirá en el tintero. Salvo que, desde abajo, alguien decida ponerle el cascabel al gato.

Hojas que se lleva el viento 

 Los profesores no están solos. El movimiento magisterial de rechazo a la reforma educativa y sus leyes secundarias crece, se fortalece y ya actúa como catalizador detonando inconformidad, descontento y hartazgo en otros sectores de la sociedad lastimados y dolidos, que encuentran la oportunidad para expresarse. La solidaridad en la calle gana terreno frente a la insensibilidad de una clase política corrupta y entreguista que, arrinconada entre sus propias contradicciones contempla como única salida al conflicto “la aplicación de la ley” en contra de los inconformes. En la entidad veracruzana el gobernador, entre la espada y la pared, ya no ve lo duro sino lo tupido de una movilización que ya incluye a personal docente, administrativo y alumnado de la Universidad Veracruzana, así como padres de familia que se solidarizan con los mentores. Y aún hay más.

Lo anticipamos. Gina Domínguez, Coordinadora Gral. de Comunicación Social y vocera del Sr. Dr. Javier Duarte de Ochoa, cumple su ciclo. En medio de la reborumbia magisterial dio curso a la nueva política de trato a los medios de comunicación, le cumplió al gobernador levantando la canasta a quien ella decidió y se va aguantando la rechifla de aquellos a los que en esta ocasión les toca pastar fuera del pesebre oficial .- Xalapa, Ver, Septiembre 11 de 2013.

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Pulso crítico

 J. Enrique Olivera Arce

“Nada es verdad, nada es mentira todo es según el cristal con se que se mira”

Preámbulo

Para quienes escribimos con la sana intención de expresar lo que pensamos y divulgarlo, sometiéndolo al respetable juicio de quienes pocos o muchos lectores nos conceden generosamente parte de su atención y tiempo, es importante pensar en que son éstos y no quien plasma en blanco y negro sus ideas, a quien corresponde discernir sobre quien incurre en falsedad y quien se aproxima a la siempre veleidosa e inalcanzable diosa de la verdad.

Si no hay respeto para el lector, quien escribiendo tiene la intención de participar en el libre juego de las ideas, de antemano está descalificado.

Nada es absoluto, todo es relativo, afirmaran viejos sabios cuyo nombre y obra no está aún al alcance de hombres y mujeres de a pie, a los que sólo nos es dado medio entender y aplicar en nuestra vida cotidiana aquella tan manida frase que nos dice que “nada es verdad, nada es mentira todo es según el cristal con se mira…”. Sustento en ella mis maquinazos, toca al lector juzgar si coincidimos o nuestra percepción es diferente o divergente. Al fin y al cabo, habiendo tantas ventanas y con tan diversos colores, tonos y matices, en ello reside la pluralidad del pensamiento que mueve al mundo de las ideas…

Lo arriba anotado va como preámbulo a mi percepción sobre el manejo mediático de la desinformación con la que se pretende tanto descalificar al movimiento magisterial como minimizar la importancia de todo movimiento social contestatario que cuestione la verdad difundida desde las esferas del poder, sea este formal o de facto.

Pensamiento único

Quienes diciéndose dueños de la verdad descalifican la de los otros, irrumpen en el terreno de la irracionalidad dogmática del pensamiento único. Peor aún, si divulgar esta verdad única está respaldado por intereses espurios, como se alcanza a percibir en diversos libelos que haciéndose eco de la verdad oficial afirman que en Veracruz no pasa nada. Todo está bajo control, en la entidad los profesores, educaditos y bien portados responden disciplinados a sus dirigencias sindicales.

Si acaso un pequeño grupo de revoltosos hace ruido, es porque infiltrados de la CENTE venidos desde Oaxaca, les engañan y manipulan para que atenten contra sus propios intereses gremiales.

En Veracruz no hay resistencia a la reforma educativa; en Veracruz no hay escuelas cerradas, ningún profesor bien nacido traiciona a sus educandos suspendiendo clases; En Veracruz el gobernador mantiene el control de la mayoría magisterial; El magisterio veracruzano atiende sin cuestionar a los llamados de sus líderes sindicales; los profesores no saben leer, tergiversan sentido y alcances de la reforma educativa; Veracruz respalda las reformas de Peña Nieto, bla, bla, bla.

Verdades oficiales y oficiosas que no teniendo nada que ver con la que percibe el ciudadano de a pie, pretenden mediáticamente ocultar hechos objetivos a la vista de todos, con el fin avieso de confundir a una opinión pública en desdoro de un movimiento social que con razón o sin esta, ante oídos sordos del poder ha optado por hacerse oír en la calle.

¿Aquí no pasa nada?

Aquí no pasa nada, es la verdad oficial. Como si todos fuéramos ciegos y sordos a los que nos está vedado enterarnos de que son cada vez más los excluidos de un trabajo bien remunerado y respaldado por la seguridad social, de educación pública gratuita y de servicios de salud de calidad. Así como de un número creciente de trabajadores que están perdiendo derechos laborales y sociales y, con ello, el acceso a una vivienda digna, o de millones de jóvenes sin expectativas de futuro en una economía en retroceso.

Mentores e involucrados por diversos motivos en un movimiento de resistencia y en oposición a lo que consideran lesivo a sus intereses, afirman lo contrario. Si se ve, si se escucha y no estamos dispuestos a sumarnos al ejército de los sin trabajo, aducen.

 La mayoría de profesores de todo el estado hoy movilizados, conocen de la reforma educativa y sus leyes secundarias; marchan, protestan, suspenden clases por varios días, enfrentan a liderazgos formales espurios  con conocimiento de causa, y piden disculpas a terceros por afectar vialidad, atención a los escolapios y tranquilidad ciudadana. Otra verdad distinta a la oficial que se expande y gana adeptos en aquellos que refrescando su memoria, piensan que ayer le tocó al Sindicato Mexicano de Electricistas, hoy al magisterio y mañana ¿quién sigue? ¿Los petroleros? ¿Los médicos del IMSS y el ISSSTE? ¿Los trabajadores al servicio del estado?

¿Quién sigue? Es la interrogante que flota en el ambiente.

¿Donde está la verdad?

¿Quién incurre en falsedad? ¿Quién atenta contra la verdad? ¿Los que protestan contra una cuestionada ley evidentemente injusta? ¿O quienes provocan a estos denostándolos y considerándoles menores de edad, iletrados e incapaces de discernir por sí mismos lo que al país, al proceso educativo y a su legítimo interés conviene?

La respuesta correcta a estas interrogantes, a mi modesto entender está en lo que a cada quién la ventana por la que se asoma al mundo real le ofrezca. Al fin y al cabo nada es verdad, nada es mentira…

Pero sin duda alguna, no la encontraremos en quienes a cambio de dádivas, prebendas y canonjías cual avestruces amaestrados enterrando la cabeza en la arena, no ven más allá del estrecho cristal de sus venales intereses.

 Hojas que se lleva el viento

 En congruencia con lo que quien esto escribe afirma que el Congreso de la Unión ha confirmado el haber renunciado a la democracia representativa, en igual tesitura coloco al Poder Legislativo de Veracruz. Diputados espurios, sin distingo de piel o camiseta partidista, acatan lo que al titular del Ejecutivo conviene, levantando el dedo por consigna sin la mayor consideración y respeto a la soberanía popular que dicen representar. En este marco ¿puede ser creíble que como mediáticamente y por conducto de la “vicegobernadora” pide el gobernador a los diputados, velen porque en Veracruz  los derechos laborales del magisterio sean garantizados y a salvo?

¿Será creíble que en la próxima legislatura el diputado pluri, “líder moral” del SNTE en Veracruz y futuro mandamás de la bancada priísta en el Congreso local, Nicolás Callejas Arroyo, defenderá los intereses de su gremio promoviendo la democracia sindical?  .- Xalapa, Ver., Septiembre 8 de 2013.

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Pulso crítico

J. Enrique Olivera Arce

A manera de introducción:

Comentando con mi vecina sobre la detención de Elba Esther Gordillo, le pregunte:  ¿Cree usted que el gobierno del presidente Peña ahora si va en serio contra todos los corruptos?

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Elba Esther Gordillo; días de gloria

La respuesta fue inmediata: “Al gobierno le pasa lo que al que buscando el burro perdido, andaba  trepado en él.  La percepción de una mayoría silenciosa coincide con la de mi vecina.

Tras la tormenta, la calma en torno al “affaire Elbista”. Más sin embargo, a mi juicio, las turbulentas aguas bajo la superficie se mueven amenazadoras, anunciando un ·sunami” en el entorno de la vida política nacional. La polarización entre los no alineados y los que agachan la cabeza dándose por bien servidos con el “Elbazo” para no ser identificados como non gratos por el régimen peñista, va más allá de los comederos del SNTE, la SEP y de la recién decretada reforma educativa.

El mensaje aparentemente va para todos en un escenario en el que la corrupción y la impunidad tolerada, es generalizada. Tan nociva resulta ser para la vida de la Nación una Elba Esther Gordillo,  como lo es la democracia simulada tanto en la vida interna de sindicatos como de partidos políticos y, por ende en la totalidad del régimen político mexicano.

La cauda de opiniones de lo más diverso que siguiera al anuncio de la detención de “la maestra” como presunta responsable de una media docena de delitos, entre los que destaca el lavado de dinero  e involucramiento en la delincuencia organizada, agitó a la sociedad en su conjunto. Opiniones que fluctuaran entre serios y sesudos análisis sobre el origen y prospectiva del insólito acontecimiento, como aquellas pedestres que rayan en la majadería, alimentaron  al chismorreo y especulación soterrada en una ciudadanía que carece de instrumentos propios para expresar abiertamente su hartazgo.

Lo relevante es que un asunto de la mayor trascendencia política para la sociedad mexicana, termina en las páginas de la nota roja de los medios informativos.

Pero lo que a mi toca, el golpe de mano fue oportuno, eficaz y necesario en un esfuerzo por sanear la vida política y social de la Nación. Aunque no me pasa desapercibido que bien puede ser una medida oportuna para acallar disidencias en previsión a lo que se viene con la propuesta de reformas energética y fiscal.

Por cuanto a lo más destacable de la jornada fue tanto el desgarre de vestiduras como la cura en salud entre los más connotados personajes de la llamada clase política, cuyas opiniones recogidas por los medios de comunicación, aplaudiendo acríticamente el manotazo peñista sobre la mesa, coincidieran unánimemente en gritar: ¡Al ladrón, al ladrón…!

Cual blancas palomas, los notables entrevistados pusieron en la picota a la indiciada, condenándole a priori por hechos que, aunque del dominio público, jurídicamente aún no han sido sancionados por el Poder Judicial de la Federación. Todo mundo es inocente, en tanto no se demuestre lo contrario, salvo Elba Esther Gordillo, ya señalada,  juzgada y condenada por los simuladores de siempre. Aunque, claro está, aún no por los más conspicuos seguidores y socios de la “Maestra” que, o guardaron silencio ó de dientes para afuera manifestaron tibiamente su apoyo a la lidereza en desgracia. El miedo paralizante a la mano dura presidencial, colocó a todos en los terrenos de lo políticamente correcto.

Eso sí, en nombre del imperio de la ley y la justicia, condenan a la lidereza vitalicia por sus excesos, malos oficios, corrupción evidente y hasta de su ligereza moral en su vida personal, pero bien se cuidó la clase política, del presidente Peña para abajo, en refrendar apoyo y alianza con el magisterio representado por el SNTE. Como si la estructura sindical, presuntos “asociados” y beneficiados de la corrupción incrustados en el sistema educativo, distribuidos estratégicamente a lo largo y ancho del país, no tuviera vela en el asunto. Olvidándose de que tanto peca el que mata la vaca como el que le agarra la pata, puesto que todos los mentores de este país por comisión u omisión son cómplices de aquella a la que designaran su líder vitalicio, en uno de los más grandes crímenes perpetrados en contra de la democracia sindical, la educación y la vida política de México.

Pero no sólo eso. También en sus aspavientos ignoraron que igual, por comisión u omisión, desde la presidencia de la República, Congreso de la Unión, gobernadores, alcaldes y funcionarios de medio pelo, se toleró el libertinaje y presuntos delitos en que incurriera la que en múltiples ocasiones les tendiera la mano para el logro de sus intereses, prebendas y canonjías personales o de grupo.

La clase política haciéndose justicia -¿o venganza?- por propia mano, curándose en salud ante el pueblo al que dicen proteger y gobernar.

¡Al ladrón, al ladrón…! Gritaron un buen de ladrones amenazados por la mano justiciera, cuando públicamente son señalados, casi sin excepción, de prevaricadores.

Es de destacarse también el comentario descontextualizado de aquellos que comparan linealmente al “Elbazo” con el “Quinazo” o la renuncia forzada  del líder magisterial Carlos Jongitud Barrios, sin parar mientes en que las circunstancias presentes son muy diferentes a las que prevalecían en los tiempos de Carlos Salinas. Hoy el Estado mexicano se encuentra en franco deterioro, el estado de derecho es cuestionado y la sociedad ha avanzado en su proceso de maduración democrática. Ya no es tan fácil como en los tiempos de partido hegemónico y PRI gobierno, dorarle la píldora a una población más perspicaz, informada y participativa. Nos guste o no, la detención de Elba Esther Gordillo se percibe como una burda maniobra autoritaria del Sr. Peña en su afán por legitimarse, y eso tiene su costo: O barre parejo la casa aplicando la ley sin distingos, o el manotazo sobre la mesa aplicado al SNTE que no únicamente a Elba Esther, se le revierte.

Pocos aún recuerdan que la represión autoritaria y focalizada del PRI-gobierno en contra del movimiento de los médicos, huelga ferrocarrilera, del movimiento revolucionario del magisterio , de la tendencia democrática de los electricistas, de los telefonistas por la independencia sindical, y de los militantes de izquierda en la clandestinidad, entre otros movimientos contestatarios a lo largo de la llamada “guerra sucia” orquestada desde Washington, abrieron el paso a los trágicos sucesos del 68 y a la transformación cualitativa de la sociedad que, entre otras cosas, echó al PRI de los Pinos en el 2000.

Un poco de memoria histórica hace falta aún para ubicar en su exacta dimensión el porqué recién iniciada la tercera alternancia, a escaso un día de promulgada la cuestionada “reforma educativa” y dos días antes de  presentar el Plan Energético 2013-2017 que va contra PEMEX y la CFE, el presidente Peña se “faja los pantalones” poniendo tras las rejas a la nefasta “guerrera” que preconizó su propio epitafio. En política no hay coincidencias, atrás de un acto presuntamente justiciero que por más positivo que sea, a ojos vistas no contribuye a la democratización sindical, hay más. ¿Qué sigue? Imaginémosle, el PRI-gobierno una vez más viene por todo.

Con o sin Elba Esther Gordillo, la vida sigue. Más de lo mismo, el SNTE seguirá siendo alfil del poder presidencial y operador político al servicio del PRI, cuando menos por ahora en Veracruz.

Hojas que se lleva el viento

Si fuéramos una país, seríamos una de las 20 economías más importantes del mundo”: Javier Duarte de Ochoa. Pero da la casualidad que no lo somos y sí, una de las más destacadas entidades federativas por sus índices de desigualdad y pobreza relativa, en un país en el que el magro crecimiento económico no es suficiente para salpicar a las mayorías. Cosas de las estadísticas que dan cuenta del estado económico que guarda la Nación, que en algo se parecen a las encuestas, cada quién las acomoda e interpreta a su modo y conveniencia.

-ooo-

En la muestra escatológica electoral jarocha del 2013, se da un fenómeno muy raro: El gobierno estatal y el PRI quieren las diputaciones y la ciudadanía las alcaldías. ¿Por qué será?  .-Xalapa, Ver., marzo 3 de 2013.

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J. Enrique Olivera Arce

En artículo anterior, bajo el título Peña Nieto: el garlito del combate a la corrupción, señalaba: “Si el ajedrez político indica que el primer año de gobierno del Sr. Peña estaría destinado a legitimar su cuestionado mandato, con su aceptación tácita al garlito legislativo que le tendiera Calderón se exhibe ante la opinión pública, bien como ingenuo ó más grave aún, como continuador de las políticas antipopulares de su antecesor como resultado de un pacto no escrito que le permite al PRI el retorno a Los Pinos”.

Todo apuntaba en tal sentido, la trampa estaba puesta y el Sr. Peña la aceptó. La bancada del PRI en la Cámara de diputados impuso la aprobación de la llamada reforma estructural laboral, dejando fuera el tema de la transparencia sindical y la revocación de mandato, poniendo al Sr. Peña entre la espada y la pared: o quedaba bien con Calderón sujetándose a lo convenido ó afrontar tanto a una opinión pública adversa como a un desgaste innecesario con los partidos políticos que serán oposición a partir del primero de diciembre. Cediendo a presión e intereses creados de lo más corrupto del corporativismo sindical.

Una pretendida salida de la trampa quedó en manos de la bancada priísta senatorial, buscándose en el seno de la Cámara alta el conciliar intereses de tirios y troyanos. Todo iba bien hasta que  en sendos congresos, Elba Esther Gordillo y Carlos Deschamps fueran ratificados como dirigentes máximos del magisterio y trabajadores petroleros. La amenaza, más que mensaje de la maestra en Playa del Carmen, fue claro y rotundo: la autonomía sindical no se toca si es que el Sr. Peña quiere aliados y no enemigos en el marco de la necesaria gobernabilidad de un país convulsionado.

El día de hoy, el Senado de la República acusó el golpe reculando. La bancada priísta recibió línea desde el bunker del Sr. Peña, votando a favor de dejar el tema de la transparencia sindical en los términos propuestos por calderón, eliminando unicamente lo concerniente a la revocación de mandato. Sacrificando así el respaldo de un corporativismo venido a menos electoralmente y privilegiando el objetivo de legitimación del Sr. Peña quien, ante la opinión pública, estaba más que obligado a demostrar quien mandará en este país. La minuta fue devuelta a la Cámara de origen y ahora los diputados tendrán dos opciones: o la congelan o acatan lo aprobado por el Senado. En uno u otro caso, el PRI pierde terreno y Calderón Hinojosa avanza en su magistral jugada de ajedrez.

Pero no termina ahí la cosa. Queda la duda de si todo no se reduce a un simple juego de valores entendidos, en el que más allá de los propósitos y objetivos explícitos de la iniciativa preferente de Calderón, subyace una expresión más de simulación y gatopardismo con reformas y adiciones a la Ley Federal del Trabajo que, en principio,  nacen muertas al imponerse la realidad por sobre las presuntas buenas intenciones plasmadas en la exposición de motivos.

La burra no era arisca, reza la conseja popular. Ante la miseria moral de una clase política que vive de y para la corrupción, el combate de esta lacra por parte del Sr. Peña, sin tocar al poder de lo que queda del corporativismo sindical en México, para la opinión pública resulta una grave ofensa a la inteligencia de los mexicanos. Hasta no ver no creer, con transparencia sindical por decreto y una cuestionada desde ahora legislación anticorrupción, todo cambiará para seguir igual.

La inteligente perversidad de Calderón Hinojosa, pegó en blandito. En tanto el Sr. peña no nos sorprenda con un “quinazo” auspiciando la construcción de una auténtica democracia sindical, el PRI queda en entredicho, perdiendo ganando la elección presidencial, en el marco de la exigible legitimidad de quien gobernará por seis años a un México que harto de la corrupción y la simulación, ya está despertando.

No más Elba Esther Gordillo, Carlos Deschamps y demás líderes charros viviendo y acumulando riqueza a costa de los trabajadores, es lo mínimo que se exige ahora al Sr. Peña para legitimarse. Calderón con una iniciativa preferente que beneficia a la patronal, así lo planeó, el PAN lo sabe y no quitará el dedo del renglón.

Hojas que se lleva el viento

Vaya manera vil y pedestre de tirar a la basura un capital político ganado con la participación de López Obrador en las boletas electorales. Si aún quedan personas con vergüenza y dignidad al interior del PRD en Veracruz, es la hora de decirle adiós a un partido político que dejó de ser tal, convirtiéndose en botín a disputar entre un puñado de corruptos burócratas al servicio del mejor postor.

Para el priísmo veracruzano la fractura de la dirigencia perredista se considera un golpe maestro del Sr. Enrique Ampudia Mello, subsecretario de gobierno, que con ello deja sin contrapesos a la política electoral en la entidad. La verdad es que el cochinero tiene historia. Fue Fidel Herrera el artífice,  quien por conducto de Erik Lagos, hoy presidente estatal del tricolor y con la ayuda del perredista Fredy Ayala y sus porros, comprara y sometiera a las cabezas de las facciones que en Veracruz representan a la organización tribal nacional. En la elección de gobernador en la que obtuviera el triunfo el Sr. Dr. Duarte de Ochoa, también Miguel Ángel Yunes Linares participó en el tianguis, comprando voluntades de personeros de todos conocidos que llamaran a votar por el choleño y que, más tarde, abiertamente hicieran labor de proselitismo a favor de la Sra. Vázquez Mota en la reciente elección federal.

Así las cosas, se confirma que el ahora diputado federal Uriel Flores Aguayo, borda en el vacío al confiar que el perredismo veracruzano está llamado a colocarle como alcalde de la capital del estado. A sabiendas de cómo se teje el cochinero al interior de su partido, más le vale abandonarle y buscar cobijo en “Morena” como un militante más de base, con obligaciones y sin cargo ni prebendas.- Xalapa, Ver., 23 de octubre de 2012.

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