Salte la navegación

Tag Archives: Dependencia

Pulso crítico

J. Enrique Olivera Arce

“Hay muy poco talento, talante y preparación por parte de la clase política mexicana, la cual debe entender que ya estamos viviendo en una política del conocimiento, la cual expulsará paulatinamente a aquellos políticos que nunca lleguen a ser mayores de edad…”. ,  nos dice nuestro buen amigo Eduardo de la Torre Jaramillo en el artículo de su autoría François Hollande/Edgar Morin: diálogo sobre la política , insinuando que es la ignorancia y pobreza intelectual de políticos y servidores públicos el principal escollo para la modernización del quehacer político en México.

Si bien celebro el esfuerzo por reencauzar el debate en los medios privilegiando las ideas por sobre la pedestre politiquería que ahoga a Veracruz, no puedo estar de acuerdo con la afirmación simplista del destacado politólogo panista.

Recurriendo a la lógica formal, siguiendo la tónica de su análisis, tendríamos  que aceptar entonces que la corrupción e impunidad con que actúa la clase política es fruto de la ignorancia; que el subdesarrollo económico y social, así como la dependencia estructural de México del imperialismo norteamericano, es resultante de la cortedad de miras, desconocimiento de la historia nacional y escaso apego a la cultura de políticos y servidores públicos.

Lo cual no es así. Ejemplos sobran en la historia de este país de hombres y mujeres impresionantemente cultos, formados en instituciones de educación superior de renombrado prestigio internacional y que, a su paso por la política y el servicio público, hicieran gala de deplorable deshonestidad intelectual y proclividad a la corrupción, causando graves daños a la buena marcha de la nación.

En el ámbito internacional, hoy día el Sr. Francois Hollande, es ejemplo de ello, habiéndose ganado en un corto tiempo el repudio de la mayoría de sus gobernados.

Formación y conducta individual y colectiva de políticos y servidores públicos, si bien es importante no es determinante para bien o para mal en la conducción de un país o de su vida política. Por principio de cuentas, el conocimiento sin honestidad intelectual políticamente carece de valor alguno para la vida en democracia.

No se puede hacer de lado que la llamada clase política atendiendo a los intereses del gran capital, está llamada a la administración del ineludible conflicto de clases en sistema económico capitalista dominante. Y es en este marco que a mi juicio debería contextualizarse el comportamiento individual o de grupo de los actores que hacen posible la tarea.

Luego estimo no se puede sustentar un análisis serio del acontecer nacional al margen del  escenario de dependencia estructural que vincula a México con los centros sistémicos del poder real y, en lo específico, con el modelo neoliberal que nos ha sido impuesto por los organismos financieros internacionales.

Y en este marco, definir el papel del conocimiento como una variable más en la relación de dependencia entre el poder real,  la política y el ejercicio de esta por los diversos actores que en ella intervienen.

A mi modesto entender, lo que habría que preguntarse entonces es si nuestra clase política está a la altura de su cometido. Si realmente contribuye a atemperar el conflicto de clases en México o al contrario, exacerbándolo, y si está  respondiendo con eficacia a los intereses de los poderes fácticos a los que sirve en la conducción económica y social del país, bajo los términos del modelo económico neoliberal en boga.

Ubicando a la llamada clase política en su papel intrínseco de simple administrador subordinado, cuyo interés por representar y servir a la sociedad a la que se debe es secundario,  y muchas de las veces irrelevante por simulado,  así como contrario al tenor del discurso oficial como es evidente en nuestro país.

La respuesta a estas interrogantes estimo daría más luz a la comprensión del errático y contradictorio quehacer político nacional dentro del cual se inscribe la política veracruzana, y todo lo que se deriva de un régimen político caduco y en crisis, que ha perdido tanto visión de conjunto y largo aliento como apego a la realidad cotidiana de una sociedad que lo mismo pierde dinamismo económico que calidad de vida bajo los efectos del neoliberalismo.

Y en tal sentido, haciendo un paréntesis, contrariamente a lo que afirma Eduardo de la Torre, quienes más aportan a la identificación  y comprensión de tal fenómeno estructural, así como a su resistencia y rechazo, son los no pocos “amorosos” intelectuales de izquierda que se avocan al estudio, conocimiento y divulgación  de causas y nocivos efectos del modelo adoptado  por el gobierno de México para la vida económica, política y social de este país. Conocimiento  progresista que ni se ve ni se escucha en el seno de una clase política que no por ignorancia sino por intereses personales, de grupo o partidistas, se subordina al gran capital que es tanto la mano que mece la cuna como factor determinante en la representación del papel que históricamente le ha tocado jugar a México en la división mundial del trabajo.

Con todo respeto para nuestro amigo De la Torre -sin negar el peso específico de la cultura como una variable más en la complejidad multidimensional de la relación del conocimiento con la política y de esta con el poder real-, sin tener clara esta representación, contextualizada en el marco de la globalización, crisis sistémica del capitalismo y modelo neoliberal impuesto a México, a mi juicio la cultura libresca que pueda acompañar a las individualidades que conforman la llamada clase política, estimo no es determinante frente a la gran tarea de transformar a México por los amplios caminos de la democracia, el desarrollo y la justicia social.

El ejercicio de la política formal está determinado por propósitos y objetivos sistémicos trazados desde los centros del poder globalizado, “cultos” o “palurdos”, los actores políticos en todo Estado-nación a éstos están condicionados y subordinados. El “ilustrado” Francois Hollande desde la izquierda institucional francesa y el “ignorante” Enrique Peña Nieto desde la derecha en México, no son excepción.

Evadir esta realidad sobre dimensionando el papel de la educación y del conocimiento libresco en la conformación y conductas de la llamada clase política en México, a mi juicio es tanto como negar el carácter histórico y estructural de una dependencia del exterior que nos impide romper las cadenas que nos atan al subdesarrollo. Una cortina de humo más para distraer la atención sobre la problemática de fondo de la crisis de la democracia representativa, régimen político y sistema de partidos políticos en México.- Cd. Caucel, Yucatán, enero 15 de 2014.

pulsocritico@gmail.com

http://pulsocritico.com

https://pulsocritico.wordpress.com

Pulso crítico

J. Enrique Olivera Arce

Teniendo como fondo el contexto de un país que no deja de ser considerado como colonia de los  poderes fácticos de alcance mundial representados por los intereses de los conglomerados trasnacionales y en especial los de los EE UU,  México atraviesa por una situación interna que le coloca en una compleja encrucijada: o se transita por el trillado camino de la dependencia sacrificando soberanía y reciclando subdesarrollo, o se avanza por los estrechos, complicados y difíciles senderos de la búsqueda de la liberación nacional y el desarrollo.

Este es el escenario que, a mi juicio, debería enmarcar y ser punto de partida de todo análisis de lo que es hoy nuestro país y lo que  de  él se espera con las llamadas reformas estructurales que el gobierno neoliberal del Sr. Peña se ha propuesto impulsar.

Al margen de este marco, siempre a mi modesto entender se polemiza en torno al árbol dejándose de considerar el bosque y sus entornos más inmediatos y mediatos.

Las consecuencias están a la orden del día, tanto en la corta visión del poder público para imponer sin previo consenso como en las diversas y hasta encontradas reacciones de la gente que, aún sin conocer y entender el propósito de la estrategia peñista, respaldan o rechazan lo que por lo pronto es apenas un esbozo de medidas de mayor calado y profundidad en beneficio de los intereses de los poderes fácticos.

Sin embargo, la burra no era arisca… Amplios sectores de la población con mayor capacidad de percepción que conocimiento específico u orientación ideológica al calce, hablan de un proceso de privatización y renuncia del Estado para con la sociedad del bienestar. Y, a mi juicio, parece que no están equivocados.

Lo que está aconteciendo en Europa y más específicamente en el vecino país del norte, arroja indicadores que lo confirman tanto a nivel global como en el ámbito particular de los Estados-Nación.

Derechos universalmente reconocidos como inherentes a la persona humana, lo mismo en alimentación, educación, salud, comunicaciones que en vivienda, cultura y recreación o pensiones dignas, se dejan al libre arbitrio de las fuerzas del  mercado y al margen de la obligatoriedad del Estado para con la población.

Siendo paradigmática la disyuntiva en la que los poderes fácticos representados en el Congreso de la Unión de los Estados Unidos de América, ponen al presidente Barack Obama. Se pospone la entrada en vigor  o descarta la “ley Obamacare” (reforma del sistema de salud pública) auspiciada por el ejecutivo federal o se paraliza el gobierno dejándole sin presupuesto para operar.

O bien, las medidas tomadas en Alemania para substituir las pensiones por inversiones individuales en el presente  para financiar necesidades futuras de sobrevivencia de los trabajadores que concluyan su ciclo laboral.

Todo en nombre de la visión neoliberal de mayor crecimiento económico sacrificando presente y futuro del desarrollo humano,  lo que, en primera y última instancia, beneficia sistémicamente a poderosos conglomerados trasnacionales a costa de millones y millones de seres humanos en un ininterrumpido proceso de profundización de desigualdad y pobreza.

No cabe argumentar si lo que está sucediendo en el resto del mundo es aplicable a México. Lo que si procede es observar con talante crítico adonde nos llevan las reformas presuntamente estructurales, contemplando el bosque y no únicamente concentrarnos en el árbol que tenemos enfrente.

Cada quien debe sacar conclusiones y actuar en consecuencia frente al paquete-panacea ofertada por el Sr. Peña; preguntándose si con este mejorará en beneficio de las mayorías la legislación reformada en materia laboral, educativa, de comunicaciones, la hacendaria y energética aún pendientes, o las que ya se cocinan en el cupular pacto por México, en materia de alimentación y salud.

Pero también preguntándose si estas responden a un interés legítimo de nuestro Estado-Nación en el marco de su soberanía e independencia, o bien apuntan a satisfacer necesidades presentes y futuras de las trasnacionales si el destino de México sigue poniéndose en manos de los poderes fácticos y sus intereses globales, en renglones estratégicos para México como la energía, la educación, la salud y, en primer  término, la alimentaria ahora amenazada por la ya en marcha autorización de cultivos transgénicos en millones de hectáreas en territorio nacional.

Información, observación, análisis y conclusiones al alcance de cada quién debería ser a mi modesto entender la tarea inmediata para la población de un país en crisis. Los resultados de tal ejercicio, en su momento enriquecerían el imaginario popular, camino de una toma de conciencia colectiva para la acción consecuente.

Detenernos en darle vueltas y vueltas al árbol para juzgar lo que es bueno o lo que es desechable de un movimiento magisterial, que es apenas punta visible de un iceberg aún mayor, desgasta, confunde y divide cuando lo que la realidad exige a las mayorías de este país es la unidad en torno a un programa mínimo consensuado para la acción inmediata, si lo que se pretende es frenar el camino de la privatización auspiciado por los intereses supranacionales de las poderosas corporaciones que no tienen llenadera.

El resolver la disyuntiva frente a la encrucijada compete al Estado mexicano, pero también y con mayor razón, a la población que vivirá en carne propia beneficios o pérdidas de lo que ahora pareciera estar sujeto al capricho de la partidocracia y su presidente.- Xalapa, Ver., octubre 2 de 2013

 pulsocritico@gmail.com

http://pulsocritico.com

https://pulsocritico.wordpress.com

A %d blogueros les gusta esto: