Salte la navegación

Tag Archives: Devaluación

Pulso crítico

J. Enrique Olivera Arce
«Lo más seguro es que quien sabe…» Sabiduría popular

La imagen del México de hoy que se ofrece tanto en el orden interno como en el exterior, se ilustra con pinceladas mediáticas en las que se reflejan lo mismo hechos objetivos irrefutables, que percepciones subjetivas de una agobiante realidad de un país sin rumbo ni brújula.

Lo objetivo y lo subjetivo se entrelazan y se retroalimentan, mostrando una realidad única que para unos guarda tintes de optimismo y de esperanza en tanto que para otros, los más, lo que domina es un pesimismo justificado e incertidumbre ante un futuro incierto que, ofreciendo más de lo mismo, apunta a un desastre.

En un país plural, con altos índices de desigualdad, cada quien ve lo que quiere ver, según le va en la feria. Lo mismo trátese de quienes teniendo todo, o aspiran a tenerlo, que quien no tiene nada, salvo una mísera existencia, pasando por una clase media, ya no tan media y en proceso constante de empobrecimiento, cuyas expectativas de un futuro próspero se antojan canceladas.

Y en este marco referencial, en el que lo objetivo del diario acontecer nacional fortalece la visión subjetiva de la realidad real que alimenta al imaginario colectivo, la llamada clase política vela armas ante la contienda electoral en puerta, bordando al margen de una realidad que no ve, no entiende, o considera irrelevante para sus propósitos y objetivos cortoplacistas.

La mayoría de medios de comunicación masiva, se hacen eco de este ignorar de la realidad, lo mismo de la objetiva que la subjetiva que anida en la percepción de los presuntos votantes. Privilegiando lo accesorio y circunstancial del momento por sobre lo sustantivo de un país en crisis cuya salida no descansa precisamente en las urnas.

Tan es así, que al actual proceso electoral se le ubica en un contexto históricamente superado, sin aceptar que el México de hoy ya no es el mismo en el que se pretende aplicar rancias estrategias electorales que si bien dieran resultados en el pasado, en el presente carecen de agarraderas. La población sobre la que operan los partidos políticos es otra; mejor informada, más participativa y más consciente, hoy la población sabe a ciencia cierta lo que significa confiar o no confiar en su llamada clase política.

Y en este saber colectivo, es más que evidente que los partidos políticos ya no cuentan con credibilidad, confianza, legitimidad y beneficio de la duda. Como también carecen de una estructura orgánica que pueda con eficacia revertir en el corto plazo lo que con deshonestidad intelectual, corrupción impune y descarado cinismo cada partido político ha construido para ganarse la animadversión del electorado.

De ahí que cabe preguntarse entonces si en este nuevo e inédito escenario, los partidos políticos de espaldas al sentir de la gente, podrán ser competitivos sin recurrir a la compra de votos y dignidades.

El Instituto Nacional Electoral (INE), se anticipa asegurando que en el peor de los escenarios, bastaría con que un partido político se levantara con el 5% de la votación total para ser declarado ganador. Y a eso le apuesta la llamada clase política. La elección sería legal, pero como siempre careciendo de legitimidad democrática; de ahí que en los círculos políticos la crisis nacional lo mismo en lo económico que en lo social, vale madre en tanto no interfiera con el proceso electoral.

En este orden de ideas, cabe preguntarse también si bajo este esquema de inmoralidad política, en el que la legitimidad lo mismo que el sentir de las mayorías pasa a segundo término, vale la pena el preocuparse u ocuparse en elegir a un diputado federal.

Así como también obligado es preguntarse para qué sirve un diputado federal en el régimen presidencialista, si no es más que para levantar el dedo aprobando lo que en principio lesiona el interés más general de la nación. El desempeño de los actuales diputados en el Congreso de la Unión, atentando contra el patrimonio de todos los mexicanos, nos da la respuesta.

Y si bien existen honrosas excepciones que levantaran más que el dedo la voz, en contra de las iniciativas presidenciales, estas voces son contadas y los resultados obtenidos del discurso opositor son irrelevantes, como irrelevante es la gestión de un diputado para que se pavimente una calle o se instale una farola cuando en lo sustantivo no cumple con su encargo.

Luego, para que queremos diputados, si la representación popular está secuestrada por una partidocracia oportunista, corrupta, impune e insensible, que no quiere, no puede, o no le interesa el cómo salir de una crisis de Estado que hoy por hoy no tiene más salida que el dejar hacer, dejar pasar, hasta que reviente por el hilo más delgado.

Hojas que se lleva el viento

Imprevisión, improvisación, y palos de ciego frente a la crisis globalizada y la que en lo específico vive el Estado mexicano, parecen ser las variables que sustentan la errática política energética de la actual administración pública federal. Sólo así se explica el que en un escenario internacional negativo para la mezcla mexicana de crudo, se privilegie el mercado externo por sobre el mercado interno de los energéticos que mueven al país. Persistiéndose en vender barata la materia prima e importar caro y en dólares, gasolinas y gas industrial y doméstico, dañando lo mismo a la industria, el transporte y distribución de mercancías, que a la economía familiar.

Petróleo crudo barato para el exterior y combustibles caros para el consumo nacional, es la tónica que nos receta el “hombre del presidente” desde la Secretaría de Hacienda.

Y en este marco de lo absurdo, el Sr. Peña Nieto desde Oaxaca afirma que en el presente año se verán los resultados positivos de la llamada reforma estructural energética, sin parar mientes en que lo que el país requiere son refinerías que generen nuevos empleos y combustibles a precio accesible para consumidor final y no ventas de garaje de nuestra materia prima básica.

Lo verdaderamente grave de este absurdo proceder, es que en una economía petrolizada como la de México, el bien estratégico de la nación sea administrado bajo una óptica de improvisación y saqueo en nombre de un modelo de desarrollo del país que para el Sr. Peña es el idóneo para “mover a México”.

Muere un periodista, grande entre los grandes. Descanse en paz Julio Scherer.-

Cd. Caucel, Yuc., enero 7 de 2015

pulsocritico@gmail.com
http://www.pulsocritico.com
https://pulsocritico.wordpress.com

Desfiladero

Desde que se inició la corrida especulativa contra el peso, en octubre, el Banco de México ha subastado clandestinamente -ya podemos imaginar a quiénes- 22 mil 500 millones de dólares, con lo que nuestras reservas internacionales han sufrido una pérdida de 25 por ciento. Son datos oficiales, no lo olvidemos. Y como el anonimato encubre a los magnates que trasladaron esos dólares de las arcas públicas a sus cuentas privadas, es legítimo sospechar que, entre otras cosas, la devaluación de nuestra moneda servirá para que Roberto Hernández vuelva a adquirir Banamex.

¿Por qué no?


Además, de acuerdo con el propio Banco de México, dólar que caiga este año en el sombrero de Hacienda, por concepto de la venta de petróleo o por la contratación de nueva deuda externa, será vendido inmediatamente a los misteriosos compradores de las divisas de nuestras reservas en el momento que lo deseen. Cálculos oficiales estiman que de este modo saldrán a subasta secreta otros 19 mil millones de dólares. Para diciembre, los especuladores se habrán embolsado 41 mil 500 millones de dólares y el peso estará, por decir algo, ¿a 20 por uno?


¿Qué significa esta nueva jugada defensiva, concebida por el equipo de genios financieros que rodea a Felipe Calderón? ¿Que nuestras reservas, disminuidas en una cuarta parte, ya no se achicarán más porque ahora, en vez de seguir ordeñándolas, Guillermo Ortiz venderá a los especuladores los dólares frescos que entren por concepto de petróleo y nuevas deudas? ¿Y eso es bueno o es malo?


A lo mejor bueno, porque el país -ese concepto abstracto, sin rostro ni estómago- conservará los 80 mil millones de reservas internacionales que dicen que tenemos y que si no se invierten no sirven para nada, pero también seguramente será malo, por no usar la expresión malísimo, en la medida en que el producto de la renta petrolera no se destinará, ni de broma, a la reactivación económica y por lo contrario agudizará el estancamiento en que nos encontramos hundidos, con el agua cada vez más arriba del cuello.


¿Debemos suponer, ante lo anterior, que entonces Calderón no construirá la nueva refinería que prometió en el momento más álgido de la batalla contra la privatización de Pemex? ¿En serio? No hay que ser un experto en finanzas públicas, ni siquiera un cliente asiduo del restaurante Arcángeles, de la Asociación de Bancos de México, donde a menudo comen Agustín Carstens y los ministros de la Tremenda Corte, para anticipar que este año, en materia económica, el gobierno del presidente del empleo no va a permitir que se mueva una hoja.


Todo seguirá estrictamente igual… hasta que el sistema político se derrumbe. No habrá un plan de emergencia como el que propone Andrés Manuel López Obrador, y que consiste en reducir a la mitad los salarios, comisiones, bonos, servicios médicos y demás privilegios de los altos funcionarios públicos, para obtener una bolsa de 200 mil millones de pesos que permitiría apoyar al campo, bajar los precios de las gasolinas, el gas, la luz y el diesel; fortalecer a las pequeñas y medianas empresas, ampliar la protección a los ancianos e incrementar las becas y los desayunos escolares a los jóvenes y los niños.


No habrá nada de eso. Los togados de la Tremenda Corte seguirán cobrando sus 600 mil pesos mensuales, igual que los magistrados del tribunal electoral y los consejeros del IFE que a la hora de la hora siempre no echaron para atrás su súper aumento de sueldo. Los legisladores continuarán percibiendo sus 400 mil pesotes al mes, y Calderón y sus secretarios, con esos suelditos grotescos de menos de 200 mil pesos mensuales, tendrán que intensificar su participación en negocios privados fuera de sus horas de trabajo, para no quedarse atrás.


Más sobre el pacto Calderón-Gordillo. Elba Esther, incontenible

Si nada va a cambiar en la política, entonces todo va a empeorar en la economía y en la sociedad. Quienes mantienen los ojos cerrados y se aferran a sus insultantes privilegios, deben saber o presentir que el gusto va a durarles poco. La enorme burbuja del descontento popular va a estallar muy pronto. Porfirio Muñoz Ledo, el domingo pasado en la Feria del Libro de Minería, estimó que el régimen de Calderón se desplomará, a más tardar, el año próximo. Ojalá, agregó, ello ocurra de manera pacífica y por la vía de la revocación popular de su cargo.


Todo marcha con ímpetu en esa dirección. Hace dos semanas esta columna reveló la existencia de un pacto entre el hombrecito de Los Pinos y la profesora Elba Esther Gordillo, concertado por el secretario de Gobernación, Fernando Gómez Mont, en términos muy concretos. La líder vitalicia del sindicato de maestros conseguirá los votos necesarios para que el PAN quede bien representado en el Palacio Legislativo de San Lázaro y, a cambio, Calderón le permitirá designar a los nuevos magistrados del Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje, que regularán las relaciones laborales entre el gobierno federal y los trabajadores inscritos en el apartado B. En otras palabras, Elba Esther no sólo controlará a los cientos de miles de afiliados al SNTE, sino a todos los burócratas del país.


Organizaciones ciudadanas independientes, que desde ahora observan ya los avances (o más bien retrocesos) del proceso electoral que culminará el domingo 5 de julio, aseguran que, en efecto, doña Elba Estéril anda muy activa entre los gobernadores priístas… ¿amarrando votos para el PAN? Eso es algo que a nadie le consta. Sin embargo, dentro del tribunal, quien está preparando la llegada de los nuevos protegidos de Gordillo es el magistrado representante de los trabajadores de la primera sala, Jorge Hernández Castillón, que proviene del magisterio de Jalisco.

Y el que allí se encarga de la venta de plazas es David Duque -a quien Desfiladero ubicó erróneamente en la secretaría particular de Los Pinos, cuando la verdad es que trabaja en una dependencia del mismo nombre, pero dentro del tribunal-, y mantiene comunicación permanente con la tenebrosa profesora chiapaneca. Ay, nanita…


Termina la gira de AMLO


Pasado mañana, lunes, en Tamazula, Durango, el presidente legítimo de México culminará su gira por los 2 mil 38 municipios de régimen de partido que existen en el país. El 18 de los corrientes encabezará un mitin frente a la estatua de Lázaro Cárdenas en Eje Central, para examinar el estado que guarda la lucha contra la privatización de Petróleos Mexicanos, y el domingo 22, en el Zócalo, presidirá una nueva asamblea de la Convención Nacional Democrática. Mientras tanto, en las casas del movimiento defensor de la economía popular -busque la correspondiente a su delegación o estado en www.casasdelmovimiento.blogspot.com-, ya están dando asesoría jurídica gratuita a quienes, en protesta contra la usura, dejen de pagar los intereses de sus tarjetas de crédito a los bancos…

jamastu@gmail.com

«Pero también aseguro que vamos a salir adelante», reiteró.


Notimex y Claudia Herrera, enviada Publicado: 03/02/2009 15:48


Escárcega, Camp. Felipe Calderón Hinojosa reconoció que la crisis económica internacional traerá problemas a México, pero al final -subrayó- el país saldrá más fuerte y capaz de impulsar el crecimiento. «Tendremos problemas y habrá problemas con esta crisis, sí. No quiero, ni pienso, ni deseo engañar a nadie; tendremos problemas, sí, pero también les aseguro que vamos a salir adelante», afirmó.


La gran diferencia en situaciones iguales del pasado es que ahora México cuenta con una sólida, estable y robusta economía; «así vamos a hacerle frente» y seremos más capaces de impulsar el crecimiento en el país, sostuvo.


En ese sentido, Calderón culpó al PRI, PRD, PT y Convergencia de que no se puedan construir más refinerías en México, ya que estos partidos rechazaron su propuesta de reforma energética. Su señalamiento directo provocó que algunas personas gritaran un largo «uuu» cuando mencionó al PRI.


El Ejecutivo federal reiteró que gracias a las reformas impulsadas por su administración y al Acuerdo Nacional a Favor de la Economía Familiar y del Empleo, el país saldrá adelante, más fuerte y con capacidad de impulsar el crecimiento.


AMLO propone al Congreso elaborar plan anticrisis


Planteó reducir el gasto corriente, incrementar apoyos al campo y derogar el IETU, entre otros.


Notimex / La Jornada On Line Publicado: 03/02/2009 19:48


México, DF. Andrés Manuel López Obrador envió una carta al Congreso en la que le propone elaborar un plan contra la crisis económica que incluya reducir el gasto corriente y aumentar los apoyos al campo.


«De nueva cuenta les volvemos a insistir en que se deben tomar medidas urgentes para cambiar la política económica, empezando por reorientar el gasto público y destinar fondos al desarrollo económico y social del país», expresa en el documento.


En su carta a los legisladores, el dirigente del Movimiento en Defensa de la Economía instó a impulsar el crédito para pequeñas y medianas empresas por medio del fortalecimiento de la banca de desarrollo, así como más presupuesto para salud, alimentos, becas a estudiantes y apoyo a desempleados y derogar el Impuesto Empresarial a Tasa Unica (IETU).


López Obrador consideró que el gobierno federal debería crear un programa de reducción en gasto corriente por 200 mil millones de pesos que prevea disminuir en 50 por ciento los salarios de altos funcionarios, entre ellos el del presidente de la República.


A su decir, con esos ahorros se podrían llevar a cabo cinco acciones fundamentales en apoyo al campo para la producción de alimentos.


Luego de un discurso de aproximadamente 30 minutos, Andrés Manuel López Obrador convocó a los manifestantes a reunirse el 17 de febrero a las 17:00 horas afuera de la Cámara de Diputados para solicitar a los legisladores una respuesta a su carta.


Toca el peso su peor nivel en la historia: 14.76 por dólar


Agencias / La Jornada On Line Publicado: 03/02/2009 09:20


México, DF. A pesar de la colocación de 400 millones de dólares por parte del Banco de México (BdeM) en las subastas de este martes, el peso perdió terreno frente al dólar, que cerró hasta en 14.76 pesos a la venta.

El peso mexicano cayó el martes un 2.06 por ciento frente al dólar al nivel más débil de su historia, presionado por la continua salida de flujos del mercado ante los constantes temores sobre la salud de la economía de Estados Unidos, la mayor del mundo.


Así, la moneda nacional depreció su valor hasta en 30 centavos frente a la divisa respecto al cierre del pasado viernes en sucursales bancarias capitalinas. En operaciones al menudeo, el dólar fijó su precio mínimo a la compra en 13.85 pesos.


En casas de cambio del Aeropuerto Internacional de la ciudad de México, la divisa estadunidense se ubicó en 14.75 pesos a la venta y en 13.20 pesos a la compra.


Por su parte, el euro escaló hasta 19.44 pesos en sucursales bancarias de la ciudad de México.


El BdeM fijó en 14.5404 pesos el tipo de cambio para solventar obligaciones denominadas en moneda extranjera pagaderas en la República Mexicana.

Disminuyen las reservas internacionales de México


Las operaciones netas realizadas por el Banxico, la causa


El Financiero en línea


México, 3 de febrero.- Por sexta semana consecutiva, el saldo acumulado de la Reserva Internacional de México disminuyó, debido a las operaciones netas que realizó el Banco Central durante la semana de corte, así, las divisas reflejaron una contracción por 467 millones de dólares, provocando que el saldo se ubicará en 84 mil 045 millones de dólares.


Después del periodo de acumulación que registró la Reserva Internacional del país en el último mes del año anterior, en la semana del 19 al 23 de enero de 2009 el saldo acumulado de divisas que mantiene el país se redujo 468 millones de dólares, debido a las otras operaciones netas realizadas por Banxico.


Al mismo tiempo, el gobierno federal le vendió un millón de dólares en divisas al Banco de México.


De acuerdo con el Estado de Cuenta Semanal publicado por el Banco de México, la acumulación de divisas se encuentra mil 396 millones de dólares por debajo del saldo registrado al cierre de 2008, cuando se situaron en 85 mil 441 millones de dólares.


Lo anterior refleja que en la semana del 19 al 23 de enero del presente año, al mismo tiempo que la Reserva Internacional se contrajo por 467 millones de dólares, los activos internacionales netos aumentaron por mil 208 millones de dólares.


Debido al incremento en los pasivos a menos de seis meses, como resultado de los depósitos por mil 264 millones de dólares que realizó Pemex y por los 423 millones de dólares que colocó en la institución la banca comercial.


En moneda nacional, la Reserva Internacional mantuvo la tendencia alcista apoyada por la debilidad en el peso, es así como durante la semana del 19 al 23 de enero del presente año, el saldo de la Reserva Internacional ascendió a un billón 184 mil 616 millones de pesos. (Con información de Finsat/MCH)

Desde 1976 el gobierno ha tenido que defender en diversas ocasiones el peso. Es decir, trata de evitar que pierda valor frente al dólar. Otra vez estamos en ese escenario de defensa.

El más famoso intento, por peculiar e inefectivo, fue el de José López Portillo cuando ofreció defender el peso como un perro. No pudo y a mediados de febrero de 1982 el dólar pasó de 22 a 70 pesos. Luego, por razón de los famosos alfileres que prendían la economía al final del gobierno de Carlos Salinas, el precio del dólar, que en diciembre de 1994 era 3.44 pesos, en marzo de 1995 pasó a 7.20 pesos.

Y no hay que olvidar que para entonces ya se había hecho una reforma monetaria que cambió la denominación del dinero quitándole tres ceros. Con eso se disipó la noción de la pérdida real de valor del peso asociada con la fuerte inflación.

Ahora las presiones sobre el peso provienen de la crisis financiera iniciada en Estados Unidos y que se ha propagado por todas partes del mundo. La estabilidad financiera mexicana se ha ido mermando paulatinamente en los meses recientes.

La inflación aquí se ha ido elevando por el alza de los alimentos y de los precios de los productos y servicios administrados, o sea, los que fija el gobierno (principalmente los energéticos). El mayor ritmo de crecimiento de los precios expresa, también, la poca productividad del sistema económico. Las tasas de interés también se fueron para arriba para evitar las presiones sobre el peso. Así el diferencial con las tasas en Estados Unidos se ha abierto, lo que pone de manifiesto el riesgo que perciben quienes invierten en pesos.

El tipo de cambio, base de la estabilidad, ha cedido ya y se ha depreciado. Desde fines de septiembre pasado el peso se ha devaluado alrededor de 20 por ciento en su cotización oficial (tipo de cambio “fix”, determinado por el Banco de México), ya que el dólar, que se vendía a 10.95 pesos, se encareció hasta 13.50 pesos, o sea, 23 por ciento. Hoy el banco central ejerce una activa intervención en el mercado cambiario.

El instinto primordial en el banco central es defender el valor del peso frente al dólar. Pero esto puede estar sucediendo ahora en un entorno completamente distinto al de los episodios de crisis anteriores.

Esta crisis financiera altera de manera profunda la estructura misma del sector financiero, desquicia las corrientes del crédito, contraviene las relaciones causales que definían a los mercados y repercute de modo cada vez más intenso en las condiciones de la producción.

En Estados Unidos los bancos de inversión han desaparecido, los bancos comerciales siguen reportando grandes pérdidas y balances débiles. Las condiciones de fragilidad se transmiten entre las empresas y por todas partes. La intervención del gobierno es masiva; traspasa el entorno del funcionamiento de los mercados y llega a los derechos de propiedad con la compra de partes de acciones que en efecto convierte a los gobiernos en propietarios de algunas empresas. En algunos casos en únicos propietarios como ocurre con la aseguradora AIG o las dos hipotecarias más grandes. Eso ha levantado el grito entre los conservadores más retrógrados y desquiciados de que se instaura el socialismo en ese país.

Los efectos son ya ruinosos en los mercados bursátiles, donde los precios de las acciones se derrumban cada día. Las intervenciones estatales que se suceden por todas partes no logran recrear la confianza. En lo que va del año la bolsa de Nueva York perdió 37 por ciento de su valor. Cifras de esa magnitud y mayores se reproducen a lo largo de Europa, Asia y América Latina.

En este marco general de crisis y de acciones de tipo y magnitud inédita por parte de los gobiernos desde hace seis décadas debe cuestionarse la estrategia convencional de defensa del peso que se sigue en México.

Ésta no es, insisto, una crisis convencional, y la manera en que se hace la narración cotidiana de los hechos y en que se analizan las consecuencias no parece estar adaptada a la situación de gran incertidumbre y a las condiciones de los riesgos que prevalecen.

La cuestión es si las reservas que tiene Banco de México deben exponerse para intentar defender al peso en este entorno. A la hora de una corrida generalizada contra el peso no va a haber reservas que aguanten. Hay que ver lo que está pasando en Corea. Los dólares los compran las empresas que tienen grandes tesorerías, especialmente los bancos, y no los mantienen aquí, sino que los sacan para apoyar sus operaciones en otro lado.

Éste es un momento peculiar. Al peso no se le puede defender, pero sí se pueden diferenciar los dólares con los que se cuenta y dedicar las reservas a mantener la planta productiva y el empleo. El resto de las transacciones que se hagan al precio que defina el mercado y sin subsidio de la sociedad para quienes los demanden. México pierde divisas por todas las fuentes que las proveían: petróleo, remesas, exportaciones de mercancías y servicios.

Que no se asusten quienes tienen alergia a los controles, pues éstos ya se están aplicando de otra forma en todos lados. El mercado ya no es el lugar impoluto que está al margen y se autorregula. Las corrientes del dinero y del crédito pasan ahora ineludiblemente por el Estado.

No se puede pensar hoy como de costumbre y los instintos usuales del quehacer de la política pública no son necesariamente útiles ahora, como tampoco lo son las prácticas y las relaciones de poder en el mercado.

Es tiempo hoy de comprender que las condiciones son extraordinarias y exigen maneras no convencionales de pensar. Entre ellas plantear una estrategia que no confunda la defensa del peso con un nacionalismo barato en condiciones de crisis.

Hasta ahora la reacción del gobierno ha sido lenta y titubeante. Hacienda debe revisar el IETU para no constreñir más los flujos de liquidez de las empresas y plantear acciones que confronten la incertidumbre reinante. El banco central tiene que atender ámbitos más amplios que la paridad con el dólar y liderar el examen ineludible de las pautas de regulación y supervisión que prevalecen.

La Jornada. 271008

A %d blogueros les gusta esto: