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Tag Archives: Juan Camilo Mouriño

En Perspectiva

J. Enrique Olivera Arce

Tras el trago amargo del avionazo y el abrupto relevo en la Secretaría de Gobernación, el neopanismo nacional tuvo que tragarse el también inusitado regaño preñado de sospechas de fuego amigo y, de paso, compartir con toda la nación la sarta de desmesuras con la que el Sr. Calderón Hinojosa elevara a la categoría de héroe al fiel amigo fallecido, el solo comparable en los tiempos que corren con el mitológico Cid Campeador. No podía ser menos, tratándose de un joven de origen gallego llamado a conquistar a México con sus excelsas virtudes.

En un apunte anterior nos permitimos especular (palabra de moda), que en México se cerraba un ciclo en el sexenio calderonista y se abría otro. Un antes y un después de la muerte de Juan Camilo Mouriño. No andábamos tan errados. En medio de la tragedia y el dolor, el hombre solo de Los Pinos dejó de confiar en el círculo de amigos íntimos, rompiendo incluso con Fox y Espino, coparticipes de su cuestionado ascenso al poder, para entregarse al panismo histórico, del que nunca debió alejarse, dejando una rendija abierta desde la que es posible percibir al acecho, la mano dura de Diego Fernández de de Ceballos y los intereses del salinismo priísta, así como la inminente ruptura del duopolio televisivo.

Las cosas en política no se dan, se van dando en el tiempo, espacio y circunstancias, afirmara con inteligencia Dante Delgado. Incluso mediando la tragedia para ello. Así, de un nefasto marchar sin rumbo y de espaldas a la mayoría del pueblo e intereses de la Nación como lo confirmara con su candor, impericia o provocación y mala fe, la Sra. Kessel, al referirse a la recién aprobada y pendiente de promulgarse “Reforma energética”, poniendo al descubierto los torcidos andares del “niño héroe” y sus malas compañías del PRI y el PRD, pasamos a un nuevo ciclo en la vida política de México; inaugurándose con el amplio consenso en torno al nombramiento del abogado litigante Fernando Gómez Mont en Gobernación, que permite percibir un mínimo de equilibrio entre gobernabilidad y presión de los poderes fácticos internos y externos.

Y ya que mencionamos de rebote al senador alvaradeño, cabe comentar que en nuestra entidad, isla feliz, también tuvimos que vivir, en el mismo lapso, nuestras propias desmesuras:

El gobernador Fidel Herrera Beltrán viaja a la República Popular China en busca de respuestas a la crisis global que no encuentra en el terruño, entrevistándose con funcionarios menores del país asiático y directivos industriales que, en las actuales condiciones del mundo, están más atentos a los derroteros de la economía norteamericana que en las fortalezas, profusamente ofertadas por el gobierno veracruzano.

En tanto amparado por la ausencia del gobernante y amigo, su delfín hace esfuerzos por convencer al presunto electorado de que también por sus venas corre sangre de “niño héroe”, señalándose coparticipe protagónico de anticipadas medidas preventivas para paliar la crisis global, a partir de la tan llevada y traída como ya desgastada argumentación de los beneficios aún intangibles de la “bursatilización”.

Semana de desmesuras y de niños héroes. Sólo faltó la exquisita quintaesencia de conocido lambiscón que para ganarse el pan, establecería parangón entre el triunfo electoral de Barack Obama, y los cuatro fructíferos años de Gobierno de nuestro hombre de Nopaltepec.

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Fernando Francisco Gómez Mont Urueta ocupará la secretaría de Gobernación tras el fallecimiento de Juan Camilo Mouriño en un accidente aéreo el pasado martes. El ahora titular de la SEGOB se ha desempeñado como miembro del CEN del Partido Acción Nacional (PAN) , diputado federal y representante de esa fuerza política ante el Instituto Federal Electoral (IFE).

Ver nota completa en: El Universal 10/11/08

“Pedestal de los imbéciles”

martirAhora si se enojó en serio Felipe Calderón. Al rendirse homenaje póstumo a Juan Camilo Mouriño en la sede del partido blanquiazul, Exige al panismo rendir tributo al nuevo mártir venido de tierras ibéricas a conquistar a México. Al Cid Campeador, “invencible, inderrotable, líder natural, impulsor del idealismo pragmático, a quien Acción Nacional le debe el triunfo de 2006”.Y de paso, agarró parejo, refiriéndose a todos aquellos que dentro y fuera del blanquiazul criticaran a quien “ejerció el poder con todas sus consecuencias, con todas sus amenazas, con todas sus flaquezas, con todas sus ingratitudes, porque es muy fácil pontificar sentados, como dije alguna vez, desde la columna de mármol, desde el pedestal que se convierte, precisamente por la inacción, en pedestal de imbéciles”.

En el homenaje del panismo a Juan Camilo Mouriño, sólo le faltó al Sr. Calderón decretar duelo nacional por el fallecimiento de su más cercano colaborador y amigo.

Ver nota completa en: La Jornada 10/11/08 ; El Universal 10/11/08

Pulso crítico

J. Enrique Olivera Arce

“Yo soy el primer interesado en que surja la verdad y se esclarezcan las causas de estos hechos”

Felipe Calderón Hinojosa


Controvertido y acechado por la sospecha de su origen, sus antecedentes familiares y su involucramiento en tráfico de influencias dañinas para la salud de la Nación, Juan Camilo Mouriño murió en condiciones trágicas preñadas también de sospechas.


La especulación


“La especulación daña a México”, “Quién especula traiciona a México”, dicen algunas histéricas voces que desde el poder se desgarran las vestiduras ante el temor de que salgan a relucir los trapos sucios. ¿Y que esperaban? En un país donde se nos ha acostumbrado a escuchar medias verdades o mentiras completas, la sospecha florece; a falta de información veraz, objetiva y oportuna, la desinformación alimenta la imaginación popular. A la ya profunda falta de credibilidad en las instituciones y en la clase política, habrá entonces de sumarse la sospecha obligada. Más cuando desde el poder mismo se insiste en que habrá de investigarse a fondo la causa de la tragedia. Si como oficialmente se afirma y la lógica indica que fue un lamentable accidente, ¿para que la insistencia y la preocupación de Calderón Hinojosa por conocer la verdad?


Pero más allá de la especulación y la sospecha como ejercicio popular, es dable considerar que con lo acontecido, el clima ya de si enrarecido en la vida del Estado-Nación, habrá de acelerar su deterioro a partir del lamentable suceso y, con ello, la pérdida de la posibilidad de una anhelada legitimización de quien abierta y públicamente se le ha denominado “presidente espurio”. En el pueblo de México ya prendió la idea de la vulnerabilidad de quien gobierna, generándose desconfianza e incertidumbre, así como la convicción de que nunca habrá de conocerse, como en el caso de Luís Donaldo Colosio, aquello que al poder no convenga que se sepa.


Lo que viene


Héroe para Felipe Calderón Hinojosa, anti héroe para amplios sectores del pueblo, que no se tragan la versión oficial difundida por la mayoría de medios de comunicación de su honestidad y entrega al servicio de México, el temprano compromiso con la muerte de quien fuera secretario de gobernación y delfín del titular del ejecutivo federal para sucederle, reduce el círculo íntimo de Los Pinos, a la par que cierra un ciclo en la vida de México, abriendo otro no menos incierto y ominoso para el panismo entronizado. Un antes y un después de Mouriño, que coincidentemente, para el infortunio de Calderón, se empata con un antes y un después de la elección de Barack Obama por el pueblo norteamericano.


El control del Estado y del gobierno federal no dependerá más del joven superdotado, guía estratégico de quienes integran el estrecho grupo de amigos de Los Pinos, y enlace con los poderes fácticos, nacionales y extranjeros. Calderón estará obligado a gobernar sólo, en la inmensa soledad que el mismo creara en su entorno, pues sin Mouriño, el “gobierno de amigos” ha quedado en la orfandad. La disputa por la titularidad de gobernación, se encargará de confirmarlo.


Al mismo tiempo, en la medida en que Obama tome las riendas del gobierno del país más poderoso del mundo, sin la cercanía con Bush, Calderón Hinojosa tendrá que gobernar a contracorriente de la nueva concepción de la política interna y externa de nuestro vecino del norte. El gobierno norteamericano, en lo interno, si nos atenemos a lo expuesto por Obama a lo largo de su campaña electoral, habrá de poner énfasis en la búsqueda de solución a su actual crisis económica y social, fortaleciendo el aparato productivo y el empleo, así como minimizando su dependencia de bienes, servicios y mano de obra del exterior; en tanto que, en lo externo, seguramente figurarán entre las prioridades inmediatas el recomponer la relación geopolítica con los países que la miopía de la anterior administración etiquetó como enemigos de la democracia, incluyendo a Rusia, China y Venezuela, así como el retiro decoroso de las tropas en Iraq  y  Afganistán.


Bajo esta óptica, los presidentes Álvaro Uribe y Felipe Calderón, en América Latina, quedarían en la orfandad. México y Colombia tendrán que rascarse con sus propias uñas, buscando el cobijo de los gobiernos “populistas” del Cono Sur, a los que hasta ahora han dado la espalda.


En este posible escenario, las palabras de despedida vertidas por Calderón Hinojosa en el Campo Marte, centro neurálgico del honor militar, al mismo tiempo que hablan de un pasado que ya no tiene retorno, de cara al futuro inmediato trastocan principios y valores que podrían concurrir a la construcción de la necesaria unidad nacional frente a la crisis global, resolviendo la polarización existente; perdiendo la moral colectiva y la ética política frente al cinismo con el que se exaltan virtudes inexistentes de un hombre que en vida fue actor y cómplice de cuestionadas conductas públicas; elevando a la calidad de paradigma la corrupción e impunidad que mantienen postrado a México. Percibiéndose en lo que para el calderonismo representó Juan Camilo, el trazo de una nueva ruta a seguir para lo que resta del sexenio: políticas a la defensiva y mano dura para doblegar la protesta popular, en pro de mantener el poder y sostener estrategias equívocas de despojo y desmantelamiento de lo poco que queda del patrimonio nacional.


Si la muerte de Luís Donaldo cambió el curso de la historia de México, anunciando la salida del PRI de la Presidencia de la República, la muerte de Juan Camilo Mouriño anuncia el principio de la debacle del PAN y sus pretensiones de gobernar a México por tiempo indefinido. La protesta social podrá quebrarse, pero no doblarse y a ello habrá de atenerse Calderón Hinojosa en lo que resta del sexenio.


Al PRI no le queda de otra que poner sus barbas en remojo, revisando su estrecho y cuestionado maridaje con el calderonismo.


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El Universal


ASPECTOCiudad de México Martes 04 de noviembre de 2008
20:21

El presidente Felipe Calderón recibió la información de que en el avión que se accidentó esta tarde en el poniente de la ciudad de México viajaban el secretario de Gobernacion, Juan Camilo Mouriño; el ex fiscal anticrimen José Luis Santiago Vasconcelos y el vocero de la Segob, Miguel Monterrubio.

Fuentes de Presidencia adelantaron que el Mandatario hará un pronunciamiento en el Hangar Presidencial de la Ciudad de México una vez que regrese de su gira por el estado de Jalisco.

El Financiero

México, 4 de noviembre.- El secretario de Gobernación Juan Camilo Mouriño perdió la vida este martes al caer el avión que lo transportaba desde San Luis Potosí.

La nave cayó esta tarde en Paseo de la Reforma y Prado Norte en la Ciudad de México, donde se reporta fuerte movilización de cuerpos de rescate. Max Cortázar, de Presidencia de la República, confirmó el fallecimiento del secretario de Gobernación.

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