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Tag Archives: México frente a la crisis global

«Mejor es callar y que sospechen de tu poca sabiduría que hablar y eliminar cualquier duda sobre ello.»

Abraham Lincoln (1808-1865) Político estadounidense.

Agencia Imagen del Golfo.- martes, 17 de febrero de 2009

El gobernador Fidel Herrera Beltrán destacó que para contrarrestar la crisis, que el prefirió llamarla como «la innombrable», Veracruz cuenta con proyectos petroleros impulsados por PEMEX, ya que anunció que hace poco se encontró un yacimiento de petróleo y gas cerca del municipio de Tuxpan.


En Veracruz se encuentra uno de los yacimientos más importantes de Veracruz, que permitirá generar empleos para contrarrestar la crisis económica, destacó el gobernador Fidel Herrera Beltrán.


Con el declive de Cantarell en Campeche, Pemex ha buscado otras opciones para explorarlas y hay más de mil pozos en perforación en toda la región del Paleocanal de Chicontepec, que abarca el 98 por ciento en Veracruz y un 2 por ciento en el estado de Puebla.


Entre las explotaciones que se hacen, le informaron que se encontró un yacimiento de petróleo y gas, considerado uno de los más importantes en el país, cerca de Álamo.


«La primera plataforma de perforación en aguas profundas off shore de México se está desarrollando. Yo le di el banderazo de salida hace ya casi 30 días, en frente de Tuxpan. Se llama Zacamat 1; en totonaca eso quiero decir ‘Cumpleaños 1’. Esa plataforma, que la rentan en 500 mil dólares al día, está perforando ya. Son mil 200 metros de mar y del suelo; del fondo del mar hacia el yacimiento, cinco mil 300 metros. Pues bien, ya hace unos días me avisaron que ya por los cuatro mil ya empezaron a encontrar petróleo y gas».


Con ese yacimiento Veracruz seguirá siendo uno de los principales productores de petróleo y gas en el país, junto con Campeche, Tabasco y Tamaulipas.


Consideró que por eso se debe tomar en cuenta a Veracruz para construir la refinería que anunció el gobierno federal y generar empleos, pero aclaró que en su gobierno fortalecen acciones para fomentar el empleo y mitigar los efectos de la crisis, que prefirió calificar de innombrable.

Crónica del poder 17/02/09


México halla reserva histórica de petróleo


La mayor parte deberá quedarse en el subsuelo porque no existe todavía la tecnología para sacarlo, revela Pemex


El Universal.- martes, 17 de febrero de 2009


Empresas internacionales certificaron a México la existencia de 139 mil millones de barriles de petróleo en la zona de Chicontepec, un yacimiento histórico para el país pero que no podrá ser explotado en el presente, informó Petróleos Mexicanos (Pemex).


Carlos Morales Gil, director de Pemex Exploración y Producción (PEP), dijo en entrevista que asume el compromiso de extraer de esa área -que se localiza entre los estados de Puebla y Veracruz- sólo 18 mil millones de barriles de petróleo y gas en los próximos 30 años, «porque en este momento no existe ningún tipo de tecnología que nos permita sacar del subsuelo los hidrocarburos».


El mayor yacimiento petrolero mexicano en la historia ha sido Cantarell, con una reserva original de 36 mil millones de barriles. Chicontepec tiene, entonces, 3.8 veces lo que Cantarell, veta de crudo que generó el «boom» petrolero de México de los últimos años.


La tecnología para extraer los hidrocarburos en Chicontepec no se tiene en México, pero tampoco en el extranjero. Se estima que para el año 2040, es decir, dentro de 31 años, el país podría desarrollar la infraestructura para sacar del subsuelo esta enorme riqueza.


Crónica del poder 17/02/09

Carlos Fernández-Vega

En aquel agitadísimo primer día de diciembre de 2006, estreno de su inquilinato en Los Pinos, Felipe Calderón prometía «seguridad para los mexicanos, superación de la pobreza extrema y creación de empleos». Dos años después, el país se zarandea en medio del implacable avance de la inseguridad, el incremento sostenido de la pobreza y el creciente desempleo.

¿Algo que celebrar? El michoacano dice que sí, y para tal efecto se auto organizó un mega desayuno en Palacio Nacional, donde compartió el pan, la sal y los antojitos michoacanos con todos aquellos que cotidianamente aplauden sus fracasos disfrazados de «logros» (síndrome Fox).

En su primera «celebración, el primer día de diciembre de 2007, el mismo personaje se manifestaba satisfecho, porque un año antes «el país vivía momentos difíciles y de gran incertidumbre; hoy, el panorama es verdaderamente distinto». Y ayer, segunda «celebración» e inicio oficial de su tercer año en Los Pinos, repitió la dosis: «la satisfacción del deber cumplido nos alienta para acometer, aún con mayores bríos, las tareas por venir».

¿Qué tan distinto, en términos reales, resulta el país a dos años de distancia? Sin duda ha ido de menos a mucho menos, y en el balance se registra el primer bienio perdido del sexenio, porque más allá de las fábulas calderonistas (la -auto- goliza al crimen organizado, las «tasas históricas de empleo», la «pujante» economía mexicana, el «navío de gran calado», el «catarrito», la «gripa» y «la superación de la pobreza», entre otras), los principales indicadores económicos y sociales han caído en comparación con la de por sí deteriorada estafeta que le fue entregada a la «continuidad» aquel primer día de diciembre de 2006.

El abatimiento de la inseguridad, la pobreza y el desempleo fueron tres de las grandes promesas de campaña, abiertamente incumplidas durante su estancia en Los Pinos. Y en aquellos tiempos electorales el michoacano aseguraba que «hemos sido cuidadosos para no caer en la salida fácil de proponer acciones que no se puedan cumplir y comprometer el futuro y el patrimonio de los mexicanos. El 2 de julio celebraremos el triunfo de la opción del empleo, la estabilidad económica, la transparencia y la unidad de los mexicanos… un México ganador, justo, seguro y democrático que merecemos todos los mexicanos. Construiremos un México próspero, democrático, seguro, estable, limpio y con la capacidad de generar empleos bien pagados». Todo ello «para que vivamos mejor».

Dos años después, exactamente lo contrario: los mexicanos sobreviven en peores condiciones, y contando, bombardeados con discursos igual de fatuos que de «esperanzadores». Por mucho que insista, y si fuera el caso, buenos deseos no son sinónimo de buenos resultados, y ejemplos sobran. Un bienio perdido, el primero del calderonato, que se adiciona a la ya larga, larguísima cadena de mermas acumuladas sexenio tras sexenio. Y faltan cuatro años de un gobierno sin pies ni cabeza.

De allí la inagotable fuente de inspiración. Ante la ausencia de resultados, la vigorosa presencia de promesas. En esos dos años entre los compromisos de saliva (léase el cuento michoacano de la lechera) se pueden mencionar: «generación de empleo; incremento de la inversión, nacional y extranjera; pago de la deuda social; distribución de la riqueza y el ingreso; fomentar las exportaciones; finanzas públicas mucho menos dependientes de los recursos petroleros; combatir la pobreza; justicia social; desarrollo y crecimiento económicos; infraestructura social, económica, de comunicaciones, salud, educación, drenaje, agua potable; incremento sostenido de la competitividad y la productividad; recursos suficientes para escuelas y hospitales; acabar con los privilegios en el sistema tributario; fondos para el estado de México y el Distrito Federal; ídem para todos las entidades de la República; tren suburbano en la zona metropolitana que la colocará a la altura de las urbes más modernas del mundo; más obras de infraestructura en el valle de México; tarifas eléctricas más justas para la población y más competitivas para la industria; supercarreteras; servicios más elementales para la población; disminuir la brecha de la desigualdad; superar lacerantes rezagos; liberar recursos públicos para programas sociales; construir un México más justo, un México mejor; solidaridad entre las mexicanas y los mexicanos; trabajar en favor de los que menos tienen; transformar sustancialmente la lucha contra la pobreza y la desigualdad; acelerar el paso en el compromiso que todos tenemos por la justicia, porque no hay calidad sin justicia; disminuir las diferencias que separan a México; cerrar de una vez la brecha de México con ese México agraviado, con ese México olvidado, con ese México de la pobreza que marca toda la geografía nacional; construir el México unido que todos queremos; transparencia y eficiencia en el gasto público; incremento sostenido del gasto público destinado al campo; garantizar enterrar la pobreza extrema y garantizarle a cada joven mexicano un lugar en la universidad, de manera que no haya un solo mexicano que no curse una carrera técnica o profesional por falta de oportunidades; se podría captar, a través de Pemex, uno por ciento del producto interno bruto adicional por año; a partir de 2011 o 2012 México podría recibir un promedio de 150 mil millones de pesos anuales…», y los que acumule en sus discursos del tercer año de estancia en Los Pinos.

Al inquilino de Los Pinos alguien debería mostrarle la versión original del Cuento de la lechera (Félix María de Samaniego) y subrayarle el siguiente pasaje: «¡Oh loca fantasía! ¡Qué palacios fabricas en el viento! Modera tu alegría; no sea que saltando de contento, al contemplar dichosa tu mudanza, quiebre tu cantarilla la esperanza. No seas ambiciosa de mejor o más próspera fortuna; que vivirás ansiosa sin que pueda saciarte cosa alguna. No anheles impaciente el bien futuro: mira que ni el presente está seguro».

La Jornada 01/12/08

México. El endeudamiento de familias es ya el más alto en la historia.

Adeudan a los bancos un billón 350 mil millones de pesos, o sea, 13.5% del PIB: Ídem

La cartera vencida de la banca comercial en el segmento de préstamos al consumo, formado principalmente por las tarjetas de crédito, llegó en septiembre a 37 mil 539 millones de pesos, un incremento de 40 por ciento con respecto al nivel registrado en junio de este año, indican datos de la Comisión Nacional Bancaria y de Valores.


La crisis económica se empieza a sentir por la combinación de elevada inflación con alza de las tasas de interés, más la presión de ese débito, dijo el director de estudios económicos de Scotiabank


El disparo en las tasas de interés y de la morosidad entre los usuarios de crédito ocurre en un momento en que el endeudamiento de las familias con el sistema bancario alcanzó el nivel más alto registrado jamás, mientras la capacidad de pago se reduce a consecuencia de la crisis económica en la que entró el país, indicaron reportes oficiales.


“El endeudamiento de las familias es históricamente el más alto en este momento”, comentó ayer Francisco Gutiérrez, director de estudios económicos de Scotiabank.


La deuda de las familias mexicanas con el sistema bancario creció hasta un billón 350 mil millones de pesos, cantidad que equivale a 13.5 por ciento del producto interno bruto (PIB), de acuerdo con datos del Banco de México.

El endeudamiento de las familias con el sistema bancario incluye los pasivos contratados a través de préstamos hipotecarios, tarjetas de crédito, financiamiento para adquisición de automóvil y préstamos personales.


Una de las formas en que la crisis económica se comienza a resentir en México es, explicó Gutiérrez, una combinación de alta inflación con alza de tasas de interés y elevado nivel de endeudamiento de las familias. En términos anuales, la inflación general subió en la primera quincena de noviembre a 6.18 por ciento, más del doble de la estimada por el banco central a comienzos del año, e incluso arriba del nivel máximo de 6 por ciento calculado por el Banco de México a principios de este mes.


El alza de la inflación, combinada con un mayor riesgo para la recuperación de los créditos bancarios, también ha tenido un efecto en el costo de las deudas de los usuarios de préstamos al consumo. Los 13 bancos que concentran 90 por ciento del mercado en tarjetas de crédito –el renglón más importante de los préstamos al consumo– cobraron en promedio el mes pasado una tasa de interés, incluidas comisiones, de 69.49 por ciento anual. Se trata de un nivel superior en 17 puntos porcentuales al de 52.30 por ciento anual, también promedio, que las mismas instituciones cargaron a sus usuarios de tarjeta en octubre de 2007, de acuerdo con datos de la Comisión Nacional para la Protección y Defensa de los Usuarios de Servicios Financieros.


“La inflación ya rebasó el incremento que han tenido los salarios, y eso significa menos dinero disponible para la gente”, expuso el especialista de Scotiabank. El alza en los alimentos, combinada con mayores tasas de interés provoca que las personas enfrenten mayores costos que hasta hace algunos meses, mientras el poder adquisitivo de sus ingresos cuando conservan el empleo es menor, explicó.


Hasta febrero de este año los incrementos en los salarios contractuales fueron negociados entre trabajadores y patrones ligeramente arriba de la inflación. Tal situación se invirtió a partir de marzo y especialmente desde abril. A octubre, el incremento a los salarios fue en promedio de 4.8 por ciento, con una inflación ya cercana a 6 por ciento anual. Pero específicamente la inflación de alimentos, un tipo de productos que por su naturaleza no se puede dejar de adquirir, llegó el mes pasado a 8.5 por ciento anual, de acuerdo con datos del Banco de México.


Para el próximo año, según los cálculos de Scotiabank ofrecidos ayer por Francisco Gutiérrez, la economía formal apenas creará 54 mil empleos, una situación que también tendrá un efecto en la capacidad de consumo de las familias.


El menor ingreso disponible de las familias afecta el consumo, como también lo inhibe el crecimiento de la tasa de interés, expuso Gutiérrez.


Los datos presentados ayer por el analista indican que en 2000 el nivel de endeudamiento de las familias era equivalente a 8.7 por ciento del producto interno bruto. Creció a 10 por ciento del PIB en 2003, justo cuando las instituciones del sistema financiero comenzaron a liberar créditos para hipotecas y consumo, luego de que el financiamiento había estado limitado desde la crisis de 1995.


Antes de llegar al nivel actual, el endeudamiento de las familias con el sistema bancario fue equivalente a 12.5 y 13 puntos porcentuales del PIB en 2006 y 2007, respectivamente.


“Aunque el nivel de endeudamiento de las familias es hoy el más alto de la historia, el riesgo de esa deuda es menor al que existía, por ejemplo, durante la crisis de 1995 y 1996”, añadió el especialista.


La Jornada. 27/11/08

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