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Tag Archives: Reforma hacendaria

Pulso crítico

J. Enrique Olivera Arce

Verdad de Perogrullo en el seno de la rama de fabricantes de botanas de  CANACINTRA: “… un impuesto que no consideramos justo se transferirá al consumidor final, que se convertirá en afectado solidario”.

Ni descubren el hilo negro ni se apartan de la verdad. A eso se reduce el “barco de gran calado” como se calificara a la propuesta de reforma hacendaria del Sr. Peña que, por mayoriteo simple terminando en miscelánea fiscal,  aprobara vía fast track el Congreso de la Unión el pasado jueves.

Otra vez, víctima de la simulación, el pueblo de México deberá registrar en su memoria una raya más al tigre en el inacabable proceso del gatopardismo nacional.

Tras la modificación en el Senado de la minuta que aprobara la Cámara baja en primera instancia, por disciplina lacayuna y mayoriteo del PRI, PRD, PVEM y Panal, en 20 minutos, si 20 minutos, los diputados leyeron, analizaron ajustes y modificaciones aplicadas por los senadores y, sin cambiar una coma, aprobaron en el pleno  la miscelánea fiscal turnándola de inmediato al ejecutivo para su promulgación.

El afectado solidario, sin voz ni voto en una democracia representativa que en los hechos no es tal, como siempre será quien pague la factura de la aventura hacendaria de la mancuerna Peña-Videgaray.

Estruendoso ramillete de cambios para seguir igual o peor que endenantes, es la percepción generalizada objetivada en el bolsillo de los consumidores.

Nada importa si el impuesto es progresivo, debiendo pagar más no quienes más ganan  sino quienes mayores ingresos declaren. Más temprano que tarde tal obligación tributaria descansará vía precios e impuesto al consumo en el afectado solidario -usted, yo, todos-, incluida la mayoría de aquellos causantes cautivos que seguirán contribuyendo con un ISR del 30% y lo que se acumule por concepto del impuesto al valor agregado por los drinks  y la botana sabatina.

No hay purrumm

Por lo demás,  de lo demás de la miscelánea fiscal aprobada, al afectado solidario “ni le perjudica ni le beneficia, sino todo lo contrario”. En el amplio mundo de la simulación unos harán como que cobran y otros como que pagan,  que para eso se prevé  más deuda pública, quedando siempre la alternativa para tapar hoyos de hincarle más el diente al petróleo que es de todos.

El gobierno aprieta y el afectado solidario flojito y cooperando, a su modo y a su real entender. A mayor obligación impositiva,  más amplios los caminos de la informalidad y la evasión, hasta donde el país y la paciencia ciudadana aguanten.

Por cuanto al presupuesto de egresos, con la misma tónica, más recursos para el gobierno y pese a lo asentado en el papel, menos beneficios para la población. Cambiando para seguir igual, en eso termina la “reforma estructural hacendaria”,  que a bombo y platillo anunciara el Sr. Peña, su partido y la morralla satelital y que la partidocracia tijereteara por consigna,  respondiendo a la presión no de los electores -estos le son irrelevantes-, sino del eficaz desempeño del cabildeo en lo oscurito de unos poderes fácticos que tras un simulado desgarre de vestiduras, no lograran ocultar quién es el que en realidad mece la cuna.

Lo que sigue

La partidocracia mostró el cobre una vez más, exhibiendo por anticipado el escenario dentro de cuyo tinglado habrá de aprobarse por la misma vía y por los mismos cauces, la esperada reforma energética ya cocinada en el llamado pacto por México.

 Sin embargo, este sainete algo deja. La farsa legislativa no pasa desapercibida. Ello debería ser suficiente para contribuir al enriquecimiento de la toma de conciencia de la necesidad de un cambio real  en aquellos que entre las mayorías aún no les cae el veinte.

Está quedando claro que las llamadas reformas estructurales en nada modifican y si profundizan el peso específico de los escollos estructurales históricos que nos condicionan a no salir del subdesarrollo, como la desigualdad y pobreza, corrupción gubernamental   y economía informal.

Más de uno estará obligado a  preguntarse:

 ¿Qué necesidad entonces de polarizar al país con un falso debate?

¿Qué necesidad de agitar el avispero agudizando y profundizando división y encono entre los mexicanos?

En el desconocimiento de la realidad nacional en un mundo convulsionado y la imprevisión, simulación y gatopardismo de una representación popular espuria, así como el afán del Sr. Peña de quedar bien a cualquier costo con los poderes fácticos trasnacionales, están las respuestas y en ello debería ponerse el énfasis en la crítica social y política.

México no puede mantenerse por el mismo camino, sin rumbo cierto y sujeto a la cortedad de miras de partidos políticos sustentados en la simulación, engaño e intereses inconfesables.

Ahora que si esta demostración de cinismo pragmático no contribuye a una mayor toma de conciencia sobre la necesidad urgente y necesaria de la democratización del país, entonces, nada hay que hacer sino esperar a que el proceso de maduración de la sociedad mexicana se tome su tiempo. Más tarde o más temprano se abrirán los ojos y se actuará en consecuencia; no se puede aceptar que el masoquismo social sea eterno ni es sano cruzarse de brazos ante un síndrome que se combate con participación ciudadana responsable.

Hojas que se lleva el viento.

Con un bien documentado artículo,  la Dra. Zaida Alicia Lladó Castillo contribuye al debate sobre la bondad o inconsecuencia de la aprobación de la miscelánea fiscal por el Congreso de la Unión. Bajo la óptica priísta, nos dice: “Ni todos rabones ni todos coludos”, refiriéndose a la homologación del IVA en las zonas fronterizas, argumentando que “…tasar parejo el IVA del 16 % a todo el territorio nacional, es sano, porque se eliminan las diferencias y nos obligan a todos a pagar los impuestos de manera equitativa”.

De primera intención en teoría es aceptable su argumentación, el cumplimiento de la ley y, por ende, las obligaciones para con el fisco, nos igualan; ni mexicanos de primera ni mexicanos de segunda, independientemente de nuestro lugar de residencia. Sin embargo reflexionando sobre el asunto en cuestión, quien esto escribe disiente de tal razonamiento, no se pueden tratar como iguales a los desiguales.

Si algo nos caracteriza como Nación, es la profunda desigualdad que históricamente nos ata al subdesarrollo. Nos guste o no, la terca realidad de manera perenne nos echa en cara el lastre de la una desigualdad que se hace acompañar por la pobreza endémica en más del 50% de los hogares de este país, confirmando no solamente que coexisten mexicanos de primera y de segunda, sino incluso de tercera o cuarta en la escala social y económica de un México que no ha sabido o no querido afrontar esta penosa situación.

No es lo mismo una entidad federativa “próspera” atractiva para la inversión y polo de desarrollo industrial a decir de su gobernador, como Veracruz, que otra con mayoría poblacional indígena eminentemente agraria con economías precarias.

De acuerdo con el listado de municipios que nos proporciona la Dra. Lladó Castillo, y que se verán afectados por la homologación, se nos da la razón; en un país con crecimiento económico regional y desarrollo humano históricamente desigual, la gran mayoría de los municipios fronterizos son enfermizamente pobres, algunos hasta miserables e incluso en aquellos como Benito Juárez o Solidaridad en Quintana Roo, asiento de Cancún y la Riviera Maya, la población beneficiaria del turismo y servicios conexos es mínima comparada con la radicada en los cinturones de miseria que circundan a esos desarrollos.

Luego la premisa de la que parte  en su argumentación la distinguida académica, carece de sustento. Entre rabones y coludos frente a un impuesto inequitativo, injusto e indiscriminado que llegó para quedarse, hay una enorme distancia. Lo demás viene por añadidura.

-ooo-

Don Javier Duarte de Ochoa ajeno al sentir popular,  que se sale con la suya. Juan Nicolás Callejas Arroyo, corrupto exponente de la burocracia sindical magisterial, como diputado plurinominal del PRI estará al frente del Congreso del Estado.  “El gobernador soy yo” y bajo esta condición, paga facturas pendientes premiado corrupción e impunidad poniendo la iglesia en manos de Lutero.

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Pulso crítico

J. Enrique Olivera Arce

La situación de deterioro en todos los órdenes por la que atraviesa México, me recuerda al entonces Secretario de Hacienda que frente a los ya claros indicios en el país del impacto de la crisis globalizada, afirmara que la economía nacional presentaba síntomas no más allá de un ligero  catarrito. Pasado el tiempo, el resfriado tornase ataque severo de influenza por no habérsele aplicado al enfermo una buena dosis de paracetamol,  como en su momento Fidel Herrera Beltrán gobernador entonces de Veracruz, atinadamente lo hiciera  en recóndito poblado de nuestro terruño, en el que la contaminación ambiental pusiera en riesgo la vida de un infante.

El mismo servidor público, hoy Director del Banco de México,  ante el presidente Peña afirma que México está bien preparado para enfrentar un escenario extremo y «de baja probabilidad» de un incumplimiento de pago por parte de Estados Unidos.

La solidez macroeconómica, no obstante la acusada desaceleración en el crecimiento, es garantía de que el nuevo catarrito en puerta nos hará lo que el viento a Juárez estima el susodicho.

Ojalá y así fuera, México no está en condiciones de acumular mayores estragos.  Sin embargo, el optimismo del Sr. Cartens no parece ser del todo compartido. Son ya varios años en los que la estabilidad macroeconómica no guarda equilibrio con el ámbito micro de una realidad económica y social de alto impacto que además de arrastrar, carga consigo ni más ni menos que con 53 millones de mexicanos en condiciones de pobreza, incapacitados para consumir lo que el país produce y la salud del mercado interno demanda, en demérito de todo esfuerzo de crecimiento sostenido.

Luego cabe preguntar:

¿Y la microeconomía Sr. Cartens? ¿Es que acaso esta no cuenta en un escenario de racional previsión frente a los efectos de una crisis que ya sentara sus reales en el país? ¿Es suficiente la fortaleza macro para resistir lo mismo la amenaza del exterior que las presiones internas?

Si es así, el Banco de México debería tranquilizarnos explicándolo con peras y manzanas para mayor entendimiento.

No hay porqué preocuparse, no obstante las ominosas señales, diría Fidel Herrera, mago financiero. En la coyuntura, la reforma hacendaria que deviene en enredada miscelánea fiscal recaudatoria gracias a los buenos oficios de los cabilderos de los poderes fácticos en Congreso de la Unión y que presuntamente le modifican la plana al Sr. Peña, es el paracetamol oportuno que impedirá que la sangre llegue al río, en tanto llega el momento de aplicar la panacea eficaz de la reforma energética.

¿No acaso se salvan de pagar IVA lo mismo alimentos y medicinas que el futbol y las corridas de toros?

Y en este escenario de optimista previsión, una vez más el Sr. Dr. Javier Duarte de Ochoa, sucesor del curandero de Nopaltepec y con las mismas recetas de su antecesor, declara con no poca soberbia y mayor ignorancia o mala fe, que Veracruz registra un crecimiento económico dos veces superior al que tiene postrado al país entero con algo más que un simple resfriado estacional.

Si en el México de todos no pasa nada, con mayor razón en Veracruz en el que el grueso de los recursos presupuestales disponibles, generación energética, inversión en infraestructura, creación de nuevos empleos, políticas asistencialistas y pago de nómina del magisterio, corre a cargo de  la federación. Colgados del enfermo vamos bien, afirma el Sr. Duarte.

Y mientras en el papel nos excedemos en previsión, optimismo, buenos deseos y sueños guajiros, la realidad necia al fin, sigue imperturbable su marcha marcando paso a paso el camino a un desastre anunciado, el arribo a la condición de Estado fallido.

Sin miramiento alguno, la crisis globalizada hoy jalonada por el conflicto interno del gobierno de Obama, nos tiene contra la pared sin más armas para defendernos que la soberbia de un aquí no pasa nada, fruto de la opacidad y simulación que  en Veracruz el Sr. Dr. Duarte de Ochoa  afirma no existen en la tierra que dice gobernar.

Mañana, 17 de octubre, es la fecha fatídica para que se concrete la madre de todas las tormentas en nuestro vecino del norte y, con ello, la “tormenta perfecta” para el mundo globalizado. Esperemos que la lumbre no llegue a los aparejos y para bien de todos, las negociaciones en el Congreso norteamericano lleguen a feliz término. ¿Y si no?, es la interrogante que flota en el ambiente internacional.

¿Podrá México, como afirma el Banco de México,  remontar esta nueva escalada de la crisis global? ¿La macroeconomía y el coyuntural paracetamol de la maltrecha reforma fiscal serán suficientes? ¿A casi un año de distancia de su toma de posesión el presidente Peña podrá frenar desaceleración económica, descontento, hartazgo, cólera y protesta? Estas son las interrogantes que para los mexicanos están en el aire. En unas pocas semanas, muy pocas, se irán dando las respuestas. Esperemos que en esta ocasión sean satisfactorias y todo quede en uno más de los catarritos del Sr. Cartens.

Hojas que se lleva el viento

Bien haría la prensa en moderar su postura de  satanización del movimiento magisterial. El horno no está para bollos y agregarle más leña al fuego propiciando y provocando el enfrentamiento de padres de familia con los mentores de sus hijos,  no es el mejor camino para mantener en paz la pradera.

No es sano olvidar que  la gran mayoría de esos padres, obreros, campesinos, burócratas, maestros universitarios, microempresarios, periodistas, desempleados y jubilados, también tienen razones de peso y de pesos más que justificadas para sumarse a la protesta ciudadana en contra del actual estado de cosas en el país. Y ni qué decir de Veracruz, en donde por más que se afirme lo contrario,  las necesidades crecen, el bolsillo de las mayorías se achica y los estómagos vacíos piden ya la voz en la tribuna.

Nota al calce

El Senado de Estados Unidos aprobó hoy miércoles una iniciativa para reabrir de inmediato el gobierno y permitir que funcione al menos hasta el 15 de enero de 2014, además de aumentar el techo de la deuda hasta el 7 de febrero. Ahora sólo resta su aprobación en la Cámara de Representantes esta misma noche para que el proyecto sea publicado y el gobierno federal estadunidense reabra mañana jueves, luego de un cierre parcial desde el pasado 1 de octubre.- Xalapa, Ver., octubre 16 de 2013.

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Pulso crítico

J. Enrique Olivera Arce

 No hay peor consejero que un estómago vacío. En las condiciones de deterioro económico, distensión del tejido social y un régimen político decadente y superado por la realidad,  el horizonte acusa nubarrones que podrían devenir en tormenta. 

Atendiéndose más a ilusorias panaceas, que a poner freno a la descomposición que permea en todos los órdenes de la vida nacional, el Congreso de la Unión, como en los viejos tiempos hoy reciclados del presidencialismo autoritario, legisla al vapor por mayoriteo y por consigna; sirviéndole la mesa al titular del ejecutivo que, obcecado, avanza en la imposición de reformas anti populares y cada vez  más alejadas de soluciones concretas a escollos estructurales de fondo. 

No obstante estar demostrado que el blindaje ofrecido por una supuesta fortaleza macro económica no es tal, se borda en lo accesorio, ignorándose lo sustantivo: dar viabilidad hoy al país para afrontar  la crisis sistémica globalizada.  

Antes al contrario, se persiste en sostener con maltrechos andamiajes un modelo de desarrollo que socavando el orden microeconómico, ni ofrece rumbo cierto lo mismo en la coyuntura que en el largo plazo, ni expectativas de progreso para las mayorías.  

Modelo que en el marco de la simulación y corrupción crónica, exhibe improvisación, vulnerabilidad e imprevisión. Mostrándose incapaz  para afrontar con relativa eficacia el evidente avance del deterioro que con carácter multidimensional,  trastoca horizontal y verticalmente la vida económica y social en la totalidad de la aldea global.  

Desde 2008 expertos, analistas y estudiosos del más alto nivel en México,  han insistido en advertir del riesgo que para México representaba el derrumbe de la burbuja financiera con repercusiones en la economía mundial, que daba lugar a una crisis sistémica que lo mismo afectaba a los llamados países del primer mundo que a los periféricos, pasando por los llamados emergentes. 

No se les ha escuchado. Para Calderón lo sustantivo era la guerra contra el crimen organizado y, en los ocho meses de la administración de Peña Nieto, la prioridad para este es trascender a la historia como el gran reformador.  

Para el gobierno y clase política en general, las advertencias pasaron desapercibidas. Se minimizó el fenómeno global y se confió en un blindaje más de papel que real, concentrándose en tareas partidistas y electoreras. 

En Veracruz, quien esto escribe, haciéndose eco de tales advertencias, en solitario así lo expresó. La entidad no podía ni debería seguir durmiendo el sueño de los justos en torno a una ilusoria bonanza, ignorando ser parte de un todo nacional que ya acusaba los primeros efectos de la crisis;  pretendiendo el gobierno en un increíble desplante de autosuficiencia y triunfalismo mediático convencer de que aquí no pasa nada, sin parar mientes en las consecuencias de no tomar las providencias exigibles.  

El sexenio de Herrera Beltrán concluyó dejando a Veracruz de rodillas. El Sr. Dr. Javier Duarte de Ochoa, viene dando continuidad al triunfalismo sin sustento superando a su antecesor y, dando por hecho que gracias a un endeudamiento sin precedentes la prosperidad había sentado sus reales en la entidad. 

El tiempo, lamentablemente da la razón a quienes se les calificara como “agoreros del desastre” No hay forma de eludir los efectos de la crisis ni en el corto plazo modificar el rumbo. Ya están aquí, no se tomaron previsiones y hoy tanto en el ámbito nacional como un todo, así como en Veracruz uno de los eslabones más débiles de la cadena, se pagan las consecuencias.  

Con más del 50 por ciento de la población en condiciones de pobreza, con el 60 por ciento de la economía en la informalidad y con expectativas de empleo en el corto y mediano plazo que, a decir del secretario del trabajo, “se esfuman” con más de 200 mil puestos de trabajo que se perderán en el 2013, México acusa los efectos de la imprevisión y la simulación. 

La economía está estancada y en franco retroceso. La previsión de su crecimiento para el presente año pasó del 3.5 al 1.8 en la visión más optimista al confirmarse la desaceleración por parte de la Secretaría de Hacienda y el INEGI  Para los pesimistas apenas alcanzará el 0.5.  

Los efectos del deterioro en Estados Unidos y Europa, se trasladan a México por la vía del comercio y la especulación financiera. Ante una reducción de la demanda real, sus gobiernos privilegian mercado interno, estimulando a sus propios productores y consumidores. Las exportaciones para nuestro país se achican ante la contracción de nuestros tradicionales nichos en el mercado exterior y, la importación de bienes de consumo generalizado se ven incrementados ante la incapacidad manifiesta de México para asegurar soberanía alimentaria y crecimiento de la planta productiva.  

Como corolario, el poder real de compra del raquítico salario de los mexicanos se mantiene congelado, siendo notablemente insuficiente para incentivar empleo, consumo y producción en el mercado interno. 

En tanto que en el terreno de la especulación financiera, los capitales domésticos e internacionales van tras mejores condiciones de rentabilidad, fugándose de un México que no ofrece seguridad y rumbo cierto. 

El blindaje se concentró en la macro economía. Hoy la inflación y las políticas monetarias exhiben su vulnerabilidad en tanto que la micro economía, ignorada,  paga las consecuencias de la imprevisión cebándose en las capas más desprotegidas de la población. 

Para el secretario de hacienda, tras reconocer el desempeño mediocre de la economía, asegura que el crecimiento se reactivará en el segundo semestre del año, requiriéndose de un esfuerzo extraordinario en el gobierno y en la llamada sociedad civil. Para el Sr. peña y sus aduladores, sin decir cuando y como, las reformas presuntamente estructurales nos sacarán del bache. El compartir la renta petrolera con el capital privado, venga de donde venga, es la panacea.  

¡Vaya paradoja! En el medio de la mediocridad,  menor disponibilidad de la parte proporcional de la renta que PEMEX entrega al gobierno, mayores posibilidades de inversión pública y reactivación de la economía.  

Bien podemos esperar sentados con el estómago vacío, que fructifique  la ilusoria prosperidad que el presidente anuncia a bombo y platillo, ofreciendo para mañana lo que hoy no pasa de ser un buen deseo.  

El horno no está para bollos, anuncian cada día mayor número de “agoreros”. El descontento, frustración y hartazgo frente a un régimen político que construye castillos de naipes ignorando la realidad real, al igual que la crisis global ya está tomando cartas de naturalización entre las mayorías. Ya no son síntomas de deterioro y descomposición social, son  llagas a flor de piel de un país enfermo que la clase política, en todos sus niveles ignora y se resiste a ver. 

Gobierno federal y los correspondientes de las entidades federativas y el D.F., ya no administran los conflictos, resguardando Estado de derecho, seguridad y paz social; rebasados por una realidad que no controlan, su papel hoy se reduce al de bomberos  apagando fuegos que amenazan con incendiar toda la pradera.  

Y así, mientras México se debate entre la desaceleración, amenaza de recesión, devaluación y desempleo galopante, el estómago vacío de millones,  actúa como un pésimo consejero incitándole a la rebeldía. En este escenario, el próximo domingo Enrique Peña Nieto rinde su primer informe de gobierno.  

La pregunta obligada es: ¿aprobará ante el Pacto por México su aún gris desempeño?  Porque ante las mayorías  todo indica que saldrá reprobado.

Hojas que se lleva el viento

 ¿Estará enterado Alberto Silva Ramos, secretario de desarrollo social en Veracruz que en Xalapa, capital del estado, subsisten  mayor número de personas en condiciones de pobreza extrema que en los municipios de La Perla, Calcahualco, Mecayapan, Mecatlán, Filomeno Mata, Mixtla de Altamirano, Zontecomatlán, Ilamatlán y Aquila?.-  Xalapa, Ver., agosto 28 de 2013.

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