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Pulso crítico

J. Enrique Olivera Arce

La terca realidad no nos desmiente. La crisis de un  régimen presuntamente democrático sustentado en un racimo de partidos que conforman lo que ya se etiquetó como partidocracia, tiempo ha que tocó fondo, exhibiendo públicamente sus miserias ante una ciudadanía que ya no se da por sorprendida.

La pugna facciosa al interior del PRI está al desnudo, el ignominioso ejemplo del príncipe de la basura en el D.F.,  es apenas la punta del iceberg de lo que a nivel nacional se vive en la estructura del tricolor; Veracruz no es la excepción como ha quedado ampliamente demostrado con la imposición -contra la opinión generalizada de la militancia- de Elizabeth Morales al frente del Comité Directivo Estatal.

Éste ejemplo no es privativo del PRI, en todo el sistema partidista se da, ningún instituto político con registro vigente se salva de la descomposición moral y política, corrupción, tráfico de influencias y simulación que hoy exhibe el PRI, con la diferencia de éste último que bien se ha venido guardando de exhibir sus trapitos al sol presumiendo de unidad al interior de sus filas, hasta ahora.

Lo cual no obsta para que conste ante la opinión pública que la descomposición del partido gobernante responde a un proceso permanente de corrupción, impunidad y gatopardismo. Ejemplos de ello sobran lo mismo entre dirigencias que entre presidentes de la república, gobernadores y legisladores.

Quien esto escribe se sumó oportunamente a la percepción de la profundidad de la crisis del régimen caduco que hoy la realidad pone al descubierto:

Septiembre 7 de 2010.- ¿Partidos políticos en crisis?

“Corrupción, impunidad, enriquecimiento más que explicable, demagogia y más de lo mismo, es la respuesta de los partidos políticos al cumplimiento del deber cívico y obligación ciudadana frente a las urnas. La voluntad popular  es desechada pasada la elección y el mandato ciudadano toma la forma de cheque en blanco, a disponibilidad arbitraria de los elegidos que habrán de actuar atendiendo a los intereses del partido político que les postulara.”

Octubre 25 de 2011.- México. El sistema político nacional toca fondo

“Los partidos políticos dejaron de ser funcionales a la par que el estado de derecho es letra muerta en México. El imperio de la ley no aplica para el sistema político vigente; prevaleciendo la “ley del embudo” que se maneja sin excepción al libre albedrío en todas las instancias partidistas…”

Enero 15 de 2013.- ¿Qué fuerzas políticas moverán a México?

“Aparentemente todo cambia con el PRI nuevamente en el gobierno de la república, la verdad es que todo sigue igual en un régimen de partidos políticos parchado que, en su carácter de partidocracia de hecho, se asume como  rector de la vida nacional. Ni vencedores ni vencidos, todos son iguales, todos se tapan con la misma sábana.”

Abril 4 de 2013.- Peña Nieto y la crisis partidaria

“La crisis partidista no es solo de credibilidad. Puede observarse, sin temor a equivocarse, que también es orgánica y de racionalidad instrumental. Tres lustros de inmovilidad en los procesos de alternancia y transición democrática, desarmaron fines y razón de ser del sistema de partidos en México…”

Abril 29 de 2013.- El ocaso de los partidos políticos en México

“Ayuno de credibilidad y si identificado como una partidocracia parasitaria, el sistema de partidos para la ciudadanía es hoy más un estorbo que vía para el diálogo y concertación entre gobierno y sociedad…”

No estábamos del todo equivocados.

Hay muertos que no hacen ruido…

El tricolor a lo largo de su historia supo más o menos guardar la basura bajo la alfombra, cuidando las formas exigidas por su carácter hegemónico apareciendo en público como  un partido monolítico, sin fisuras ni rupturas. En eventos previos a la elección presidencial de 1988, quedó demostrado  lo contrario, la candidatura de Cuauhtémoc Cárdenas lo puso al descubierto auspicio desbandada y pérdida del control clientelar, iniciando una debacle de la que el PRI aún no se repone.

Hoy día, en un México diferente con una sociedad plural mejor informada y con mayores condiciones para la participación ciudadana, está demostrado que el PRI ni es monolítico ni es ya referente hegemónico de la vida política nacional, sobreviviendo de la simulación y la corrupción político- electoral.

Para el pueblo todos son iguales

Si en su momento por su carácter tribal el PRD mostrara ser el eslabón más débil entre los tres partidos mayoritarios de la cadena de un régimen caduco, exhibiendo división, guerra fraticida, encono y vulgar telaraña de intereses particulares y de grupo, en el presente con el ilegítimo mandato de Enrique Peña Nieto, el llamado pacto por México y la aprobación de presuntas reformas estructurales, tanto el PAN como el PRI ponen de manifiesto que no hay diferencia entre unos y otros, contribuyendo los tres a la profunda descomposición política del régimen que deviene en crisis y que, por su peso específico en la conducción de los destinos del país, arrastra consigo a toda la sociedad.

No teniendo cara para pretender seguir secuestrando a la democracia representativa y voluntad popular, los tres partidos mayoritarios divididos y polarizados a su interior, se desgarran las vestiduras ofreciendo el compromiso de cambiar para bien. Vano esfuerzo mediático, si como el Ave Fénix aspiran a renacer de entre las cenizas, su naturaleza lo impide. Así como nacieron entre corrupción y simulación democrática, así los mexicanos esperan pasen a mejor vida cediendo el espacio a una auténtica representación de la voluntad ciudadana.

Hojas que se lleva el viento

“El influyente diario The Washington Post se refirió a la drástica caída en los niveles de aceptación del gobierno del priista Peña Nieto. La clase media en México, expuso el periódico de la capital estadounidense, ha visto cómo los impuestos se elevan, la gasolina es más cara y también las bebidas gaseosas, casi la mitad del país se mantiene en la pobreza y la confianza del consumidor va en picada, junto con otros indicadores que muestran que a los más pobres les está yendo peor que nunca con el actual Presidente. El mayor problema es el crecimiento débil de México. El año pasado, la economía del país creció a sólo 1.1 por ciento, muy por debajo de la meta de crecimiento del 5 por ciento que Peña Nieto estableció cuando se postuló para Presidente”  ( ADN sureste 15/04/2014).

Apreciación del Washington Post que anida desde endenantes en el imaginario colectivo de los mexicanos. Alguien no está haciendo bien la tarea y este podría ser el súper secretario de hacienda Luís Videragaray Caso, que la mayor parte del tiempo se la pasa en campaña nacional e internacional promoviendo las inciertas bondades de las reformas peñistas y descuidando el apuntalar un mercado interno en constante deterioro. Sin consumo efectivo de los mexicanos no hay condiciones para la inversión, nuevos empleos, ahorro y crecimiento y esto, el flamante economista mexiquense parece ignorarlo ocupado como está en justificar lo injustificable de la alquimia neoliberal del Sr. Peña.

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Pulso crítico

J. Enrique Olivera Arce

Verdad de Perogrullo en el seno de la rama de fabricantes de botanas de  CANACINTRA: “… un impuesto que no consideramos justo se transferirá al consumidor final, que se convertirá en afectado solidario”.

Ni descubren el hilo negro ni se apartan de la verdad. A eso se reduce el “barco de gran calado” como se calificara a la propuesta de reforma hacendaria del Sr. Peña que, por mayoriteo simple terminando en miscelánea fiscal,  aprobara vía fast track el Congreso de la Unión el pasado jueves.

Otra vez, víctima de la simulación, el pueblo de México deberá registrar en su memoria una raya más al tigre en el inacabable proceso del gatopardismo nacional.

Tras la modificación en el Senado de la minuta que aprobara la Cámara baja en primera instancia, por disciplina lacayuna y mayoriteo del PRI, PRD, PVEM y Panal, en 20 minutos, si 20 minutos, los diputados leyeron, analizaron ajustes y modificaciones aplicadas por los senadores y, sin cambiar una coma, aprobaron en el pleno  la miscelánea fiscal turnándola de inmediato al ejecutivo para su promulgación.

El afectado solidario, sin voz ni voto en una democracia representativa que en los hechos no es tal, como siempre será quien pague la factura de la aventura hacendaria de la mancuerna Peña-Videgaray.

Estruendoso ramillete de cambios para seguir igual o peor que endenantes, es la percepción generalizada objetivada en el bolsillo de los consumidores.

Nada importa si el impuesto es progresivo, debiendo pagar más no quienes más ganan  sino quienes mayores ingresos declaren. Más temprano que tarde tal obligación tributaria descansará vía precios e impuesto al consumo en el afectado solidario -usted, yo, todos-, incluida la mayoría de aquellos causantes cautivos que seguirán contribuyendo con un ISR del 30% y lo que se acumule por concepto del impuesto al valor agregado por los drinks  y la botana sabatina.

No hay purrumm

Por lo demás,  de lo demás de la miscelánea fiscal aprobada, al afectado solidario “ni le perjudica ni le beneficia, sino todo lo contrario”. En el amplio mundo de la simulación unos harán como que cobran y otros como que pagan,  que para eso se prevé  más deuda pública, quedando siempre la alternativa para tapar hoyos de hincarle más el diente al petróleo que es de todos.

El gobierno aprieta y el afectado solidario flojito y cooperando, a su modo y a su real entender. A mayor obligación impositiva,  más amplios los caminos de la informalidad y la evasión, hasta donde el país y la paciencia ciudadana aguanten.

Por cuanto al presupuesto de egresos, con la misma tónica, más recursos para el gobierno y pese a lo asentado en el papel, menos beneficios para la población. Cambiando para seguir igual, en eso termina la “reforma estructural hacendaria”,  que a bombo y platillo anunciara el Sr. Peña, su partido y la morralla satelital y que la partidocracia tijereteara por consigna,  respondiendo a la presión no de los electores -estos le son irrelevantes-, sino del eficaz desempeño del cabildeo en lo oscurito de unos poderes fácticos que tras un simulado desgarre de vestiduras, no lograran ocultar quién es el que en realidad mece la cuna.

Lo que sigue

La partidocracia mostró el cobre una vez más, exhibiendo por anticipado el escenario dentro de cuyo tinglado habrá de aprobarse por la misma vía y por los mismos cauces, la esperada reforma energética ya cocinada en el llamado pacto por México.

 Sin embargo, este sainete algo deja. La farsa legislativa no pasa desapercibida. Ello debería ser suficiente para contribuir al enriquecimiento de la toma de conciencia de la necesidad de un cambio real  en aquellos que entre las mayorías aún no les cae el veinte.

Está quedando claro que las llamadas reformas estructurales en nada modifican y si profundizan el peso específico de los escollos estructurales históricos que nos condicionan a no salir del subdesarrollo, como la desigualdad y pobreza, corrupción gubernamental   y economía informal.

Más de uno estará obligado a  preguntarse:

 ¿Qué necesidad entonces de polarizar al país con un falso debate?

¿Qué necesidad de agitar el avispero agudizando y profundizando división y encono entre los mexicanos?

En el desconocimiento de la realidad nacional en un mundo convulsionado y la imprevisión, simulación y gatopardismo de una representación popular espuria, así como el afán del Sr. Peña de quedar bien a cualquier costo con los poderes fácticos trasnacionales, están las respuestas y en ello debería ponerse el énfasis en la crítica social y política.

México no puede mantenerse por el mismo camino, sin rumbo cierto y sujeto a la cortedad de miras de partidos políticos sustentados en la simulación, engaño e intereses inconfesables.

Ahora que si esta demostración de cinismo pragmático no contribuye a una mayor toma de conciencia sobre la necesidad urgente y necesaria de la democratización del país, entonces, nada hay que hacer sino esperar a que el proceso de maduración de la sociedad mexicana se tome su tiempo. Más tarde o más temprano se abrirán los ojos y se actuará en consecuencia; no se puede aceptar que el masoquismo social sea eterno ni es sano cruzarse de brazos ante un síndrome que se combate con participación ciudadana responsable.

Hojas que se lleva el viento.

Con un bien documentado artículo,  la Dra. Zaida Alicia Lladó Castillo contribuye al debate sobre la bondad o inconsecuencia de la aprobación de la miscelánea fiscal por el Congreso de la Unión. Bajo la óptica priísta, nos dice: “Ni todos rabones ni todos coludos”, refiriéndose a la homologación del IVA en las zonas fronterizas, argumentando que “…tasar parejo el IVA del 16 % a todo el territorio nacional, es sano, porque se eliminan las diferencias y nos obligan a todos a pagar los impuestos de manera equitativa”.

De primera intención en teoría es aceptable su argumentación, el cumplimiento de la ley y, por ende, las obligaciones para con el fisco, nos igualan; ni mexicanos de primera ni mexicanos de segunda, independientemente de nuestro lugar de residencia. Sin embargo reflexionando sobre el asunto en cuestión, quien esto escribe disiente de tal razonamiento, no se pueden tratar como iguales a los desiguales.

Si algo nos caracteriza como Nación, es la profunda desigualdad que históricamente nos ata al subdesarrollo. Nos guste o no, la terca realidad de manera perenne nos echa en cara el lastre de la una desigualdad que se hace acompañar por la pobreza endémica en más del 50% de los hogares de este país, confirmando no solamente que coexisten mexicanos de primera y de segunda, sino incluso de tercera o cuarta en la escala social y económica de un México que no ha sabido o no querido afrontar esta penosa situación.

No es lo mismo una entidad federativa “próspera” atractiva para la inversión y polo de desarrollo industrial a decir de su gobernador, como Veracruz, que otra con mayoría poblacional indígena eminentemente agraria con economías precarias.

De acuerdo con el listado de municipios que nos proporciona la Dra. Lladó Castillo, y que se verán afectados por la homologación, se nos da la razón; en un país con crecimiento económico regional y desarrollo humano históricamente desigual, la gran mayoría de los municipios fronterizos son enfermizamente pobres, algunos hasta miserables e incluso en aquellos como Benito Juárez o Solidaridad en Quintana Roo, asiento de Cancún y la Riviera Maya, la población beneficiaria del turismo y servicios conexos es mínima comparada con la radicada en los cinturones de miseria que circundan a esos desarrollos.

Luego la premisa de la que parte  en su argumentación la distinguida académica, carece de sustento. Entre rabones y coludos frente a un impuesto inequitativo, injusto e indiscriminado que llegó para quedarse, hay una enorme distancia. Lo demás viene por añadidura.

-ooo-

Don Javier Duarte de Ochoa ajeno al sentir popular,  que se sale con la suya. Juan Nicolás Callejas Arroyo, corrupto exponente de la burocracia sindical magisterial, como diputado plurinominal del PRI estará al frente del Congreso del Estado.  “El gobernador soy yo” y bajo esta condición, paga facturas pendientes premiado corrupción e impunidad poniendo la iglesia en manos de Lutero.

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Pulso crítico

J. Enrique Olivera Arce

Hay tiempos para llorar y tiempos para reír. El movimiento contestatario del magisterio ríe y el gobierno de Veracruz carga con la derrota, si no de la guerra si de una de las tantas batallas agendadas por los mentores  en rebeldía.

Así se percibe desde la calle. La estrategia para enfrentar el conflicto magisterial en la entidad, además de incongruente resultó fallida desde sus inicios. Hoy la administración pública veracruzana está rebasada e incapacitada para frenar un movimiento social que no “sabe de razones”.

No le cae el veinte. Se sigue pensando y, en consecuencia actuando con auxilio de la prensa oficialista, a partir de la idea de que la movilización magisterial infiltrada por activistas oaxaqueños se reduce a un grupo minoritario de profesores revoltosos, y que a la opinión pública se le puede engañar con expresiones infantiles de arte escénico, como la protesta de “terceros afectados”, beligerancia de padres de familia, mesas de diálogo con liderazgos cuestionados, o bien,  la farsa mediática montada por el secretario de gobierno en la toma de la presa Yuribia para su posterior y oportuna solución por la vía del diálogo, muy al estilo del viejo PRI.

Las cosas no son tan así de simples.

Mar de fondo

El movimiento magisterial sigue  haciendo lo suyo en todo el país. Quienes simpatizan con los mentores, aprenden el camino. Nada con las reformas neoliberales. Y las autoridades se niegan a escuchar, optando por el camino cómodo de la descalificación y  represión.

Luego no cabe echar las campanas al vuelo por el hecho de que la mayoría de los mentores en la entidad, considerados dóciles y bien portaditos, regresan a cumplir con su tarea en las aulas ante las amenazas de descuentos y despidos, cuando todo indica que en la coyuntura el retorno parcial a clases en la entidad tiene mar de fondo, no dejando de ser un estudiado retroceso táctico y no derrota de un  movimiento magisterial que se reagrupa, fortalece su organización, depura liderazgos, en el camino gana más adeptos, afina estrategias de lucha  y se prepara para nuevas batallas.

Razón de más para preocuparse, el hecho de que con fundamento en la reforma educativa, al gobierno de Veracruz se le priva de recursos frescos con el retorno al viejo esquema centralizado del pago de la nómina magisterial y retención de cuotas sindicales. Perdiendo capacidad de control y de maniobra para mantener la iniciativa frente a la movilización social del profesorado.

Y esto no es todo. Si se pensó en su momento -y así se orquestó en una mayoría de medios de comunicación- que la movilización del profesorado era en contra de “la evaluación” que contempla  la reforma educativa en sus leyes secundarias, al paso de días y semanas ha quedado claro que las banderas agitadas por los mentores rebasan el ámbito de los trabajadores de la educación, para ubicarse en un nivel superior de reivindicaciones y demandas ciudadanas  que, ante el ramillete de reformas presuntamente estructurales que promueve el gobierno federal a cargo del Sr. Peña, justificadamente vienen cobrando presencia en la calle.

Otros movimientos sociales de obreros, campesinos, indígenas y de una clase media empobrecida se radicalizan y velan armas, dispuestos en una coyuntura que les es favorable a sumarse en la entidad al movimiento de los mentores inconformes.

Esto último, razón más que suficiente para entender que son tiempos de llorar y no de soberbio triunfalismo.

Balance

Si se entendiera en su contexto más amplio, el gobierno de Veracruz tendría que aceptar que en un combate de escaramuzas, planeado y bien organizado, el retroceso táctico es señal inequívoca de que por ahora si bien el magisterio movilizado no ganó la guerra, si hasta ahora ha ganado sus primeras batallas.

El frágil estado de derecho ha sido puesto a prueba, exhibido y cuestionado en Veracruz. Todo el peso de la ley a los mentores en protesta, impunidad y premiación a los delincuentes que en contubernio implícito y explícito con autoridades, traficando con plazas y manejo en beneficio propio de cuotas sindicales, son exhibidos por la misma prensa que se desgarra las vestiduras satanizando a los mentores movilizados.

La legitimidad de la democracia representativa en el Congreso local ha sido derrotada. La aptitud y actitud de los diputados frente al magisterio movilizado ha sido exhibida como ineficaz y ajena a los intereses populares, por decir lo menos.

Y con ello la representatividad de partidos políticos y liderazgos caciquiles espurios, rebasados por una realidad inobjetable de participación y búsqueda de democratización desde las bases; el control clientelar ejercido desde el PRI-gobierno y el SNTE sobre  los mentores veracruzanos, está deteriorado y en vías a perderse.

Y ni qué decir del PRD,  con su renuncia tácita a rescatarse a sí mismo como referente de la izquierda electoral al dar la espalda al proceso democratizador del magisterio.

Por encima de la falsa y monolítica unidad de la clientela, se ha impuesto el carácter plural, ideológico, político y social del sector educativo. La lucha de clases no está muerta,  se hace presente entre el profesorado.

Las clases medias por voz de micro y pequeños empresarios, maestros universitarios y burócratas, ya hablan por sí y al margen de los organismos cupulares que identificándose con objetivos y propósitos gubernamentales, se muestran  como ajenos al interés más general de sus agremiados.

Paso en falso

Como el que ve llover y no se moja, el gobierno de Veracruz no se hinca al paso de la procesión, dando por ganado lo perdido. Sólo así se explica el que se persista en imponer a Juan Nicolás Calleja como líder del Congreso local en la próxima Legislatura del estado. Sin entender que ello es provocación innecesaria e inoportuna, así como paso en falso frente a un movimiento que le rebasa en iniciativa y propósitos socialmente democratizadores y, aún peor, ante el presidente Peña que ya no quiere queso, buscando salir de su propia ratonera.

No se quiere entender que el Veracruz de hoy no es el mismo de cuyas vivencias al ejecutivo alimentan cortesanos y asesores. Son otros tiempos, tiempos para llorar y no de reír y vanagloriarse ante batallas perdidas a las que seguirán en adelante otras no menos cruentas.

Tiempos para el magisterio también, no de triunfalismo y soberbia, dos pasos atrás son propicios para la reflexión consecuente del camino andado, de la autocrítica y humilde aceptación de errores y aciertos, limitaciones y excesos, con visión de futuro.

No está de más recordar que del plato a la boca suele caerse la sopa.

Xalapa, Ver., Octubre 20 de 2013

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Pulso crítico

J. Enrique Olivera Arce

El saldo trágico que nos deja el embate de la naturaleza que, en esta ocasión tomara a nuestro país entre dos fuegos, con “Manuel “en el Océano Pacífico e “Ingrid “en el Golfo de México, es una señal inequívoca más de lo que nos espera con un cambio climático que, pese a todo lo que se dice,  no sólo es resultado de la caótica y desenfrenada carrera de la sociedad humana en pos de la ganancia y acumulación de riqueza. Otros factores, el posicionamiento del planeta en el espacio sideral entre los más destacados, inciden en un fenómeno irreversible y casi imposible de prever en sus efectos y consecuencias.

No se puede dar marcha atrás en lo que no está en manos humanas resolver. Frente al cambio climático y el calentamiento global, sólo queda el prepararse en todo tiempo para mitigar sus efectos.

De ahí la importancia y tarea ineludible de la previsión. Entre mejor estemos preparados para afrontar lo que la naturaleza nos depara, menores serán los daños y tragedias como la que hoy se vive en México.

Insisto una vez más, las medidas reactivas frente al desastre, ex post y no antes, nunca han sido suficientes. Cuanto más en los tiempos que corren y los que a futuro se vislumbran.

Sin una cultura de previsión que compete por igual a los gobiernos que a las poblaciones, nunca dejaremos de estar expuestos a las pérdidas de vida y de haciendas. Así como tampoco los recursos disponibles para paliar los daños y reconstruir serán suficientes frente a la magnitud de los desastres.

Más vale prevenir que lamentar, nos dice la sabiduría popular y, sin embargo, hacemos caso omiso a tal conseja. Por comisión u omisión, siempre a la espera de lo peor, no hacemos nada por tomar providencias privilegiando la cultura del lamento, siempre a la zaga en la administración de daños y siempre culpando a otros de nuestra tragedia.

Es por ello que la protección civil, como se denomina a la acción de gobierno para preservar vidas y bienes materiales, debería entenderse como una tarea cotidiana y permanente de toda la sociedad, y no únicamente como obligación gubernamental.

Ejercicio social que debería sustentarse en información, participación, iniciativa y organización a todos los niveles. Lo mismo en los tres órdenes de gobierno que en el resto de la sociedad, tanto antes como durante y después de las contingencias a enfrentar. Esto no es nada nuevo, países como Japón lo tienen puesto en práctica y dan ejemplo al mundo de ello.

El que un pueblo adquiera tal cultura de la prevención no es resultado de la espontaneidad, ni respuesta individual a una necesidad vital. El promoverla, desarrollarla y consolidarla deviene de la acción de gobierno como autoridad normativa y ejecutiva. En México la cultura de la prevención del riesgo brilla por su ausencia, es un desastre anunciado  y en iguales términos, se encuentra en todos los niveles de gobierno.

Ante el desastre las acciones son reactivas, a posteriori e insuficientes por parte de la población civil y, lamentablemente, ejercicio de simulación ineficaz por parte de las autoridades, como es dable observarlo tras el impacto del fenómeno meteorológico en suelo nacional.

Lo cómodo es atribuirle al señor que está en los cielos el castigo divino. O bien, satanizar aquello que la naturaleza tiene e bien otorgarnos en mal momento. Lo más grave, es el que las autoridades se desentiendan de su tarea preventiva y sin más, afirmen que las muertes registradas son consecuencia del descuido de los propios fallecidos o irresponsabilidad por asentarse en sitios de alto riesgo.

Nadie en los tres órdenes de gobierno asume su responsabilidad. Si existen comunidades enteras asentadas en lugares de alto riesgo, ¿qué autoridad oportunamente lo evitó? Como bien lo señala el politólogo veracruzano Alfredo Bielma, corresponde a las autoridades municipales el delimitar los espacios habitables y autorizar permisos de construcción.

¿O no acaso se vierte verborrea oficial hablando de la existencia de mapas de riesgo y protocolos de prevención? ¿Dónde está ubicado el riesgo y a quién compete administrarlo?

Interrogantes sin respuesta, aunque cabe por sentido común sobreentender que corresponde a la corrupción y abulia oficial el determinar el qué y donde espacialmente,  existe riesgo en sus diferentes magnitudes.

Los usos y costumbre a valores entendidos mandatan la imprevisión. La vista gorda de las autoridades propicia la mayor o menor magnitud del desastre. La cultura de la prevención, impedida por intereses creados. O bien, por necesidades de la gente no atendidas con oportunidad.

Las señales son claras, no se puede ni deben ser  ignoradas. Prevenir más que lamentar es la tarea. Claro, si el miedo que el gobierno le tiene a la participación y organización ciudadana lo permite.

Hojas que se lleva el viento

Lo señalaba, la democratización de la vida sindical no tardaba en presentarse como reivindicación en la lucha que mantiene el movimiento magisterial. Por lo pronto, aquí en Veracruz ya está inscrita en el cuestionamiento del líder moral de la Secc. 32 del SNTE y su estirpe.

No es el sindicato el responsable de corrupción e impunidad, son los charros sindicales que se han enriquecido a costillas del proceso educativo y de los trabajadores de la educación  y son estos últimos a los que se les quieren cobrar los platos rotos.- Xalapa, Ver., septiembre 25 de 2023.

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Pulso crítico

J. Enrique Olivera Arce

Se ha empleado mucha tinta lo mismo en atacar y descalificar que en defender los motivos por los que el magisterio se opone a la llamada reforma educativa y sus leyes secundarias generando un movimiento que,  rebasado ya su carácter gremial, incursiona en los terrenos de una movilización social de mayor amplitud, contenido e impacto político.

Hasta ahora, a mi entender, el debate si es que se le puede llamar así a un maniqueo enfrentamiento entre lo que es justo o injusto tanto en lo asentado en la reforma constitucional y sus leyes secundarias como en las demandas del magisterio, se ha centrado en los alcances de una modificación al marco jurídico con la que presuntamente se pretende impulsar a la educación en México.

Maniqueísmo en el que se ampara otra dicotomía: la procedencia o improcedencia de la libertad ciudadana de manifestarse causando “daño a terceros” a consecuencia de marchas, plantones y bloqueos -como los que ha dado lugar la protesta magisterial-, siendo ello pretexto para que con el aval y simpatía de los poderes fácticos, la autoridad haciendo valer el monopolio de la fuerza, tome partido presuntamente en defensa de los derechos de terceros afectados.

Todo enmarcado en una premisa, justificada por unos y combatida por otros.

El Estado debe recuperar la rectoría del proceso educativo y si el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), a la vista de todos es el principal obstáculo para avanzar en el logro de propósitos de eficiencia y calidad, adelante a cualquier costo con reformas legales que apunten en esa dirección, afecte  o no los derechos sociales y laborales  del gremio magisterial.

A ello se circunscribe la postura del gobierno federal. Dándosele al conflicto el carácter explícito de una confrontación entre propósito del Estado mexicano e intereses gremiales del magisterio,  que atañe por tanto únicamente a este último.

No obstante, a mi juicio se pasa por alto que tras lo explícito de un conflicto de intereses y conveniencias, está latente otro no explícito, de mayor envergadura e intensidad que no se quiere ver y que debería ocupar el primer plano en la atención y preocupación de la sociedad, como lo es el que la movilización magisterial, su persistencia y su hasta ahora autonomía, exhibe y es catalizador y canalizador de la frustración, descontento y hartazgo de la mayoría empobrecida de este sufrido país.

El movimiento magisterial no habría alcanzado su actual nivel sin una base social de apoyo, ni la Coordinadora Nacional de trabajadores de la Educación (CNTE) habría rebasado los límites de su lucha por la democratización del gremio más allá del estado de Oaxaca, si lo que reivindican en sus demandas no calara en otros sectores mayoritarios de la población, que ven reflejadas en la movilización magisterial viejas reivindicaciones no atendidas de orden económico, político o social, que tienen que ver con necesidades reales y sentidas no satisfechas y si anidadas en el caldo de cultivo de un país con más del cincuenta por ciento de su población en condiciones de pobreza y pobreza extrema y,  colateralmente con un presidente de la República que cargando con el estigma de haber llegado al cargo mediante trampas y corruptelas, no logra legitimarse ante el pueblo que gobierna.

Las mayorías abren los ojos

Así, mientras los reflectores están puestos en un conflicto manifiesto y explícito referido a lo específico –justo o no-  de la demanda magisterial, el conflicto latente  no explícito crece, se asoma tímidamente a la superficie y ya va por lo suyo.

Como respuesta al “no hay marcha atrás en las reformas” del presidente Peña, lo que se puede observar en las crecientes muestras de solidaridad y respaldo a los mentores movilizados por parte de diversos  y disímbolos sectores de la población aparentemente ajenos a las reivindicaciones particulares agitadas por los maestros, es la concordancia y confluencia de descontento y protesta social en torno a la posibilidad de un amplio frente cívico popular en contra de políticas públicas de ajuste -llamadas estructurales- que impulsa el régimen del Sr. Peña.

Los tiempos cambian y la sociedad también. Las circunstancias que permitieran a Calderón Hinojosa eliminar de un plumazo a la Compañía de Luz y Fuerza y al Sindicato Mexicano de Electricistas ya no son las mismas, las mayorías abren los ojos y actúan en consecuencia.

No se vale, dicen los priístas, fuerzas oscuras ajenas al magisterio atizan la hoguera; no se debe permitir la injerencia de agitadores y movimientos ajenos en las filas magisteriales; debe aplicarse todo el peso de la ley a quienes actúan en perjuicio de terceros. Descalificando lo mismo a “los hijos de Morena”, que a las diversas organizaciones que se suman al movimiento magisterial, a sabiendas o sin entender el que y cómo de un conflicto latente y profundo que viniendo de muy atrás cuestiona estructuras económicas y sociales que no se corresponden con el deseable bienestar de las mayorías y, entre otras cosas, demanda colocar al PRI en el basurero  de la historia.

A este conflicto latente y no explícito, es al que hay que poner atención,  nos atañe a todos.

La protesta gremial del magisterio es coyuntural, el otro que ya aflora tiene carácter estructural actuando sobre las relaciones sociales y modificando la correlación real y equilibrio de las fuerzas políticas; apuntando a cambios profundos que nada tienen que ver con la simulación y gatopardismo de un régimen corrupto que marcha de espaldas a la Nación.

Hojas que se lleva el viento

Lamentables los efectos del impacto de “Manuel” e “Ingrid” en suelo mexicano. Nada más doloroso que la pérdida de vidas y las magras haciendas de los que menos tienen, sea cual fuere el motivo, causa o razón. Lo vergonzoso del caso es que las autoridades “satanicen” lo mismo a la naturaleza que a las víctimas de la perturbación climática, para pretender ocultar improvisación, corrupción y una absoluta falta tanto de previsión como de sensibilidad social y política como lo evidenciara el Sr. Dr. Javier Duarte de Ochoa, gobernador de Veracruz, al montar en cólera frente a demandas de ciudadanos afectados cuando lo que esperaba eran aplausos al hacerse presente en  las zonas siniestradas.- Xalapa, Ver., septiembre 21 de 2013.

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Pulso crítico

J. Enrique Olivera Arce

El recuerdo imperecedero de nuestros hermanos mayores, los Héroes Niños,  palpita  en la memoria colectiva de su pueblo. Por el Honor de México.

Cartucheras al cañón, quepan o no quepan…Las reformas van, no hay marcha atrás, reitera el Sr. Peña.

Con apenas el 38.5 por ciento del total de los votos válidos emitidos en la elección presidencial, ha sido suficiente para considerar que el pueblo de México le otorgara al presidente un cheque en blanco para imponer una estrategia de gobierno que pareciera  ir en sentido inverso a las manecillas del reloj. Ignorándose la historia reciente y realidad del mundo, se pretende tardíamente imponer en México políticas públicas neoliberales, dictadas por un mercado en crisis y no por las necesidades reales y sentidas de una población empobrecida que ya no ve lo duro sino lo tupido.

¿Adónde pretende llevarnos el presidente Peña? ¿Cuál es el destino para el largo plazo? ¿Por cuál sendero y cuál es la hoja de ruta? Se preguntarían hombres y mujeres de a pie ante la incertidumbre que anima a sectores mayoritarios de la población que no conocen, que no entienden, cual es propósito último de una estrategia de gobierno que, sustentada en el autoritarismo de Estado, hasta ahora sólo ha atinado a dar palos de ciego alborotando el avispero.

No leen, no analizan, no entienden contenido, sustento y alcances de las iniciativas de reforma, nos dice una minoría de ilustrados que pontifican sobre la bondad de la panacea peñista, cuando para el hombre común inmerso en los avatares de su vida cotidiana sólo alcanza a percibir un rompecabezas cuyas piezas se pretende embonar a “la de a huevo”, ajusten o no ajusten.

Ley es ley y esta debe cumplirse a rajatabla. Guste o no guste, que para eso se aprueban las leyes por una mayoría representada en el Congreso. Con ella se garantiza la inserción de México en la modernidad; con ella se asegura el bienestar para todos los mexicanos. No importa si la legislación es de avanzada o regresiva, si beneficia a unos y lastima a otros, si con ella se polariza al país, se ponen en riesgo gobernabilidad o soberanía nacional. Así lo quiere el presidente y así será sin importar la voz de la calle.

En hora buena, para el hombre más rico de México, con las reformas estructurales del Sr. Peña en quince años seremos parte del primer mundo. En mala hora, para hombres y mujeres de a pie, nadie asegura que mañana se amanecerá con el estómago lleno. La prosperidad no se alcanza por decreto.

Pero las reformas de ajuste van, pretendiéndose borrar de un plumazo lo que bajo los auspicios, tolerancia o conveniencia del poder público creciera torcido.

Decenas de años de simulación, improvisación, corrupción, gatopardismo e impunidad que en un clima político de incipiente democracia,  colocaran a México en el atraso económico y deterioro social del que hoy nos dolemos, a corregirse por decreto en un santiamén con no muy claras y aceptadas medidas diseñadas de espaldas al pueblo de México.

Baste y sobra con que un cónclave de notables agrupados en el llamado pacto por México, con la venia de diputados y senadores  que responden más a sus partidos políticos de origen que al interés nacional, atendiera a los poco claros propósitos del Sr. Peña, para que de la noche a la mañana sin más instrumental que un puñado de leyes más de las tantas que no se cumplen, se emprenda la campaña de enderezar entuertos.

Para las mayorías, la ley del embudo. Ni participa en el pacto cupular ni tiene vela en el entierro en la toma de decisiones que le afectan. La clase política, juez y parte, ni escucha ni atiende el clamor popular. Las reformas van porque sí, cumplan o no con el propósito de enderezar el rumbo perdido.

Enrique Peña Nieto y Luis Videgaray, cual Quijote y Sancho Panza, solos en el yermo estéril combatiendo a la vez no uno sino varios molinos de viento. Solos porque sus seguidores, con el “nuevo” PRI a la cabeza y dejando a salvo honrosas excepciones, lejos de estar convencidos con plena conciencia y conocimiento de causa de la bondad y alcance de las llamadas reformas estructurales, dóciles y disciplinados acatan únicamente órdenes. Lo mismo que si el Sr. Peña ordenara caminar juntos al matadero, convencidos de que la elección presidencial les concediera con el triunfo  legitimidad, unidad y consenso ante las mayorías.

La argumentación del priismo defendiendo en la calle lo que tampoco entiende, así lo confirma. En tanto que la mayoría silenciosa, conocedora del paño en carne propia, también así lo percibe sabedora de que con reformas estructurales  o sin estas, la ley que priva es la “Ley de Herodes”… Y esta se acata aquí y en todas partes en el México de siempre.

Simulación, improvisación, corrupción, gatopardismo e impunidad, a sabiendas de que los poderosos intereses creados o la modesta conveniencia de los subordinados al poder, siendo el pan de cada día persistirán oponiéndose en los hechos al Sr. Peña y sus afanes reformistas. Demasiado chico y demasiado solo para trascender en la aventura frente a la realidad real que se le opone. Tocando al tiempo, ni antes ni después, decir la última palabra.

Por ahora, la indignada voz de un pueblo lastimado, opacará con su grito justiciero el murmullo de un lastimero “Viva México” del autoritarismo reformista. El recuerdo imperecedero de aquellos que nos dieron patria, vive latente en la memoria colectiva y no estará presente en las tantas veces mancillado zócalo de la Ciudad de México,  corazón de la República.- Xalapa, Ver., septiembre 14 de 2013

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Pulso crítico

J. Enrique Olivera Arce

No hay mal que por bien no venga, dice la conseja popular y, en relación al conflicto magisterial, parece tener plena vigencia.

En la medida en que se extiende la movilización magisterial encabezada por la Coordinadora Nacional de Trabajadores de la Educación (CNTE), es cada vez más evidente la pérdida de control por parte de las dirigencias nacional y estatales del SNTE sobre sus bases.

El silencio cómplice y la conveniente renuencia de la cúpula del SNTE para apoyar y respaldar un movimiento nacional que con razón o sin esta, cuestiona y rechaza tanto la reforma educativa como sus leyes reglamentarias o secundarias, pone en evidencia el divorcio entre el control vertical, autoritario y corrupto del charrismo sindical y los intereses gremiales de las bases.

Luego no es de extrañarse que uno de los subproductos de la movilización magisterial, sea el retomar la democratización de la vida interna de los sindicatos en México, secuestrada por dirigencias espurias y largamente combatida por los regímenes priístas a lo largo de la historia del sindicalismo nacional, como reivindicación sustantiva del movimiento obrero y trabajadores al servicio del estado en defensa de sus intereses gremiales y políticos.

Esto en el marco de la descomposición y obsolescencia de un régimen político sustentado en un maltrecho Estado de derecho y partidos políticos que, acusando una crisis terminal de ausencia de sustento ideológico definido, credibilidad y representación popular, ponen en entredicho a una golpeada y balbuceante democracia representativa.

No más corporativismo sindical, carne de cañón con fines electorales, simulación política y enriquecimiento más que explicable de líderes corruptos, parece ser el mensaje que al margen de intereses y conveniencias en juego, está dejando el movimiento magisterial de oposición y rechazo a una reforma educativa cuestionada por unos y aplaudida por otros.

Reminiscencia de los viejos tiempos en los que la movilización de médicos, profesores, ferrocarrileros, electricistas, reivindicando democracia sindical, fuera fuertemente reprimida por los gobiernos priístas, al amparo del llamado “delito de disolución social” y aplicándose la “cláusula de exclusión” a los rebeldes como represalia al interior de los sindicatos.

Los tiempos cambian, hoy día el método a seguir en contra de la democracia sindical es otro, para ello se cuenta eufemísticamente con reformas a la legislación laboral y educativa, restringiendo derechos y conquistas sindicales. Pero el propósito sigue siendo el mismo. Evitar que los trabajadores se salgan del control que sobre ellos ejerce el gobierno.

Reformas para cambiar, dejando las cosas como están, salvo restringir derechos de los trabajadores consagrados en la Carta Magna y respaldados por convenios internacionales sobre derechos humanos.

Otro subproducto nada menor, es que con la movilización de la resistencia magisterial asciende la participación de la ciudadanía en el debate de los grandes problemas nacionales. Cuestionando o respaldando pero participando lo mismo públicamente que en la intimidad del hogar o en los centros de trabajo, instituciones de educación media superior o superior; cada vez es mayor el número de mexicanos que tienen algo que decir y lo expresan con plena libertad. Lo que en el pasado, gracias a gobiernos autoritarios, siendo motivo de persecución inhibía la participación.

Son otros tiempos y, para bien, gracias a las nuevas tecnologías de la información y la comunicación, una población informada difícilmente puede ser acallada. A ello se enfrenta el autoritarismo de Estado que pretende restaurar. Los resultados están a la vista, a mayor participación ciudadana menor es el margen de maniobra para el control y domesticación de la ciudadanía.

Lo que debería seguir en este escenario, es darle cauce organizado y consecuente a la participación ciudadana para que esta trascienda y fructifique. La tarea por lógica debería estar a cargo de los partidos políticos pero, habiendo renunciado estos a la representación legítima de los ciudadanos, poco o nada puede esperarse de estos, salvo estorbar o impedir el avance de la democracia participativa. Así que la asignatura no obstante expresar objetiva y subjetivamente una necesidad histórica para el pueblo de México, seguirá en el tintero. Salvo que, desde abajo, alguien decida ponerle el cascabel al gato.

Hojas que se lleva el viento 

 Los profesores no están solos. El movimiento magisterial de rechazo a la reforma educativa y sus leyes secundarias crece, se fortalece y ya actúa como catalizador detonando inconformidad, descontento y hartazgo en otros sectores de la sociedad lastimados y dolidos, que encuentran la oportunidad para expresarse. La solidaridad en la calle gana terreno frente a la insensibilidad de una clase política corrupta y entreguista que, arrinconada entre sus propias contradicciones contempla como única salida al conflicto “la aplicación de la ley” en contra de los inconformes. En la entidad veracruzana el gobernador, entre la espada y la pared, ya no ve lo duro sino lo tupido de una movilización que ya incluye a personal docente, administrativo y alumnado de la Universidad Veracruzana, así como padres de familia que se solidarizan con los mentores. Y aún hay más.

Lo anticipamos. Gina Domínguez, Coordinadora Gral. de Comunicación Social y vocera del Sr. Dr. Javier Duarte de Ochoa, cumple su ciclo. En medio de la reborumbia magisterial dio curso a la nueva política de trato a los medios de comunicación, le cumplió al gobernador levantando la canasta a quien ella decidió y se va aguantando la rechifla de aquellos a los que en esta ocasión les toca pastar fuera del pesebre oficial .- Xalapa, Ver, Septiembre 11 de 2013.

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Pulso crítico

 J. Enrique Olivera Arce

“Nada es verdad, nada es mentira todo es según el cristal con se que se mira”

Preámbulo

Para quienes escribimos con la sana intención de expresar lo que pensamos y divulgarlo, sometiéndolo al respetable juicio de quienes pocos o muchos lectores nos conceden generosamente parte de su atención y tiempo, es importante pensar en que son éstos y no quien plasma en blanco y negro sus ideas, a quien corresponde discernir sobre quien incurre en falsedad y quien se aproxima a la siempre veleidosa e inalcanzable diosa de la verdad.

Si no hay respeto para el lector, quien escribiendo tiene la intención de participar en el libre juego de las ideas, de antemano está descalificado.

Nada es absoluto, todo es relativo, afirmaran viejos sabios cuyo nombre y obra no está aún al alcance de hombres y mujeres de a pie, a los que sólo nos es dado medio entender y aplicar en nuestra vida cotidiana aquella tan manida frase que nos dice que “nada es verdad, nada es mentira todo es según el cristal con se mira…”. Sustento en ella mis maquinazos, toca al lector juzgar si coincidimos o nuestra percepción es diferente o divergente. Al fin y al cabo, habiendo tantas ventanas y con tan diversos colores, tonos y matices, en ello reside la pluralidad del pensamiento que mueve al mundo de las ideas…

Lo arriba anotado va como preámbulo a mi percepción sobre el manejo mediático de la desinformación con la que se pretende tanto descalificar al movimiento magisterial como minimizar la importancia de todo movimiento social contestatario que cuestione la verdad difundida desde las esferas del poder, sea este formal o de facto.

Pensamiento único

Quienes diciéndose dueños de la verdad descalifican la de los otros, irrumpen en el terreno de la irracionalidad dogmática del pensamiento único. Peor aún, si divulgar esta verdad única está respaldado por intereses espurios, como se alcanza a percibir en diversos libelos que haciéndose eco de la verdad oficial afirman que en Veracruz no pasa nada. Todo está bajo control, en la entidad los profesores, educaditos y bien portados responden disciplinados a sus dirigencias sindicales.

Si acaso un pequeño grupo de revoltosos hace ruido, es porque infiltrados de la CENTE venidos desde Oaxaca, les engañan y manipulan para que atenten contra sus propios intereses gremiales.

En Veracruz no hay resistencia a la reforma educativa; en Veracruz no hay escuelas cerradas, ningún profesor bien nacido traiciona a sus educandos suspendiendo clases; En Veracruz el gobernador mantiene el control de la mayoría magisterial; El magisterio veracruzano atiende sin cuestionar a los llamados de sus líderes sindicales; los profesores no saben leer, tergiversan sentido y alcances de la reforma educativa; Veracruz respalda las reformas de Peña Nieto, bla, bla, bla.

Verdades oficiales y oficiosas que no teniendo nada que ver con la que percibe el ciudadano de a pie, pretenden mediáticamente ocultar hechos objetivos a la vista de todos, con el fin avieso de confundir a una opinión pública en desdoro de un movimiento social que con razón o sin esta, ante oídos sordos del poder ha optado por hacerse oír en la calle.

¿Aquí no pasa nada?

Aquí no pasa nada, es la verdad oficial. Como si todos fuéramos ciegos y sordos a los que nos está vedado enterarnos de que son cada vez más los excluidos de un trabajo bien remunerado y respaldado por la seguridad social, de educación pública gratuita y de servicios de salud de calidad. Así como de un número creciente de trabajadores que están perdiendo derechos laborales y sociales y, con ello, el acceso a una vivienda digna, o de millones de jóvenes sin expectativas de futuro en una economía en retroceso.

Mentores e involucrados por diversos motivos en un movimiento de resistencia y en oposición a lo que consideran lesivo a sus intereses, afirman lo contrario. Si se ve, si se escucha y no estamos dispuestos a sumarnos al ejército de los sin trabajo, aducen.

 La mayoría de profesores de todo el estado hoy movilizados, conocen de la reforma educativa y sus leyes secundarias; marchan, protestan, suspenden clases por varios días, enfrentan a liderazgos formales espurios  con conocimiento de causa, y piden disculpas a terceros por afectar vialidad, atención a los escolapios y tranquilidad ciudadana. Otra verdad distinta a la oficial que se expande y gana adeptos en aquellos que refrescando su memoria, piensan que ayer le tocó al Sindicato Mexicano de Electricistas, hoy al magisterio y mañana ¿quién sigue? ¿Los petroleros? ¿Los médicos del IMSS y el ISSSTE? ¿Los trabajadores al servicio del estado?

¿Quién sigue? Es la interrogante que flota en el ambiente.

¿Donde está la verdad?

¿Quién incurre en falsedad? ¿Quién atenta contra la verdad? ¿Los que protestan contra una cuestionada ley evidentemente injusta? ¿O quienes provocan a estos denostándolos y considerándoles menores de edad, iletrados e incapaces de discernir por sí mismos lo que al país, al proceso educativo y a su legítimo interés conviene?

La respuesta correcta a estas interrogantes, a mi modesto entender está en lo que a cada quién la ventana por la que se asoma al mundo real le ofrezca. Al fin y al cabo nada es verdad, nada es mentira…

Pero sin duda alguna, no la encontraremos en quienes a cambio de dádivas, prebendas y canonjías cual avestruces amaestrados enterrando la cabeza en la arena, no ven más allá del estrecho cristal de sus venales intereses.

 Hojas que se lleva el viento

 En congruencia con lo que quien esto escribe afirma que el Congreso de la Unión ha confirmado el haber renunciado a la democracia representativa, en igual tesitura coloco al Poder Legislativo de Veracruz. Diputados espurios, sin distingo de piel o camiseta partidista, acatan lo que al titular del Ejecutivo conviene, levantando el dedo por consigna sin la mayor consideración y respeto a la soberanía popular que dicen representar. En este marco ¿puede ser creíble que como mediáticamente y por conducto de la “vicegobernadora” pide el gobernador a los diputados, velen porque en Veracruz  los derechos laborales del magisterio sean garantizados y a salvo?

¿Será creíble que en la próxima legislatura el diputado pluri, “líder moral” del SNTE en Veracruz y futuro mandamás de la bancada priísta en el Congreso local, Nicolás Callejas Arroyo, defenderá los intereses de su gremio promoviendo la democracia sindical?  .- Xalapa, Ver., Septiembre 8 de 2013.

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Pulso crítico

J. Enrique Olivera Arce

Gobernador de Veracruz refrenda alianza con el SNTE

Gobernador de Veracruz refrenda alianza con el SNTE

Uriel Flores Aguayo, diputado federal, por fin reconoció que el PRD en Veracruz está muerto. “Es un cascarón vacío”, dijo y, con ello cancela su aspiración a la candidatura por la alcaldía de la capital veracruzana. Pero también, con su tácita aceptación, reconoce que la alianza de su partido con el PAN ya es historia fallida. 

Con todos sus claro oscuros, incongruencias y una absurda necedad por ver lo que no es, sin embargo al diputado por Xalapa urbano debe reconocérsele lealtad a su partido así como fortaleza y confianza en sus muy personales convicciones. Mismas que le llevaran a enfrentar de manera decidida –juez y parte para algunos- a la ola de corrupción, traición y pedestre oportunismo de las mafias tribales que, en los últimos tiempos,  borraran del mapa a la izquierda electoral en Veracruz. 

Lo poco que queda del PRD en la entidad, se quedó huérfana de ideas propuesta y de dirigencia aceptable. Como he venido afirmando, es un cadáver insepulto, que hoy día sus propias contradicciones internas arrojaran a la tumba. Reflejo del canibalismo que predomina en la estructura partidista nacional, solo resta la desbandada. de aquellos que hasta el final se sintieran cobijados bajo la sombra de un árbol cuyo corazón ya no retoña. Los militantes honestos y bien intencionados, que los hay y que nos merecen respeto y consideración, tendrán que buscar nuevos senderos para continuar en una lucha que siendo perenne, siempre demanda sabia nueva. 

La historia de la izquierda internacional y nacional así está escrita. La sociedad aún no está madura para que la sangre de sus hijos abone el camino hacia un mundo mejor. La serpiente se devora a sí misma, la muerte más que anunciada del PRD en Veracruz es apenas un capítulo más del largo camino por recorrer para una izquierda consecuente, honesta, preparada, capaz y con la suficiente humildad para entender que la historia la escriben los pueblos, no las copulares capillas que se levantan sobre las espaldas de aquellos a quien dicen representar. 

El interés mezquino de la vida cotidiana  hace perder de vista el objetivo trascendente para el largo plazo. Sin visión de futuro respaldada por la teoría y la práctica revolucionaria, un partido de izquierda no es nada. El PRD lo confirma, expresándose en uno de sus eslabones más débiles, como es el caso del perredismo veracruzano. 

Para infortunio de aquellos que en la entidad contemplaran en la alianza PRD-PAN un resquicio para avanzar en democracia, confiando en un posible triunfo electoral, con el PRD en la tumba, poco o nada les queda por hacer. El PRI gobierno orquestadamente viene por todo, la elección de diputados locales y alcaldes en Veracruz no es la excepción. “Lástima Margarito”, diría el clásico. Ya habrá otra oportunidad cuando la ciudadanía tome conciencia de tal. 

Por ahora, a sujetarse a la “Ley de Herodes”. No hay de otra y se necesita estar ciego para no entenderlo y aceptarlo. El carro completo será para el PRI-gobierno, que sólo tuvo que aplicar un ligero empujón para disolver toda presunción de alianza entre “el agua y el aceite”. Así se reescribe la historia de siempre en este país corrompido hasta la médula y conducido por poderes fácticos con una partidocracia convenenciera y pragmática a su servicio. 

Se critica a López Obrador por llamar a los seguidores de Morena a no aliarse con el PRD. Considerándose le hace el juego a quienes están contra la “Gran alianza por ti”. Yo no coincido con los enemigos de siempre de Andrés Manuel, puesto que para quien esto escribe, su llamado es un acto más de congruencia. ¿Aliarse con un cadáver, para qué? 

Si pragmáticamente la izquierda tuviera que tragar sapos, aliándose en la coyuntura con el panismo como una medida táctica inscrita en una estrategia de mediano y largo plazo, se entendería. La estrecha visión del PRD no da para tanto. Primero está el inmediatismo, los intereses copulares, las prebendas y canonjías de las tribus, después todo lo demás. Ahí están a la vista de todos los dolientes las consecuencias. Ya lo señalaba en artículo anterior, López Obrador sabe del plumaje de la clase política veracruzana, para que perder tiempo y recursos en un camino que no conduce a nada. 

Al muerto, las coronas. Lo que resta es entender que el PRI va sólo hacia un triunfo pírrico. Sin oponentes a la vista se levantará con el carro completo. De ahí dos preguntas obligadas:  

¿El PRI aceptara que no siendo la mejor opción ni contar con las mayorías, ganará por default?; 

Los votantes aceptarán sin chistar una nueva etapa de partido hegemónico?

La respuesta está en las urnas. Ahí nos vemos.

Hojas que se lleva el viento

¿Quién pagó la comida de 36 mil profesores de la Secc. 32 del SNTE en Ursulo Galván? ¿La «maestra»? ¿O llevaron lonche? Yo nomás pregunto, usted sabe estimado lector, estamos en tiempos de austeridad, transparencia y endeudado el gobierno hasta las cachas, el tirar la casa por la ventana con una comilona así ,es de llamar la atención..- Xalapa, Ver., marzo  de 2013 

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Pulso crítico

J. Enrique Olivera Arce

A manera de introducción:

Comentando con mi vecina sobre la detención de Elba Esther Gordillo, le pregunte:  ¿Cree usted que el gobierno del presidente Peña ahora si va en serio contra todos los corruptos?

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Elba Esther Gordillo; días de gloria

La respuesta fue inmediata: “Al gobierno le pasa lo que al que buscando el burro perdido, andaba  trepado en él.  La percepción de una mayoría silenciosa coincide con la de mi vecina.

Tras la tormenta, la calma en torno al “affaire Elbista”. Más sin embargo, a mi juicio, las turbulentas aguas bajo la superficie se mueven amenazadoras, anunciando un ·sunami” en el entorno de la vida política nacional. La polarización entre los no alineados y los que agachan la cabeza dándose por bien servidos con el “Elbazo” para no ser identificados como non gratos por el régimen peñista, va más allá de los comederos del SNTE, la SEP y de la recién decretada reforma educativa.

El mensaje aparentemente va para todos en un escenario en el que la corrupción y la impunidad tolerada, es generalizada. Tan nociva resulta ser para la vida de la Nación una Elba Esther Gordillo,  como lo es la democracia simulada tanto en la vida interna de sindicatos como de partidos políticos y, por ende en la totalidad del régimen político mexicano.

La cauda de opiniones de lo más diverso que siguiera al anuncio de la detención de “la maestra” como presunta responsable de una media docena de delitos, entre los que destaca el lavado de dinero  e involucramiento en la delincuencia organizada, agitó a la sociedad en su conjunto. Opiniones que fluctuaran entre serios y sesudos análisis sobre el origen y prospectiva del insólito acontecimiento, como aquellas pedestres que rayan en la majadería, alimentaron  al chismorreo y especulación soterrada en una ciudadanía que carece de instrumentos propios para expresar abiertamente su hartazgo.

Lo relevante es que un asunto de la mayor trascendencia política para la sociedad mexicana, termina en las páginas de la nota roja de los medios informativos.

Pero lo que a mi toca, el golpe de mano fue oportuno, eficaz y necesario en un esfuerzo por sanear la vida política y social de la Nación. Aunque no me pasa desapercibido que bien puede ser una medida oportuna para acallar disidencias en previsión a lo que se viene con la propuesta de reformas energética y fiscal.

Por cuanto a lo más destacable de la jornada fue tanto el desgarre de vestiduras como la cura en salud entre los más connotados personajes de la llamada clase política, cuyas opiniones recogidas por los medios de comunicación, aplaudiendo acríticamente el manotazo peñista sobre la mesa, coincidieran unánimemente en gritar: ¡Al ladrón, al ladrón…!

Cual blancas palomas, los notables entrevistados pusieron en la picota a la indiciada, condenándole a priori por hechos que, aunque del dominio público, jurídicamente aún no han sido sancionados por el Poder Judicial de la Federación. Todo mundo es inocente, en tanto no se demuestre lo contrario, salvo Elba Esther Gordillo, ya señalada,  juzgada y condenada por los simuladores de siempre. Aunque, claro está, aún no por los más conspicuos seguidores y socios de la “Maestra” que, o guardaron silencio ó de dientes para afuera manifestaron tibiamente su apoyo a la lidereza en desgracia. El miedo paralizante a la mano dura presidencial, colocó a todos en los terrenos de lo políticamente correcto.

Eso sí, en nombre del imperio de la ley y la justicia, condenan a la lidereza vitalicia por sus excesos, malos oficios, corrupción evidente y hasta de su ligereza moral en su vida personal, pero bien se cuidó la clase política, del presidente Peña para abajo, en refrendar apoyo y alianza con el magisterio representado por el SNTE. Como si la estructura sindical, presuntos “asociados” y beneficiados de la corrupción incrustados en el sistema educativo, distribuidos estratégicamente a lo largo y ancho del país, no tuviera vela en el asunto. Olvidándose de que tanto peca el que mata la vaca como el que le agarra la pata, puesto que todos los mentores de este país por comisión u omisión son cómplices de aquella a la que designaran su líder vitalicio, en uno de los más grandes crímenes perpetrados en contra de la democracia sindical, la educación y la vida política de México.

Pero no sólo eso. También en sus aspavientos ignoraron que igual, por comisión u omisión, desde la presidencia de la República, Congreso de la Unión, gobernadores, alcaldes y funcionarios de medio pelo, se toleró el libertinaje y presuntos delitos en que incurriera la que en múltiples ocasiones les tendiera la mano para el logro de sus intereses, prebendas y canonjías personales o de grupo.

La clase política haciéndose justicia -¿o venganza?- por propia mano, curándose en salud ante el pueblo al que dicen proteger y gobernar.

¡Al ladrón, al ladrón…! Gritaron un buen de ladrones amenazados por la mano justiciera, cuando públicamente son señalados, casi sin excepción, de prevaricadores.

Es de destacarse también el comentario descontextualizado de aquellos que comparan linealmente al “Elbazo” con el “Quinazo” o la renuncia forzada  del líder magisterial Carlos Jongitud Barrios, sin parar mientes en que las circunstancias presentes son muy diferentes a las que prevalecían en los tiempos de Carlos Salinas. Hoy el Estado mexicano se encuentra en franco deterioro, el estado de derecho es cuestionado y la sociedad ha avanzado en su proceso de maduración democrática. Ya no es tan fácil como en los tiempos de partido hegemónico y PRI gobierno, dorarle la píldora a una población más perspicaz, informada y participativa. Nos guste o no, la detención de Elba Esther Gordillo se percibe como una burda maniobra autoritaria del Sr. Peña en su afán por legitimarse, y eso tiene su costo: O barre parejo la casa aplicando la ley sin distingos, o el manotazo sobre la mesa aplicado al SNTE que no únicamente a Elba Esther, se le revierte.

Pocos aún recuerdan que la represión autoritaria y focalizada del PRI-gobierno en contra del movimiento de los médicos, huelga ferrocarrilera, del movimiento revolucionario del magisterio , de la tendencia democrática de los electricistas, de los telefonistas por la independencia sindical, y de los militantes de izquierda en la clandestinidad, entre otros movimientos contestatarios a lo largo de la llamada “guerra sucia” orquestada desde Washington, abrieron el paso a los trágicos sucesos del 68 y a la transformación cualitativa de la sociedad que, entre otras cosas, echó al PRI de los Pinos en el 2000.

Un poco de memoria histórica hace falta aún para ubicar en su exacta dimensión el porqué recién iniciada la tercera alternancia, a escaso un día de promulgada la cuestionada “reforma educativa” y dos días antes de  presentar el Plan Energético 2013-2017 que va contra PEMEX y la CFE, el presidente Peña se “faja los pantalones” poniendo tras las rejas a la nefasta “guerrera” que preconizó su propio epitafio. En política no hay coincidencias, atrás de un acto presuntamente justiciero que por más positivo que sea, a ojos vistas no contribuye a la democratización sindical, hay más. ¿Qué sigue? Imaginémosle, el PRI-gobierno una vez más viene por todo.

Con o sin Elba Esther Gordillo, la vida sigue. Más de lo mismo, el SNTE seguirá siendo alfil del poder presidencial y operador político al servicio del PRI, cuando menos por ahora en Veracruz.

Hojas que se lleva el viento

Si fuéramos una país, seríamos una de las 20 economías más importantes del mundo”: Javier Duarte de Ochoa. Pero da la casualidad que no lo somos y sí, una de las más destacadas entidades federativas por sus índices de desigualdad y pobreza relativa, en un país en el que el magro crecimiento económico no es suficiente para salpicar a las mayorías. Cosas de las estadísticas que dan cuenta del estado económico que guarda la Nación, que en algo se parecen a las encuestas, cada quién las acomoda e interpreta a su modo y conveniencia.

-ooo-

En la muestra escatológica electoral jarocha del 2013, se da un fenómeno muy raro: El gobierno estatal y el PRI quieren las diputaciones y la ciudadanía las alcaldías. ¿Por qué será?  .-Xalapa, Ver., marzo 3 de 2013.

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