Pulso crítico
J. Enrique Olivera Arce
Al margen de la reiterada insistencia del economista Rafael Arias sobre la tan necesaria como urgente transparencia en el ejercicio de gobierno e información fidedigna a la población por parte de la administración pública estatal veracruzana, rescato un tema que al alimón toca el conocido investigador de la UV y ex servidor público en su artículo fechado el 20 de los corrientes, el relativo a la entrega y recepción del poder ejecutivo.
A 80 días de la toma de posesión de Don Miguel Ángel Yunes Linares, nada se ha dicho sobre el resultado final de un proceso de entrega y recepción que debió concluir al inicio del nuevo gobierno y punto de partida para la alternancia de dos años. El silencio en torno a este tema, ha sido más que evidente, desconociendo los veracruzanos cual es el estado que guarda a la fecha cada una de las dependencias y organismos que integran el poder ejecutivo del gobierno estatal y, por lo consiguiente, conocer cuáles son las fortalezas y debilidades encontradas para, a su vez, tener elementos suficientes para estimar el tamaño de la bronca a la que se enfrentará la actual administración en lo que resta de los dos años de gestión.
Puesto que es a partir de un diagnóstico preciso del estado que guarda la administración como la ciudadanía valorará los cursos de acción a seguir por la administración pública para corregir, cambiar o consolidar en su caso el aparato gubernamental.
A estas alturas ya no basta con conocer lo conocido en exceso sobre el saqueo y pillerías del duartismo como continuidad del fidelato. La estrategia mediática encaminada a “sacudir al país”, cumplió su papel y, desde el punto de vista jurídico, serán la Fiscalía y el poder judicial los que deberán dar le seguimiento y actuar en consecuencia con los pelos de la burra en la mano.
Lo que realmente importa es el con qué se cuenta ahora para enderezar la nave y lograr que esta arribe en el menor tiempo posible a puerto seguro. Sin esta información a disposición de la población los veracruzanos no tendremos claro ni de donde se parte ni a donde se pretende llegar, haciendo nugatorio cualquier esfuerzo por un legítimo compartir entre gobierno y gobernados en la tarea de avanzar en el rescate de la administración pública estatal.
No se le pueden pedir peras al olmo. Sin información y transparencia somos más los “ignorantes” (De Interés Público 20/02/17 ) bordando en el vacío llevados por el chisme y la especulación que los leídos y escribidos que, interpretando correctamente lo que el señor piensa, guarda para sí o propala, respaldan a ojos cerrados lo mismo palos de ciego que la más atinada decisión del titular del ejecutivo estatal; polarizándose el esfuerzo líneas arriba citado en perjuicio de una tarea que a todos compete.
Si “la ignorancia” es mala consejera, como afirma el gobernador, corresponde a la autoridad dar luz sobre el quehacer gubernamental con información clara, suficiente y sustentada para sumar más que restar en una tarea común. ¿O me equivoco?
Hojas que se lleva el viento
Vaya jugada de la rectoría de la UV en su afán de encontrar una respuesta positiva del gobierno entrante a su pretendida autonomía financiera. A sabiendas de la situación en que Yunes Linares encontraría a una administración pública saqueada, le vendió la idea de un “Plan estatal de Desarrollo” fantasioso, caro e inviable que tras ser aprobado por una legislatura novel, a escasos diez días del cambio de estafeta prácticamente se tiró a la basura, al declarar oficialmente el gobernador el estado de emergencia de su administración por falta de los recursos mínimos necesarios para el arranque. Hoy por hoy, la realidad pone en evidencia que ante la crisis del gobierno de la alternancia no hay plan estatal de desarrollo que valga.
El “mapa” no funcionó como tal y se avanza a tropiezos, improvisando y como dicen los tabasqueños, a la “pela vaca” sin rumbo ni brújula, cifrando esperanzas en una reestructuración de deuda y reasignación de prioridades apenas suficiente para paliar temporalmente el temporal no previsto.
-ooo-
El estruendo distractor sigue su curso. Ahora y un día después de que el diario Reforma destacara que no se concretan las denuncias en contra de Javier Duarte de Ochoa y su pandilla, sorpresivamente se catea una bodega en Córdoba, encontrándose nuevos elementos de prueba del saqueo a Veracruz, poniéndose énfasis en la presunta corresponsabilidad criminal de la ex primera dama. Más leña al fuego mientras el gobierno de la alternancia marcha al garete.
-ooo-
Sin mayor elemento de prueba y con el afán de servir al que paga, conocido texto servidor ahora incrustado en el gobierno estatal y que en el pasado reciente fuera seguidor del fidelismo-duartismo y acre crítico a conveniencia de Miguel Ángel Yunes Linares, se aventó la puntada de propalar que “Fidel se montó en Morena”. De ese tamaño es el temor de que los correligionarios de López Obrador den una nueva sorpresa en Veracruz imponiéndose en las urnas en la elección de las 212 doce alcaldías veracruzanas en junio próximo.
Xalapa, Ver., febrero 21 de 2017