Salte la navegación

Tag Archives: diputados

Pulso crítico

J. Enrique Olivera Arce

Bueno, parece que no sólo al gobernador de Veracruz le interesa y urge desviar la atención en los tendidos, poniendo en primer termino el desbarajuste electoral por sobre los problemas de fondo que acusa la entidad. También el gobierno federal hace lo propio, ahora con el falso debate mediático de la legalización de la marihuana a partir del amparo que concediera la SCJN a cuatro individuos de una organización de la sociedad civil, quitándole presión en la opinión pública a temas torales del país, como el económico, la movilización magisterial, el affaire no resuelto de Ayotzinapa o la violencia criminal que, como la humedad, se cuela y extiende a lo largo y ancho del territorio nacional.

Cortinas de humo que, al parecer, tanto a Javier Duarte, en su caso, como al Sr. Peña les vienen como anillo al dedo para cerrar el año con el menor número de tropiezos en el imaginario colectivo.

Deuda pública y corrupción impone como corolario, pasan a segundo término en Veracruz, tocándole en suerte al presidente del CDE del PRI el ser el patiño a modo, lo mismo con su “misoginia” que con su orquestado cosquilleo mediático en los ijares de los senadores Yunes Zorrilla y Yunes Landa. No sólo la prensa oficialista, también la independiente y crítica, se han ido con la finta electoral aceptando sin remilgos que el problema de Veracruz es de liquidez de una administración pública quebrada y, por tanto prácticamente insoluble y ya demasiado manoseado, y no económico como lo pusiera sobre la mesa Javier Duarte, cuando la realidad real apunta en contrario, agudizándose la crisis en el aparato productivo estatal que va de la mano con un deterioro social en crescendo.

Para el caso del Sr. Peña, por lo consiguiente. La presión de la percepción social que se refleja en un bajo nivel de aceptación del presidente, se alimenta a partir de dos temas sustantivos, el estancamiento económico y como corolario el tropiezo de las finanzas públicas, así como la inseguridad fruto de un incremento no aceptado oficialmente del accionar de la delincuencia organizada. A estos temas se agrega en lo específico el enredo de la fuga del “chapo”, el conflicto magisterial y el affaire Ayotzinapa, anidados en el imaginario colectivo e interpretado como falta de capacidad, eficacia y transparencia en el quehacer gubernamental.

Sin perder de vista que para algunos sectores mejor informados, el deterioro creciente de la industria petrolera y eléctrica nacionales, perdiendo peso específico en la conformación del presupuesto federal, acompañado de la ya imparable devaluación del peso, se considera en el ámbito de la percepción ciudadana como un fracaso de Peña Nieto en la implementación de las llamadas “reformas estructurales” como instrumentos para reactivar la economía.

De ahí que el colocar el falso debate sobre la misoginia de un político de medio pelo o legalización de la marihuana como temas de la mayor relevancia, habría que considerarles como un éxito tan coyuntural como efímero en las estrategias mediáticas tanto de Duarte como del Sr. Peña. La salida casi inmediata del secretario de gobernación, abriendo las puertas al debate en el marco previo a la cobertura informativa con motivo de la visita de Raúl Castro a México, o las declaraciones en tratándose de Veracruz de la secretaria general del CEN del PRI, Carolina Monroy y el correspondiente bombardeo mediático sobre estos temas, así lo confirman.

Lo destacable del caso es que por sobre la coyuntura cortoplacista, la terca realidad tiende a imponerse. A una cortina de humo casi de inmediato hay que sobreponerle otra sin que pueda ocultarse del todo la problemática estructural del país. Más allá de lo mediático, la percepción colectiva no quita el dedo en los renglones de que le son vitales y de atención cotidiana, como el desempleo, la desigualdad, la pobreza y y la seguridad individual y comunitaria agravados por los efectos de la crisis globalizada.

Lo grave es que ni la problemática de Veracruz ni la que acusa México en su conjunto, se resuelve mediáticamente, posponiéndose el tomar el toro por los cuernos con estrategias viables y políticas públicas para enderezar el rumbo perdido. Tanto Peña como Duarte se han atado a sí mismos las manos estando imposibilitados para cambiar de caballo a mitad del río, cediéndole terreno a la terca realidad que se les opone.

Luego tal similitud coyuntural de tesituras, no es de dudarse configuren el tejido de la misma sábana con la que ambos, Peña y Duarte, se cubren para en el caso Veracruz dejar hacer dejar pasar hasta donde el tiempo y los veracruzanos aguanten. De otra manera para quien esto escribe, opinador que no periodista, desde endenantes el gobierno federal hubiera llamado a cuentas al gobernador fallido. Y esto no sucede por más evidente que sea el agrio divorcio entre Javier Duarte, la realidad real y el hartazgo de sus gobernados.

Hojas que se lleva el viento

Con dinero, acarreos y resoplidos se intenta revivir a la Liga de Comunidades Agrarias y Sindicatos Campesinos (CNC) para que el PRI pueda recuperar el voto duro en la zona rural. Vano intento, para hombres y mujeres en el agro veracruzano no viendo lo duro sino lo tupido con el abandono que padecen desde hace más de tres décadas, ni confían en dirigentes de oropel ni esperan que por la vía electoral se resuelva la compleja problemática de la producción agropecuaria, forestal y pesquera que aqueja a la entidad. Dicen que el campesino es medio tonto, pero no. Sabe bien distinguir entre liderazgos auténticos y dirigencias espurias surgidas del terreno de los explotadores de siempre.

-ooo-

Javier Duarte ya no tiene la fuerza de endenantes para someter, cooptar o comprar y manipular a los partidos que se oponen al PRI y sus señalados satélites, de ahí que ya se de como un hecho la alianza electoral entre el PAN y el PRD en Veracruz, contando con la venia de sus respectivas dirigencias nacionales como una opción viable de alternancia en la gubernatura de la entidad. Alianza que se construye al margen de identidades ideológicas y sobre el supuesto pragmático de que a partir del hartazgo social el número de votos por alcanzar en el 2016 será suficiente para vencer la estructura facciosa y estrategia al tricolor. Falso supuesto, el electorado hoy día está más despierto y para el imaginario colectivo PAN y PRD se sumaron al PRI en el llamado pacto por México, entregando la industria petrolera y eléctrica al capital internacional con la reforma energética. Los veracruzanos tampoco olvidan el papel jugado por estos partidos en la aprobación del criminal endeudamiento aprobado en el congreso local. Del plato a la boca suele caerse la sopa y otra alianza, más congruente y comprometida podría dar la sorpresa. Al tiempo.

Xalapa, Ver., 08/11/2015

pulsocritico@gmail.com
http://pulsocritico.com
https://pulsocritico.wordpress.com

Pulso crítico

Enrique Olivera Arce 

Lo relevante no es el quien ganó, sino para que y con qué propósito.

Dada la complejidad de la elección del domingo próximo pasado, a lo que habría que agregar la contaminación, por decir lo menos, que sufriera el proceso comicial de elección de diputados federales desde sus inicios, salvo para los expertos que conocen del paño y sus “inteligentes audiencias”, la interpretación de sus resultados para hombres y mujeres comunes resulta ser un verdadero reto. Quizá por ello amplios sectores de la población optan por lo más simple y entendible: ni son confiables ni modifican para bien el grave estado de cosas que aqueja a un país gobernado por un presidente que no inspira credibilidad y confianza.

Posiblemente se  tenga razón al optar por lo más simple, dejando que la partidocracia y sus adláteres se haga bolas en el análisis acucioso del resultado y sus consecuencias futuras para sus particulares intereses, o bien, para justificar ante la audiencia el porqué de su derrota tras haber aprobado nuevas reglas de un juego electoral que no respeta.

¿Derrota? Sí, los números hablan. La elección, con sus asegunes, podrá ser legal a la luz de la legislación vigente que la misma partidocracia se ha dado, pero de ninguna manera es legítima a la luz de un mínimo de normalidad democrática. Una elección financiada con alrededor de 8 mil millones de pesos tomados del erario público, ni arrojó los resultados deseados de un fortalecimiento de la base social de apoyo para un presidente cuestionado, ni mucho menos, recuperó certidumbre, confianza, y credibilidad en el régimen político, representatividad democrática e instituciones republicanas. Esto, para quien escribe estas líneas no puede calificarse sino como una derrota.

Debiendo destacarse que en toda elección  democrática de representantes de la voluntad popular, lo relevante no es quien ganó sino para qué y con que propósito.

Veamos.

Los números que por ahora arroja el “Programa de Resultados electorales preliminares” (PREP), en su simplicidad que no necesariamente en su confiabilidad, nos dicen que con el 93.19% de las actas contabilizadas, de un total de 77, 913, 406 votantes potenciales listados en el Padrón federal vigente, hicieron valer su derecho al voto 36, 623, 125 ciudadanos; cifra de sufragios que representa el 47.5 % del total mencionado en tanto que 41, 290, 281 ciudadanos se abstuvieron de votar. Es decir, el 52.5% de los votantes potenciales se quedó en casita ajeno al juego electoral.

Hay mucha tela de donde cortar para explicar o justificar el fenómeno del abstencionismo. Lo cierto es que este se dio y peso en el resultado final de la elección, quedando a juicio de los propios votantes el juzgarle. Aunque cabe señalar que en política el hubiera no existe como para saber a ciencia cierta cuál hubiere sido el resultado con una mayor participación ciudadana. Empero, con los números en la mano, si se puede colegir que en una democracia medianamente decente menos del 50% de participación en las urnas no legitima una elección, por legal que esta sea, salvo en el remedo que vivimos en México.

Puede argumentarse cualquier cosa, como el que en toda elección intermedia es de esperarse poco interés en los votantes potenciales, lo cierto es que objetivamente tal desinterés responde a algo específico y a la partidocracia corresponde el revertirlo. En esta ocasión, el INE y los partidos políticos fracasaron en el intento, exhibiendo la vulnerabilidad de un régimen político carente de legitimidad democrática.

Aunque no puede dejarse de lado que se cumplió con el propósito de asegurar una mayoría dócil en la Cámara baja para los fines del proyecto neoliberal de Peña Nieto.

Por cuanto a los resultados de la votación, siempre siguiendo los números del PREP, el partido que resultara beneficiado con el mayor número de votos -de acuerdo con las actas contabilizadas en el momento de escribir este artículo-, fue el PRI, con un total de 10, 660, 241 sufragios. Votación a su favor que representa el 13.58 % del total nacional del padrón y el 29.10% de los votos emitidos en la elección. Porcentajes que ni uno ni otro dan visos de legitimidad al pírrico triunfo, ni deberían dar lugar al triunfalismo desplegado por el partido tricolor.

Sumada la votación del PRI con la de su satélite, el Verde Ecologista, el PREP arroja un total de 13, 248, 129 sufragios. Cifra menor al total de la sumatoria de votos a favor de sus adversarios y votos nulos, que ascendió a 23, 374, 996. Razón ésta por lo que el Revolucionario Institucional no alcanza la calificación de partido mayoritario y si, de una cuestionada primera minoría, en la correlación de fuerzas político-electorales en contienda. Todos los partidos que integran la partidocracia, son minoría en este país y ninguno alcanza el mínimo de legitimidad que toda elección en democracia exige.

Hasta aquí la numeralia electoral que arroja la elección nacional de diputados del pasado domingo 7. Que cada quien de acuerdo a su interés y posibilidades, la analice, juzgue y califique, antes o después de conocido el cómputo final que no definitivo, puesto que existen impugnaciones en puerta que tendrá que dirimir el Tribunal Superior Electoral del Poder Judicial de la Federación e, incluso, la Suprema Corte de Justicia de la nación.

Las cifras son públicas y están al alcance de todos.

«Sospechosismo» en Veracruz

Para el caso de Veracruz, sólo acierto por el momento a destacar que el triunfador de la elección fue el “sospechosismo”. Al calor de la noche pudieron pasar muchas cosas como para revertir una tendencia a todas luces contraria al partido en el gobierno y la gente así lo percibe, cuando los números finales benefician de manera más que escandalosa a los candidatos priístas más cuestionados del cotejo e incluso, señalados por la opinión pública como presuntos coparticipes de la quiebra moral, política y financiera del gobierno de la entidad.

No puede pasarse por alto también que:

Morena, de nueva creación, en el primer proceso electoral al que concurre, y a menos de un año de haber obtenido su registro como partido, se coloca ya en la entidad como la tercera fuerza electoral. Ganando con apenas 26, 368 votos la diputación en el Distrito Xalapa Urbano en la capital veracruzana, tomando con los dedos tras la puerta tanto al PRI como al gobierno del estado, que ignoraron o subestimaron lo mismo la inercia del efecto López Obrador y la transferencia de gran parte del voto duro perredista al nuevo instituto político, como el  claro rechazo al PRI, al PAN, al PRD y a la morralla de viejo y nuevo cuño que anima a los xalapeños. 

El voto efectivo de sectores participativos y bien informados de la población urbana xalapeña, es suficiente para nulificar la estrategia electoral, pedestre y antidemocrática del partido gobernante y su “aceitada” maquinaria. 

Como corolario y fuera del menú,  la candidata derrotada fue víctima tanto de su propia soberbia como del fuego amigo de sus correligionarios priístas. Un PRI dividido se unió y operó en contra de la candidatura de Elizabeth Morales, ex diputada federal, ex alcaldesa de Xalapa y ex presidente del CDE del tricolor, dejándole sola en los tendidos a diferencia del apoyo brindado a los “cochinitos” respaldados por Duarte de Ochoa y su padrino y mentor.

La elección de diputados federales para la ciudadanía concluyó. La pelota ahora está en el terreno institucional de árbitros y calificadores, pero eso no obsta para que conste que, de acuerdo a “usos y costumbres” de los veracruzanos, termina un proceso electoral y, de inmediato, inicia otro para no perder la aviada. Hoy a un día después del evento comicial del domingo siete, ya está en marcha el proceso que desembocará en el 2016 con la elección del sucesor del gobernador fallido.

 Hojas que se lleva el viento

El evento comicial en Veracruz dejó en claro que para la vida política de la entidad,  la crítica y denuncia mediática carecen de peso y efectividad en materia electoral en un régimen que,  premiando corrupción e impunidad, el estado de derecho no cuenta. El más de lo mismo entre los mismos, es la constante.

-ooo-

La mayoría de los medios de comunicación son extensión de la partidocracia rampante, por lo que para amplios sectores de la población en Veracruz y en tratándose de la libertad de expresión, consideran no hay nada que celebrarle a los tundeteclas. Razón ésta quizá, por la que el festejo del “Día de la libertad de expresión” se reduce a los variopintos “Clubs de Tobi”, en los que se reconoce y premia a lo más selecto de su cofradía.-

Xalapa, Ver., 8 de junio de 2015.

pulsocritico@gmail.com

http://www.pulsocritico.com

https://pulsocritico.wordpress.com

Pulso crítico

Pulso crítico

J. Enrique Olivera Arce

De principiante el gambito con el que el PRI quiere sorprender a los votantes. Convocar a una consulta popular para respaldar el cumplimiento de una oferta de campaña del Sr. Peña es el pretexto explícito. Lo implícito no sólo es una maniobra más para desviar la atención del respetable de asuntos de mayor trascendencia, también una manera de trivializar la opción ciudadana a ser consultada en temas por demás relevantes para la nación.

Como ya anticiparon diversos analistas y comentaristas, la respuesta a la consulta de marras es más que obvia. Si de reducir el número de parásitos en el Congreso de la Unión se trata, para la mayoría del pueblo de México lo deseable es que se fueran todos y a otra cosa mariposa.

Pero como para el PRI los votantes somos minusválidos mentales, la consulta va, independientemente del obvio resultado. Lo relevante es distraer, manipular y acallar a una opinión pública que hoy le es adversa.

Si de reducir el número de legisladores plurinominales para aminorar costos y elevar la calidad de la representación popular en el Congreso se tratara, no habría necesidad de consulta alguna, bastaría con votar la iniciativa en ambas cámaras y, por mayoriteo simple reducir la parasitocracia a los niveles deseables que mejor convengan al tricolor.

¿No acaso en los últimos 20 meses así lo hicieran aprobando la legislación que da soporte a los afanes reformistas y autoritarios del Sr. Peña, sin necesidad de consultar y atender a la voluntad popular?

Para esta interrogante el imaginario popular también tiene respuesta obvia. Ciudadanía y voluntad popular vale madre –perdón por el exabrupto- para una partidocracia que teniendo secuestrada a la sui géneris democracia representativa que prevalece en México, se pliega a consignas de los poderes fácticos y afanes neoliberales del presidente en turno.

Simulación y engaño, es la estrategia del PRI con vías a los procesos electorales venideros. El tiro le saldrá por la culata. Son más los agravios y agraviados que las bondades de un ejercicio de democracia directa simulada. Sin necesidad de consulta alguna, en el imaginario popular recurriendo a la memoria percibe la intención perversa de la partidocracia.

Y esto va también para la consulta popular que promueve el PRD con la sibilina idea de echar abajo la reforma energética aprobada. El llamado “pacto por México” eliminó la escasa credibilidad y autoridad moral del partido del sol azteca para pronunciarse en nombre de los ciudadanos.

Morena, con perdón de los intelectuales que proponen la unificación de las izquierdas en la promoción de la consulta ciudadana revolviendo agua con aceite, congruentemente rechaza sumarse a la farsa de la falsa izquierda. Tiene su propio camino, sus particulares propósitos y, si es coherente en sus intenciones, entiende que más allá de una consulta partidista, lo relevante es movilizar a la población en contra de la legislación energética aprobada, uniéndose y haciendo suya la resistencia que ya se vislumbra en diversos sectores de la población..

De ahí que resulte patético si no es que ridículo, el que los textoservidores de siempre quemen incienso a los pies de la ex alcaldesa de Xalapa y hoy presidente del CDE del tricolor en la entidad veracruzana, atribuyéndole la paternidad de la presunta consulta popular en el tema de la reducción en el número de plurinominales. La señora es demasiado poca cosa como para diseñar tal cortina de humo. Y si efectivamente, la iniciativa fuera de su autoría, que pobre entonces una dirigencia nacional que se deja embaucar embarcándose en una iniciativa que nace muerta. Pero la consulta va, así lo ha decidido Peña Nieto, todo sea para revertir la tendencia electoral de una ciudadanía engañada y lastimada que no confía en su presidente.

Y por el mismo camino transita la iniciativa panista de consulta popular sobre el minisalario. Todo sea para trivializar un esfuerzo serio por enriquecer la vida democrática de este país, como lo es la iniciativa de Morena, Movimiento Social antes que partido político.

Hojas que se lleva el viento

Si en la vida política nacional ética y moral tuvieren algún significado, podría afirmarse que el PRI en el fondo de la crisis del sistema de partidos en México se ostenta ante la ciudadanía con doble cara, doble moral al condenar hasta la saciedad a los fiesteros del PAN y simultáneamente exonera a Cuauhtémoc Gutiérrez de la Torre “príncipe de la basura”, acusado como presunto responsable de operar una red de prostitución con recursos públicos del tricolor del Distrito Federal. Pero no hay moral, no hay ética, no hay principios en un partido que nació para engañar y manipular.-

Cd. Caucel, Yucatán, agosto 24 de 2014

pulsocritico@gmail.com
http://pulsocritico.com
https://pulsocritico.wordpress.com

 

Pulso crítico

J. Enrique Olivera Arce

“El primer emperador romano, Octavio Augusto, consiguió sus inmensos y abusivos poderes porque la República se los otorgó de buen grado. ¿Y por qué hizo semejante barbaridad la República romana, por qué se suicidó? Cuncta fessa, explicó Tácito: “Todo el mundo está cansado”. Sí, estaban cansados de la inseguridad política y social y no creían en las instituciones. Así perdió Roma sus derechos y libertades durante siglos. A veces los pueblos se suicidan”. Rosa Montero / El pais

Casi el paraíso para un México en el que la palabra presidencial es sagrada. Hasta el dirigente nacional del PRI, Cesar Camacho, se aventó la puntada de afirmar que gracias a las reformas de aquí en adelante el PRI ganará las elecciones. Ruido mediático con el que se pretende afirmar la supremacía del PRI y descalifica a los opositores a la panacea sexenal fraguada desde los centros del poder neoliberal global

“las principales fuerzas políticas y el gobierno de la República firmamos el Pacto por México, para impulsar juntos una amplia agenda de reformas. Gracias a este acuerdo nacional fue posible concertar en tan sólo 20 meses las reformas transformadoras que México necesitaba. Se trata de un gran logro de la democracia mexicana; son reformas estructurales que permitirán liberar al país de las ataduras que le han impedido desarrollarse a mayor velocidad”, ha afirmado Enrique Peña Nieto

Y al amparo de la optimista y aventurada declaración presidencial se soltó la cargada, las reformas que se presume son estructurales, para gobierno y partidocracia son la llave maestra de la puerta del desarrollo y prosperidad y mágica solución para enderezar entuertos pasados y presentes..

No será fácil ni los resultados llegarán de inmediato, afirma el Sr. Peña, pretendiendo sumar el esfuerzo unitario de todos para lograr que las reformas, hoy en el papel, se materialicen tras ser aprobadas sin consulta y sin consenso nacional por el grupo de notables que, desde la partidocracia, mantienen secuestrada a la democracia representativa en este país de larga data de autoritarismo y sumisión.

No será fácil. En ello lleva razón el presidente. La resistencia a la instrumentación y logro de propósitos y objetivos contemplados implícita y explícitamente en el rosario de leyes con las que se traiciona a México, silenciosa, sin aspavientos más allá de las clásicas movilizaciones manipuladas por la llamada izquierda para desinflar indignación y protesta, la resistencia popular en todos los rincones del país se encargará de que así sea, hasta donde el cuerpo aguante.

Más no sólo eso, al interior de la administración pública en los tres órdenes de gobierno, así como en el seno mismo del poder real y partidocracia, las contradicciones del sistema se harán sentir ocupándose la corrupción e intereses creados de generar su propia resistencia a la modificación de un estado de cosas del que hoy son beneficiarios.

La promesa de no privatizar la riqueza nacional, machaconamente expresada y difundida por el régimen peñista, abre la puerta a la resistencia popular. Peña Nieto y la partidocracia mintieron y manipularon la información, privatizando lo que por principio es de todos los mexicanos. La respuesta de un pueblo engañado y lastimado más temprano que tarde se dejará sentir en amplias capas de la población.

Afirmar que con las mentadas reformas se incrementa la calidad de la democracia, si que no tiene nombre.

Quien miente una vez, seguirá mintiendo. No hay nada que pueda impedir que no se crea más en la falsa panacea. Ni crecimiento económico con desarrollo, ni empleo y reparto con justicia y equidad social de la riqueza producida como camino al bienestar para todos, se toma ya como premisa válida de lo que desde Los Pinos se pretende vender como nueva época de vacas gordas para un México que se niega a crecer.

El pueblo de México calla, pero no es tonto. La prisa por entregar el país al capital trasnacional delata las intenciones perversas del gobierno neoliberal y así lo percibe la gente. La ofensa a la inteligencia está a flor de piel, retroalimentándose con un clima de desigualdad y pobreza que lejos de amainar anuncia con negros nubarrones la próxima tormenta.

No es circunstancial que los pobres entre los pobres de este país, los pueblos originarios, “condenados de la tierra” que no tienen nada que perder, conocedores de la secuela del despojo y consecuencias por tenerlo siempre por vivido, sean los primeros en velar armas preparándose para lo que viene. Tierra, agua y territorio se defienden.

No será fácil, Peña Nieto lo percibe en la burbuja de su mundo, ajeno a lo que se cocina en el mundo que le es desconocido. Para este último, el del pueblo en su vida cotidiana, Peña no tiene respuesta que le justifique.

Tan es así, que bajo su mandato paradójicamente se oferta con las reformas mal llamadas estructurales prosperidad y bienestar para todos a la par que se niega el incremento al salario, vía para estimular producción, productividad, capacidad real de compra, fortalecimiento del mercado interno y acceso a mejores condiciones de vida de la población. Eh ahí la gran paradoja de la borrachera reformista.

Bienestar y prosperidad sí, pero no para todos, la acumulación y concentración de la riqueza para los menos y desigualdad, pobreza y exclusión para los más, es el mensaje.

Hojas que se lleva el viento

La partidocracia puso en marcha una gran campaña mediática que a nivel nacional ofrece al pueblo de México el sacrificio de algunos panistas de renombre, a quienes se acusa de faltas a la moral republicana. Un distractor más al servicio de las reformas aprobadas, con el que se manipula a los sectores más atrasados de la población para desviar la atención de la opinión pública, alejándole de lo verdaderamente relevante y trascendente para México, la traición de diputados y senadores en el Congreso de la Unión bajo consigna y pago de por medio del presidente de México.

La campaña tiene su costo. ¿Cuál es la diferencia entre el rey de la basura cobijado por el PRI y los alegres panistas infractores? La moral sólo queda en el anecdotario como la mata que da moras. No hay diferencia y salvo contadas y respetables excepciones, la ética es ajena a la parasitaria clase política que gobierna.

Carencia de principios morales en la vida política de México es la constante. La corrupción iguala a todos; el pueblo lo percibe y lo sabe, ya llegarán los tiempos de cobrar factura en los comicios. Claro, si la sociedad decide no más suicidarse.- Cd. Caucel, Yucatán, 17/08/2014.

pulsocritico@gmail.com
http://pulsocritico.com
https://pulsocritico.wordpress.com

Pulso crítico

  1. Enrique Olivera Arce

«No llores como mujer por lo que no supiste defender como hombre». Sultana Aixa, madre de Boabdil “El Chico”

Tras advertencia no hay engaño; la culpa no la tiene el indio sino quienes lo hicimos compadre. El Congreso de la Unión culminó el proceso de aprobación de las leyes secundarias en materia energética y el Sr. Peña, satisfecho se da por bien servido, anunciando que viene la etapa de instrumentación y consolidación de lo aprobado. Los mexicanos no tenemos cara para reclamar cuando como ciudadanos no supimos defender lo que es de todos.

La traición de diputados y senadores, legislando de espaldas a un pueblo inconsulto, triunfo pírrico de la reacción. El triunfo real y verdadero deberíamos atribuirlo al masoquismo indiferente, a la abulia y desinterés de un colectivo carente de ciudadanía. Peña Nieto lo advirtió en tiempo y forma, las reformas van y en estas se confía para el arribo del país al crecimiento económico, bienestar y prosperidad para todos; los mexicanos no supimos evaluar el riesgo y actuar en consecuencia.

No hoy con el niño ahogado, sino en su momento, al ungir al aprendiz de brujo como presidente, otorgándole confiadamente nuestro aval en las urnas.

Indiferentes consecuentemente atrapados por distractores mediáticos, dejamos hacer, dejamos pasar sin valorar consecuencias futuras.

Hoy ni llorar es bueno, ya será el tiempo y la circunstancia que define el reacomodo de las fuerzas políticas y económicas en la aldea global, lo que a un pueblo conforme y conformista le depara el futuro bajo el falso resplandor de la panacea que nos deslumbra.

Lo que sigue, instrumentar y consolidar al unísono la cascada reformista. Tarea nada fácil y no libre de obstáculos. Sin la participación consciente y consecuente de un pueblo sin ciudadanos, que en el terreno de los hechos de soporte a lo que por ley está escrito, en un país de leyes carente de Estado de Derecho que se reconozca y respete como tal por todos y a plenitud, el reto, lo mismo para la administración pública que para las poderosas empresas presuntamente lo mismo beneficiarias que creadoras de empleo y riqueza, cuesta arriba y contra la corriente, es evitar el efecto bumerang de lo aprobado.

Lo asentado en el papel no necesariamente habrá de reflejarse en la transformación y cambio hacia adelante de una realidad que nos agobia. Mal consejero al fin, el estómago vacío podría pesar más que indiferencia popular o mala fe de la reacción. El dejar hacer dejar pasar frente a la traición, bien podría trocarse en resistencia. El valiente vive mientras el cobarde quiere, reza la conseja. Esperemos que así sea.

El país sigue su marcha sin que se tome conciencia de que México ya es otro. En los anales de la historia quedará marcado el antes y después de la traición; en la vida cotidiana de millones el cambio para bien o para mal se reflejará en el transcurrir de una realidad que terca no duda en cobrar factura.

Más temprano que tarde, el pacto por México definirá en las urnas de que cuero salen más correas.

Ya nada será igual, tengámoslo por seguro. Independencia y soberanía nacional y con ello raíces, identidad e historia común, uncidas al reacomodo de las fuerzas y e intereses globales de un mundo multipolar en el que los menos, ávidos de hegemonía determinarán nuestro destino.

Política y economía, y por ende relaciones sociales entre los mexicanos se regirán por otras reglas, por otros cánones, respondiendo a un mandato que nos es ajeno. Ilusos aquellos que creen que la historia se repite, transitar por el camino andado y tropezar con la misma piedra, no pasa de ser fábula. Nadie se baña dos veces en el mismo río, hoy el torrente es otro, es el México que dejando de ser nuestro se diluye entre montañas y desiertos en busca de un destino, hoy ya dispuesto a entregarse a manos extranjeras.

Hojas que se lleva el viento.

Asumiéndose vocero de 8 millones de veracruzanos, sin consulta previa y a bote pronto, el Sr. Dr. Javier Duarte de Ochoa afirmó ante Peña Nieto que Veracruz está con las reformas estructurales en los términos aprobados por el Congreso de la Unión. Lástima Margarito, Peña ni lo peló preocupado y ocupado como estaba en el diseño y promoción de más circo al pueblo, Ahora en la modalidad de automovilismo de alto rendimiento (Fórmula Uno) en México.

-ooo-

Y mientras el país entero se prepara para hacer frente al despeñadero aprobado por diputados y senadores del PRI, PAN, PVEM y Panal, en Veracruz nos tronamos los dedos especulando sobre la presunta renuncia de un funcionario no tan menor del gabinete duartista.

-ooo-

Óigalo bien estimado lector. No hay lugar a confusiones, ni un voto más a favor de los traidores. PRI, PAN, PVEM, Panal, e incluso el PRD no merecen ser beneficiados en las urnas.

pulsocritico@gmail.com

http://pulsocritico.com

https://pulsocritico.wordpress.com

Pulso crítico

José Enrique Olivera Arce

En apunte anterior consideraba a que a mi juicio el principal reto para Morena como naciente partido político, es al más corto plazo el democratizar su vida interna.  Condición sine qua non para trascender en la vida política de México.

Tras observar el comportamiento de la partidocracia dominante, cómplice en el Congreso de la Unión de la traición a México impulsada desde Los Pinos, parece que el reto planteado está fuera de lugar en un escenario en el que poco o nada tiene y puede hacer el partido naciente como oposición electoral y legislativa.

Ha quedado demostrado con  creces con un episodio de los más negros de la historia de México, que la vía institucional en el país está cerrada para una izquierda auténtica y consecuente. Luego en términos prácticos la democracia partidista, encasillada en sus propios límites termina por ser vulnerada y presa de un sistema que no acepta el libre tránsito más allá de lo permisible por sus propias reglas, objetivos y propósitos antidemocráticos.

Autoritarismo, imposición y talante antidemocrático bajo las reglas del juego de los dueños de las canicas, es el marco dominante. La voz disidente en el estrecho marco institucional cae en tierra estéril. Se legisla a modo, a conveniencia y  y en franca connivencia del PRI con el PAN, acatándose de espaldas a la voluntad popular inconsulta la consigna de un presidencialismo que vuelve por sus fueros. El debate parlamentario es letra muerta; por sobre el diálogo y razón de Estado se impone el interés de una minoría de notables ejerciendo dictatorialmente “el derecho” que deviene del secuestro de la voluntad ciudadana en una democracia representativa simulada.

A este escenario se suma por voluntad propia Morena, habiendo de entrada aceptado reglas del juego antidemocráticas que le condicionan tanto en lo electoral como en el ámbito legislativo no le es dado avanzar en un proceso de cambio verdadero. En tal condición, el nuevo partido terminará por jugar el papel de comparsa del PRI y del PAN en tanto no cuente con la mayoría en el Congreso de la Unión y su equivalente en las entidades federativas. Mayoría que teóricamente se obtiene en las urnas y que por principio le será vetada o escamoteada sujetándole a un marco jurídico que le es adverso, como está previsto en las reglas del juego que aceptara.

La única opción institucional valedera, sería cambiar tales reglas adecuándolas a las necesidades de avance y consolidación de nuestra incipiente democracia, con sustento en la participación consciente y responsable de las mayorías en un proceso ascendente de construcción de ciudadanía. Implicando ello enfrentar tanto a la partidocracia dominante como al poder público depositado en un poder ejecutivo federal contrario a los intereses más caros de la nación.

Contra la pared, aherrojado, las reglas aceptadas se lo impiden, o su comportamiento es modosito y dócil o pierde el registro y a otra cosa mariposa.

De ahí que  más allá de la imprescindible democratización partidista que asegure largo aliento a Morena, está el reconocer  por este y actuar en consecuencia, que bajo las reglas del juego aceptadas en el ámbito electoral y legislativo nació para perder.

Lo  cual implica que en su arribo a la vida política institucional requiera de algo más que el protocolario tránsito de la vía electoral para avanzar en la búsqueda del cambio verdadero que propone Andrés Manuel López Obrador, razón de ser del nuevo partido como expresión política de oposición desde las izquierdas; y ese algo más considero que es el mantener simultáneamente el carácter de partido político  y de movimiento social con una estrategia incluyente de frente amplio, haciendo suya sin sectarismo alguno la lucha reivindicatoria de las mayorías empobrecidas que se debaten entre el descontento, hartazgo y rechazo a un régimen neoliberal que “moderniza” para oprimir y vender a México. 

Sin un programa y una acción consecuente de  frente amplio que le vincule en la calle a las movilizaciones sociales, Morena, al igual que en su momento el PRD, doblaría las manos para terminar cediendo en el rejuego político electoral y legislativo dominado por la partidocracia. Ganar la calle navegando en el filo de la navaja, fortaleciéndose para pesar de manera determinante en la correlación de fuerzas con vías al rescate de la democracia representativa, es a mi juicio el camino.

Esta es mi opinión personal, faltaría ver si Morena no pierde de entrada el camino cayendo en un sectarismo de capilla como reflejo de impotencia de toda minoría electoral y parlamentaria, lo que daría al traste con lo que hoy muchos estimamos como esperanza para México. El tiempo lo dirá.

Hojas que se lleva el viento.

Tan respetable como vehemente la defensa de lo indefendible que la Sra. Doctora Zaida Alicia Lladó Castillo como priísta de cepa hace en su último artículo publicado bajo el título “Pobres o ricos, todos contamos en este país “. Está en su derecho y su vida entregada al PRI así se lo exige. El tiempo y y el fruto de la traición se encargarán de demostrar que la minoría de notables que gobierna en México navega en sentido contrario al sentir nacional, dividiendo y polarizando a los mexicanos en perjuicio del progreso y la anhelada prosperidad de un pueblo empobrecido.

-ooo-

Sin necesariamente estar de acuerdo con los contenidos de los artículos autoría de la periodista Claudia Guerrero Martínez,  con ella me solidarizo y sumo a la indignación y repudio a que ha dado lugar la agresión que ésta destacada comentarista sufriera  a manos de la agrupación lumpen autodenominada “de los 400 pueblos” y liderada por Cesar del Ángel. No sólo se vulnera una vez más en Veracruz el derecho a la libertad de expresión, más grave aún, se confirma con la impunidad que el gobierno del estado brinda a esta pandilla de agresores la ausencia del Estado de Derecho en la entidad y la incapacidad de la administración pública para ofrecer seguridad y justicia a la gran familia veracruzana. Chelem, Yuc., 31/07/2014

 pulsocritico@gmail.com

http://www.pulsocritico.com

https://pulsocritico.wordpress.com

Pulso crítico

J. Enrique Olivera Arce

No suelo preocuparme y ocuparme de los asuntos internos del PAN; que con su pan se lo coma un partido político reaccionario, retrógrada y ajeno a los intereses más caros de la nación y que hoy por hoy, no diferenciándose en nada del PRI y del PRD, es puntal sustantivo de la triada política corrupta que, asumida como partidocracia, tanto daño infringe a nuestro país.

 

Sin embargo y en atención a que ya hice referencia a la “rebelión en la granja” priísta en Veracruz, abundando sobre el mismo tema que diera lugar a ésta y ahora en los corrales panistas, comento un hecho que a mi juicio reviste especial relevancia en tanto nuestra vernácula clase política juega con los destinos de Veracruz, privilegiando el falso debate sobre la sucesión del Sr. Dr. Javier Duarte de Ochoa en la titularidad del Poder Ejecutivo por sobre los problemas ya inocultables de una entidad federativa en desgracia.

 

Siempre considerando como premisa el miedo cerval que inspira a la fidelidad y al duartismo el ex priísta y hoy panista Miguel Ángel Yunes Linares, ante lo que este pudiere decir sobre el actual estado de cosas de una administración pública fallida en Veracruz, el Congreso local en un inusitado hecho contrario al clima democrático que debe reinar en un organismo plural que en teoría representa a la totalidad de los veracruzanos, por mayoría de los diputados no autorizó el uso de los espacios físicos del Palacio Legislativo para realizar este viernes 27 de junio un “debate entre militantes del mismo partido”. Esto en relación a la invitación a debatir que le formulara el diputado Julen Rementería a su correligionario Yunes Linares.

 

Inusitado en tanto que el recinto legislativo por primera vez en su historia es negado por los diputados ni más ni menos que para un debate entre ciudadanos que es de interés general para los veracruzanos. Más cuando una semana atrás fuera escenario para la presentación de un libro, auspiciada por y para particulares en su mayoría priístas.

 

Esto sin considerar que a un diputado local legalmente electo, gozando de fuero constitucional se le niega por sus pares el derecho a dialogar públicamente en el recinto legislativo con un ciudadano, pretextándose un motivo baladí.

 

Un “debate entre militantes del mismo partido”, en el recinto legislativo, por cierto, no compromete independencia e integridad del Congreso, al contrario le honraría toda vez que reconocería que el Palacio legislativo es la casa del pueblo.

 

El punto de acuerdo de la Junta de Coordinación Política llevado al Pleno en la Novena Sesión Ordinaria y votado por la mayoría, de inmediato obtuvo respuesta, poniéndole más calor al cotarro ahora agitado por la iniciativa del gobernador de Veracruz que pretende armonizar el marco legal de la entidad en materia electoral con la reforma político electoral aprobada por el Congreso de la Unión.

 

Correspondiendo a Miguel Ángel Yunes Linares la inmediata respuesta, difundida vía correo electrónico por sus voceros (yuneslinares.prensaveracruz@gmail.com), y que a la letra cito:

 

“Cerrar las puertas del Congreso del Estado a los ciudadanos es una torpeza más de Javier Duarte.

– Quiere reformar la Constitución y las leyes electorales sin que los veracruzanos opinemos

– La ineptitud de Duarte le impide darse cuenta de que ha llegado la hora de la democracia.

Por instrucciones de Javier Duarte los diputados del PRI se opusieron a que se llevara a cabo en el Congreso del Estado el debate al que me había convocado el Diputado Julen Rementería acerca de las reformas en materia electoral.

Nunca en la historia de ningún Congreso se había votado para impedir un debate y escuchar la voz de un ciudadano.

Tuvo que ser Javier Duarte quien hiciera pasar ésta vergüenza al Congreso del Estado y a los diputados que son afines al gobierno que encabeza.

No es extraño en Duarte. Es hombre sin ideas, sin propuestas, y lo que es más grave, sin compromiso con Veracruz.

Por eso nunca acepta debatir, solo suelta palabras al aire, sin sustento, sin sentido, ocurrencias, no ideas.

No responde a las críticas, agrede a los críticos.

Debatir enriquece la vida pública.

Se trata de contrastar ideas y propuestas y obtener lo mejor de cada una.

Ese es el objetivo del debate al que me convocó el Diputado Julen Rementería y al cual Duarte se opone, porque sabe que exhibiremos su intención de cambiar los procesos electorales para favorecer al PRI aunque le cause un grave daño a Veracruz.

Después del acuerdo vergonzoso de hoy, el Congreso del Estado debiera cerrar sus puertas; una vez más se ha demostrado que es solo una oficina de trámites de Javier Duarte, con la excepción de algunas diputadas y diputados dignos que defienden a Veracruz. Es un gasto innecesario.

Para debatir cualquier espacio es bueno.

El Diputado Julen Rementeria sugirió el Congreso del Estado y yo acepté con mucho gusto, pero ante la decisión de cerrar ese espacio a las ideas, propongo al Diputado Julen Rementería que celebremos el debate en la Plaza Lerdo de la Ciudad de Xalapa, frente a Palacio de Gobierno, el mismo viernes 27 de junio a las 10 de la mañana.

Si Julen lo acepta estará contribuyendo a romper las ataduras a la democracia que ha impuesto Javier Duarte”.

Hasta aquí el comunicado.

La respuesta de Yunes Linares no merece mayor comentario de quien esto escribe. Habla por sí, más sin embargo cabe de mi parte agregar que la carencia de oficio político de quienes en Veracruz toman decisiones, pone innecesariamente más leña al fuego en un tema que, a la luz de la situación que guarda la entidad en materia de seguridad pública y deterioro del tejido social, economía en recesión, desigualdad, pobreza y una administración pública estatal fallida secundada por Ayuntamientos quebrados, ni tiene relevancia ni debería ser del interés de los veracruzanos, mirones de palo al fin, cuando la sucesión del actual gobernante se contempla para el 2016. Amén de que para todos es público y sabido que la legislación electoral actualizada o no, es letra muerta cuando de los intereses de la clase política se trata.

Así que tomémosle como una cortina más, calientita y con más humo, con la que se pretende ocultar lo inocultable. Nadie entre la clase dirigente sabe cómo sacar al buey de la barranca. La entidad veracruzana está hundida en el lodo de la corrupción, ineficiencia e ineficacia y aún hay más, descaro y grosera impunidad.

La realidad terca como siempre, habla por todos, y eso es lo que importa.

pulsocritico@gmail.com
http://pulsocritico.com
https://pulsocritico.wordpress.com

Pulso crítico

J. Enrique Olivera Arce

Valiéndose del hecho de que no existe oposición partidista al frente,  el gobernador Duarte de Ochoa turna a la legislatura (sin H y con minúsculas) la iniciativa de ley de armonización educativa para el estado de Veracruz y, en menos de 24 horas,  con una abstención y 2 votos en contra, los diputados pastoreados por el priísta Juan Nicolás callejas Arroyo la aprueban sin mediar nada que justifique, tanto inusitada premura como legalidad del agandalle y, mucho menos legitimidad social de dicho ordenamiento. ¡No tienen vergüenza!

Para colmo, Emilio Chuayffet, Secretario de Educación, insinúa que la aprobación de la ley estatal de marras será impugnada por la federación por contravenir lo dispuesto en la reforma educativa peñista (Sociedad 0.3, marzo 5 de 2014).

Si en el pasado para los priístas aquello de que la forma es fondo se tomaba en consideración en los actos de gobierno para taparle el ojo al macho, esto se perdió. La suerte sigue al principal y las decisiones se toman sin más con cinismo y descaro. Y así como hoy el presidente Peña deja atrás la sana distancia con su partido,  pasándose por el arco del triunfo el gobernar para y con todos a que obliga una sociedad plural, en Veracruz la desvergüenza de una dócil y ovejuna pseudo representación popular, se pasa por lo más pando a sus representados, votando al vapor, sobre las rodillas y sin el menor apego a las formas, una inconsulta ley que por principio es rechazada por el principal interesado y afectado como es el magisterio veracruzano.

Pueden cantar a los cuatro vientos que la legislación aprobada está plagada de bondades y beneficios y que sólo es rechazada por una “minoría de güevones”, pero eso no obsta para que conste  el que la ciudadanía se sienta engañada y burlada una vez más por un gobernante y sus lacayos que no dejan de pensar que gobiernan para un pueblo de menores de edad.

Y aquí cabe también calificar como lacayuno el aval al gobernador y sus diputados por parte de los espurios liderazgos oficiales y oficiosos del sindicalismo magisterial, mafia al servicio PRI-gobierno y parte sustantiva de la corrupción en el sector educativo.

Qué bueno que este vergonzoso y ofensivo desaire a la ciudadanía ocurre durante las fiestas de carnaval. Así queda exhibida la mayoría de la diputación local como lo que son: simple comparsa de simuladores que bailan al son que toque el  ahora madrugador gobernador. Ojala y esta imagen perdure en la mente de los veracruzanos para, con todo derecho de causa, den la espalda a la partidocracia en los próximos procesos electorales.

Votar ya no tiene sentido. Si el concurrir a las urnas se consideraba como la única oportunidad de expresarse en democracia frente a un régimen político caduco, autoritario y corrupto, esta oportunidad ya está cerrada.

Las formas hablan por el fondo, democracia representativa deviene en caldo de cultivo para simulación, gatopardismo, corrupción e impunidad sin el menor respeto a los votantes. Y aún hay más, aprobada la ley de marras no garantiza su cumplimiento… Al tiempo

Y a otra cosa mariposa, a propósito de dignidad.

Lamentable es que el gremio de los tundeteclas de a pie renuncien de un día para otro a su rabia y sed de justicia a cambio de un frugal desayuno invitado por el Sr. Dr. Duarte de Ochoa. Lo que hoy se ve a continuación de la rueda de prensa que el gobernador ofrece los lunes, ni es acercamiento con los periodistas ni mucho menos con los veracruzanos todos. Tampoco nueva cara del duartismo como dicen los apologistas de la prosperidad mediática; es simple y llanamente una faceta demagógica más de simulación con la que entre medias verdades y medias mentiras, el poder público pretende reconciliarse con una sociedad que acumula frustración y hartazgo.

Si los reporteros de los diversos medios de comunicación de la capital veracruzana lo que buscan para ganarse el pan de cada día es información de primera mano, no necesitan de que medie un desayuno salpicado de chistes y frivolidades para cumplir con su tarea. Básteles con “refritear” el boletín de prensa que publica la oficina de prensa en la Internet dando cuenta cotidiana de las ocurrencias de la administración pública estatal. Poco profesional, pero seguramente más digno para quienes quieran y estén dispuestos a respetarse  a sí mismos.

Hojas que se lleva el viento

El tiempo transcurre y la población observa. El beneficio de la duda otorgado al joven alcalde de la capital veracruzana, tiene límites. Desde estas líneas recordamos al Sr. Zúñiga Martínez que para cada xalapeño la ciudad empieza en su calle. Cerros de basura en las esquinas, profundos y amplios baches en calles y avenidas, talleres mecánicos y auto perreras o auto macetas a media calle, pésimo y caro servicio de transporte público, nula vigilancia nocturna, desorden en tianguis y mercados sobre ruedas e incuestionables daños a terceros por el comercio informal tolerado, no es la imagen que deseamos para una ciudad que será sede de los más deslucidos Juegos Centroamericanos y del Caribe de que se tenga memoria. Antes que costosas obras de relumbrón, a lo que la ciudadanía aspira es a una ciudad limpia, ordenada, habitable, segura  y digna para propios y extraños…  Ojo, Sr. Alcalde.

pulsocritico@gmail.com

http://pulsocritico.com

https://pulsocritico.wordpress.com

Pulso crítico

J. Enrique Olivera Arce

Es preciso revertir una peligrosa tendencia que se sintetiza en una consigna rayana en el suicidio: “al enemigo no se lo estudia sino que se lo combate.” Atilio A. Boron

Los tragos decembrinos no son buenos consejeros cuando de satisfacer el ego y alimentar el morbo de lo más atrasado de los lectores se trata. Sólo así se explica el que un renombrado periodista veracruzano afirmara sin más que “cualquier pendejo es presidente”, haciendo referencia a la elección y presuntas reformas estructurales del Sr. Peña Nieto.

Ligereza e irresponsabilidad cuando cualquier papanatas se asume periodista, porque si de algo carece el presidente de México es del atributo que el culto tundeteclas le atribuye.

Una cosa es estar en desacuerdo con su entreguista estrategia y desempeño neoliberal y otra, muy distinta, el considerar que esté actuando por ignorancia y  sin conocimiento de causa en asuntos de la mayor trascendencia para el presente y futuro de México.

Atribuirle debilidad mental  al presidente es ignorancia supina de quien cuelga la etiqueta; el Sr. Peña desde su toma de posesión hizo suyos los tiempos, jugó en abierto sus cartas, incorporó al PAN y a la izquierda electoral al llamado pacto por México, haciéndoles partícipes de la traición a México; propició una amplia difusión de sus pretensiones privatizadoras, dando lugar de facto a un amplio debate público al que no faltó lo más lúcido de la academia,  sin ceder en lo más mínimo en su propósito imponiéndose a la crítica y a la protesta popular.

Por la vía del fast track, contando con la complicidad de senadores y diputados, salió avante con sus presuntas reformas estructurales. Aprobadas estas por el Congreso de la Unión y ya promulgadas, nos guste o no, son de observancia general.

Los resultados son los que cuentan y, aunque a mi juicio pírrico e ilegitimo, no se le puede escatimar al Sr. Peña un triunfo fruto de alguien que sabe como mover el abanico en un sistema político decadente y antidemocrático que responde a intereses ajenos a los más caros de la Nación.

De paso, alineó a la mayoría de los gobernadores en su propósito de restauración del viejo régimen presidencialista, recuperando para el centro el control de las entidades federativas en manos de cuasi virreyes.

Y por si fuera poco, eliminó al PRD como expresión opositora en el Congreso de la Unión jugándole el dedo en la boca; poniéndole la zanahoria por delante, en éste se apoyó para dar paso a un nefasto bipartidismo de ultraderecha que está llegando para quedarse.

Y aún hay más.

Así las cosas, el Sr. Peña no es ningún “pendejo”. Que no nos guste el modo es otra cosa. Que el pueblo de México perdido en la indiferencia y en el “buen fin” previo al canto de los villancicos navideños, haya optado por dejar hacer, dejar pasar, descansando en lo que bien a bien pudiera hacer el oportunista y acomodaticio PRD en contra de la aprobación de las reformas, es diferente.

Como otra cosa también es el hecho de que las clases medias empobrecidas y sin conciencia plena de su situación y expectativas económicas y sociales, en su momento le dieran la espalda a López Obrador y su movimiento en contra de la privatización de la industria petrolera nacional.

Hoy, a toro pasado, se reacciona mal y  tardíamente. Frente al autoritarismo de una nueva manifestación del presidencialismo centralista, ante hechos consumados gritos y sombrerazos y,  peor aún, expresiones soeces fruto de incomprensión e impotencia cuando lo que cabe es la reflexión y autocrítica constructiva por aquello que como mexicanos no hemos sabido o no hemos querido defender.

Ofender al hombre sin referencia al sistema que contextualiza el ejercicio del poder, o es ignorancia o pedestre mala fe. Ubicar los propósitos privatizadores como debilidad mental de un presidente y no como objetivos sistémicos neoliberales de ajuste global, es ignorar la realidad del mundo y el papel que a México históricamente le asignan poderosos intereses de nuestro vecino del norte.

El ofendido es presidente de la República, el que ofende es cuenta cuentos pueblerino, he ahí la pequeña diferencia.

Paradójico, quien acusa al gobernador de Veracruz de restringir la libertad de expresión, cae en el más corriente libertinaje en el ejercicio de la libertad que dice vulnerada. Ayuno de ideas arremete contra molinos de viento, haciendo de la crítica vulgar parodia de un aldeano tundeteclas que así mismo se cuelga del pescuezo la etiqueta: “Cualquier pendejo es periodista”.- Cd. Caucel, Yucatán, diciembre 30 de 2013.

pulsocritico@gmail.com

http://pulsocritico.com

https://pulsocritico.wordpress.com

Pulso crítico

J. Enrique Olivera Arce

Bueno, no estábamos tan equivocados cuando de manera recurrente a lo largo de más de dos años,  insistiéramos en ponerle atención a lo que se percibía como una profunda crisis del sistema político y régimen de partidos políticos en México.

Forma es fondo. Substituidas las formas por cinismo y desvergüenza, el sistema político exhibe obsolescencia y pérdida de legitimidad; democracia y Estado de derecha dejaron de ser referentes  para la permanencia del pacto social que con pinzas sostiene unidad republicana.

Sistema político tocando fondo

Sistema político tocando fondo

Lo que ha venido aconteciendo en  las últimas semanas en la vida política del país, no deja lugar a dudas. Sin excepción de color de camisetas, todos y cada uno de los partidos políticos que conforman el espectro han mostrado el cobre, renunciando de facto al papel que la sociedad les tiene asignado como representación de las diversas fuerzas político-electorales, así como a su función como correa trasmisora del necesario diálogo y concertación entre gobierno y población. De paso, constituidos en partidocracia,  respondiendo a intereses personales y de grupo, vienen vulnerando  legitimidad y libre juego democrático en los Congresos federal y de los estados, en perjuicio de la democracia representativa.

A tal grado, que la representación ciudadana ha dejado de ser tal, actuando  senadores, diputados federales y locales como extensión de sus respectivos partidos de espaldas y en contra de los intereses de sus electores.

Unos porque se asumen mayoría, otros porque a sabiendas de que son minoría en los cuerpos legislativos privilegian intercambio de favores y arreglos en lo oscurito, recurriendo a un vulgar chantaje vendiendo caro su voto para asegurar supervivencia.

La aprobación al vapor en ambas cámaras de las reformas propuestas por el presidente Peña, es ejemplo de ello. Más allá del contenido y trascendencia de lo que se nos oferta como panacea para dar el salto adelante y salir del subdesarrollo, las formas asumidas en el proceso legislativo descalifican la presunta bondad de lo aprobado.

Y aún hay más. La aprobación en automático, por instrucciones superiores y en tiempo record de la reforma energética por los 17 Congresos locales controlados por la mayoría priísta, no tiene nombre. Quienes levantaran el dedo para dar el sí ignorantes de lo que sin conocimiento previo, sin consulta y sin debate aprobaran, para la ciudadanía no teniendo madre ni siquiera tienen cabida en el grupo de privatizadores que con justeza calificara con malas palabras la senadora campechana  Sansores San Román.

Con este sistema político, con este régimen de partidos políticos, con estos senadores y estos diputados, el Estado-Nación queda en franca indefensión; soberanía e independencia por mandato constitucional no son ya principios que abonen al pacto social federal. 

El divorcio entre partidos políticos, representación ciudadana y electores se amplía, vulnerando al sistema político en su conjunto. Si este subsiste es por inercia lo que, a su vez, favorece a la crisis por el que este atraviesa. A menor resistencia ciudadana, mayor es el margen de maniobra de la partidocracia y, paradójicamente, menor la del sistema en su conjunto en perjuicio de gobernanza y gobernabilidad.

La ciudadanía lo observa, califica y saca conclusiones. Credibilidad en sus representantes, así como confianza en las instituciones republicanas  y reconocimiento de legitimidad en los tres órdenes de gobierno están a la baja. Lo más grave de esta crisis percibida, es que nadie hace nada por aceptarla y buscarle solución, mientras el descontento, hartazgo y protesta va en aumento. No pasa nada, para qué cambiar, se dice en los círculos políticos y en consecuencia con este mismo talante se actúa en la administración pública.

Se cambia para seguir igual mientras el país se hunde por ausencia de visión de Estado tanto en el horizonte de largo aliento como en la coyuntura para dar certidumbre y confianza respecto a destino cierto y ruta crítica para transitar y arribar al México que deseáramos para el futuro. Improvisación y palos de ciego es la constante, mientras delincuencia, corrupción e impunidad carcomen tejido social.

Sin certidumbre no hay seguridad. Nadie quiere dar el paso al vacío, perdiéndose unidad de propósitos y consensos para la acción. Dejando al azar el futuro de las nuevas generaciones. Con todo cinismo y simulación se aprueban leyes y políticas públicas cuyo objetivo difuso aterrizará si bien nos va en una realidad futura para cuya construcción se sustenta en un presente incierto.

La aprobación de la reforma energética se encuentra en esta tesitura. Reformada la Constitución, sin leyes secundarias claras, sin hoja de ruta  transexenal que proponga pasos firmes, supervisión, control y evaluación durante y ex post, se borda en el vacío;  dejando abierta la puerta para que improvisación y corrupción presionen para dar marcha atrás en el presunto propósito neoliberal de modernización basado en privatización de la cosa pública, desarrollo tecnológico, inversión privada, productividad y competitividad.

Ayer era otra cosa. Hoy la moda con Peña Nieto, mañana dios dirá, como suele ocurrir cada sexenio. En eso se sustenta  sistema político y régimen de partidos en un círculo vicioso en el que todos ganan, menos las mayorías empobrecidas de un país ejemplo internacional de subdesarrollo, aislamiento, desigualdad y miseria.

Privatización de recursos propiedad de la nación, flexibilidad del trabajo asalariado, destrucción del sistema educativo, precarización de la sanidad pública, eliminación del mercado de la micro y pequeña industria, en un marco de ineficiencia, ineficacia y corrupción  del caduco sistema político y régimen de partidos en plena obsolescencia, cuya crisis se refleja al día de hoy de manera evidente en la pseudo representación ciudadana en el poder legislativo tanto federal como el correspondiente en las entidades federativas. Nadie lo quiere ver así.

Y como prueba de tal cortedad de miras, el legislativo aprueba una reforma política en la que la revoltura de dulce, de chile y de manteca  no beneficia a nadie y menos al sistema político y, por ende, a la vida política y social en democracia de los mexicanos; confirmándose gatopardismo y simulación, cambiando para seguir igual, o peor que endenantes. 

Baste saber que propicia, auspicia y promueve la reelección de legisladores y alcaldes,  no obstante el rechazo a tal medida por parte de una ciudadanía indignada.

Hace falta un alto en el camino, reflexionar y actuar en consecuencia modificando rumbo y destino. La ultraderecha hoy alianza del PRI y del PAN, ni quieren, ni pueden hacerlo en el marco de sus contradicciones internas y compromisos con los poderes fácticos. Toca a las fuerzas progresistas sin etiquetas, explorar nuevos caminos empezando por toma de conciencia, organización y unidad en torno a un programa minimalista común para la acción. Dividida la izquierda y sin visión orgánica de largo plazo, no se hace camino, en ello habría que reflexionar más que llorar lo que para muchos en su ingenuidad  la aprobación de la reforma energética y cancelación de lo más trascendente de la Constitución del 17, es derrota.

Se cierra un ciclo para el país y para la izquierda social, la lucha por recuperar soberanía nacional apenas empieza. Villahermosa, Tab., diciembre 15 de 2013.

pulsocritico@gmail.com

http://pulsocritico.com

https://pulsocritico.wordpress.com